La acuaponía nació en México, específicamente en Xochimilco hace más de 900 años, o al menos eso ha expresado el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pues las chinampas son reconocidas como agroecosistemas tradicionales, en los cuales se puede obtener una variada cantidad de productos, lo que los convierte en un ejemplo de agricultura sostenible.
El término se deriva de acuicultura (producción de organismos acuáticos) e hidropinía (producción de plantas sin suelo), que consiste en un sistema sustentable de producción de plantas y peces en cualquier momento y en cualquier lugar, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Este proceso funciona cuando un pez toma el alimento y convierte el nitrógeno de las proteínas en un desecho orgánico, conocido como nitrógeno amoniacal. Éste, junto con otros desechos que generan los animales acuáticos, es utilizado por las bacterias y convertido en nutrientes disponibles para las plantas. Una vez formados los nitratos, las plantas los absorben a través de las raíces y el agua regresa hacia el cultivo de los peces.
La acuaponía se encuentra en vías de crecimiento en todo el mundo, aunque cada vez son más países los que se suman a su implementación debido a problemas de limitación del agua, así como a las regulaciones que han surigido por disposición del líquido cuando se encuentra contaminado.
En México desde hace varios años se iniciaron pruebas y emprendimientos de sistemas experimentales.
Productores agrícolas de la comunidad de Los Planes, en Baja California Sur, apoyados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), han logrado operar desde principios de octubre un sistema de cultivo simultáneo de peces y hortalizas dentro de sus tierras de uso agrícola.
El proyecto de dicha entidad conocido como “Desarrollo de acuaponía combinada con cultivo a cielo abierto adaptado a regiones áridas para la producción sustentable de alimento, con el establecimiento de un módulo de acuaponía”, pretende que los productores tengan cosechas durante todo el año, y a su vez reducir el consumo de agua en la siembra hasta un 90 por ciento.
Otro ejemplo es el Estado de México donde los productores tienen más de cinco años desarrollando un proyecto similar para producir hortalizas y pescados para la comunidad a precios accesibles; gracias al proceso de engorda, se producen aproximadamente 900 kilos anuales de carne de pescado que se distribuye de manera comercial con apoyo de la Sagarpa, quien financió el 80 por ciento del proyecto.
Ellos utilizan tecnología acuícola, con la que aprovechan agua subterránea para cultivar peces tilapia, debido a que es una especie que resiste y es capaz de soportar la alta densidad poblacional; también se pueden utilizar variedades como la carpa común, Trucha arcoíris y camarón de agua dulce.
En cuanto a las plantas, han podido producir lechuga, espinaca tomates, morrones y albahaca en sistemas acuapónicos sencillos.
BoFish, ubicado en Guadalajara desde 2006, se dedica al cultivo de tilapia, lechuga, albahaca, tomate cherry, betabel, acelga, fresa, entre otros a través de sistemas acuapónicos de producción. Otros estados productores, de acuerdo con la Sagarpa son, Campeche, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Puebla, Sinaloa, San Luis Potosí, Veracruz y Yucatán.
96,793 tons.
Atún
Sinaloa genera casi la mitad de la producción nacional, con un valor de 120 mdp.
163,714 tons.
Mojarra
La pesquería nacional de la mojarra genera un valor de producción de 3 mil 248 mdp.
221,695 tons.
Camarón
La camaronicultura de Sinaloa y Sonora produce alrededor de 13 mil 368 mdp anuales.
4,661 tons.
Langosta
Baja California Sur es la principal entidad productora, con un valor calculado en 390 mdp.
Sardina
Sonora es el mayor productor de sardina, con el 88.9% del total que se tiene en el país.