En México la hipertensión pulmonar “no se enseña en las escuelas” y a ello se suma que solo se otorga un tratamiento genérico a 60 por ciento de los más de 5 mil enfermos diagnosticados con esta padecimiento, que genera gastos catastróficos, empobrecimiento y reducción en la expectativa de vida de jóvenes, coincidieron expertos en MILENIO Foros.
Arturo Gómez, presidente de la Sociedad y Circulación de Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP), y Pablo Trejo, presidente de la Asociación Mexicana de HAP, coincidieron que la falta de la enseñanza de esta enfermedad se refleja desde el hecho de que el padecimiento se detecta en etapas avanzadas, cuando ya presenta síntomas de falta de aire, cansancio extremo y discapacidad hasta para llevar a los hijos a la escuela.
Durante su intervención en el foro “Hipertensión pulmonar, mal para toda la vida”, moderado por Regina Reyes-Heroles, la neumóloga e investigadora Alicia Martínez, detalló que en Colombia, Chile y Argentina existe todo un plan de acceso a tratamientos de última generación gratuitos, así como a placas, que elevan la posibilidad de sobrevida e incorporación a la productividad.
Se trata de una enfermedad, dijo, que en México llega a costar más de un millón de pesos por paciente, cuando un diagnóstico temprano puede conducir a una cirugía preventiva desde la infancia, como sucede desde el cunero en EU —cuyo costo no supera los 25 mil pesos— y se acompaña con un tratamiento, lo que permite a los pacientes convertirse en militar o hasta bailarina.
Pero en el país, aseveró, llegan en etapas tres y cuatro, muy avanzadas y con secuelas, con altas posibilidad de fallecer, pues un médico se tarda hasta tres años en diagnosticar la hipertensión pulmonar.
Alicia Martínez. Neumóloga e investigadora:
“Un diagnóstico temprano puede conducir a una cirugía preventiva, cuyo costo no supera los 25 mil pesos”.
Aunque se trata, explicó Pablo Trejo, diagnosticando con hipertensión pulmonar por tromboembolia crónica, no está catalogada como tal en la normatividad para propiciar el otorgamiento de una pensión, como sucede con una persona afectada con diabetes.
“Es una enfermedad silenciosa, rara, no bien diagnosticada. Formalmente no se considera discapacitante y tampoco se incluye en la Norma Oficial para que los pacientes reciban esa pensión”, dijo Trejo tras referir que la gente y la misma familia suelen invisibilizar la patología porque la afectación respiratoria no es visible como una amputación por diabetes.
Héctor Valdez, miembro del Colegio Mexicano de Medicina Interna, refirió que se tienen contabilizados alrededor de 70 especialistas que trabajan de manera poco coordinada.
Por ello, los investigadores resaltaron la importancia de que esa enfermedad se incluya en lo que antes se conocía como el Fondo de Gastos Catastróficos, por lo que llamó al Senado a promover reformas a la ley de salud para que se atienda a este sector desde el nacimiento, se detecte y se dé acceso a los tratamientos.
Los panelistas confiaron en que con la desaparición del Seguro Popular, por el Instituto de Salud para el Bienestar, realmente se cumpla con el compromiso de tener acceso a fármacos y terapias de calidad, eficaces y seguras para este sector vulnerable.
REACCIONES
“Un diagnóstico temprano puede conducir a una cirugía preventiva, cuyo costo no supera los 25 mil pesos”.
Alicia Martínez. Neumóloga e investigadora.
“Es una enfermedad rara y no se considera discapacitante, por lo que muchos de los pacientes no tienen acceso a una pensión”.
Pablo Trejo. Director Asociación Mexicana de HAP.
REPL