Depreciación del peso, riesgo en la calificación del país y pérdida en la confianza del Banco de México (Banxico) son algunos riesgos que se anticipan por la posible aprobación de reformas a la ley del mismo banco en materia de captación de divisas extranjeras, por lo que el gobernador del instituto central, Alejandro Díaz de León, hizo un llamado para no modificar la ley y mejor ampliar los servicios financieros.
Una cuarentena de legisladores, servidores públicos del sector financiero, banqueros, empresarios del ramo turístico, organizaciones de migrantes y analistas independientes retomaron la discusión de la iniciativa planteada por el senador morenista Ricardo Monreal, la cual quedó suspendida el año pasado después de que se alertara de las implicaciones negativas que ésta puede tener para el país.
En el primer día del Parlamento Abierto, organizado por el Congreso de la Unión, Díaz de León alertó que de aprobarse la reforma, que busca que las divisas que no sean repatriadas a su país de origen por los bancos sean parte de las reservas internacionales del banco central, no solo se depreciará el peso frente al dólar sino que se pondrá en riesgo la calificación del país.
Además de aumentar “el riesgo de depreciación de nuestra moneda nacional y limitar la actuación de las autoridades para mitigar los potenciales episodios de inestabilidad en el mercado mexicano, puede afectar la percepción de riesgo soberano, en detrimento de la calificación crediticia del país, lo cual ocasionará un aumento en los costos de financiamiento para toda la economía en su conjunto”.
El argumento de la reforma es facilitar la captación de moneda extranjera en efectivo por parte de las instituciones financieras para fortalecer la economía de las familias de migrantes y de las dedicadas al turismo en el país, que muchas veces tienen que acudir al mercado informal para cambiar sus dólares
Para Díaz de León la solución no está en modificar a la Ley del Banxico, sino en robustecer y ampliar la cobertura financiera en los municipios y zonas del país donde los servicios financieros son más limitados.
Además, dijo, también se deben adecuar los servicios financieros a las necesidades de los migrantes y población que recibe moneda extranjera.
“El problema del cambio de divisas en efectivo se inscribe en un contexto general de inclusión financiera limitada. Aquellos que tienen acceso a una cuenta bancaria pueden obtener mejores condiciones para realizar el cambio de dólares”, detalló.
Con esta posición coincidió la Asociación de Bancos de México (ABM), al argumentar que un cambio en la ley no incentiva la inclusión financiera y promueve el uso de efectivo, por lo que se pueden adaptar distintos productos financieros ya existentes y de fácil acceso para atender el problema de índole social que señala la propuesta.
Creación de base de datos
Alberto Gómez Alcalá, director corporativo de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos de Citibanamex, aseguró que la banca puede ofrecer productos para atender a la población objetivo de la iniciativa.
Gómez Alcalá puso como ejemplo la apertura de cuentas Nivel 2 que no necesitan trámites robustos y presenciales, pero cuentan con los controles necesarios para cumplir con las políticas antivalado de dinero.
Sin embargo, dijo, será necesario implementar algunos cambios regulatorios como facilitar el proceso de identificación de los migrantes con su número de matrícula consular.
En este sentido, el gobernador de Banxico puso sobre la mesa la posibilidad de crear una base de datos que permita identificar al migrante, algo que sería posible con los datos de la cédula de migración. Ésta, continuó, permite saber no solo quién es el migrante sino también se puede conocer un patrón de conducta transaccional en dólares y permite tener acceso a ciertas cuentas o umbrales y satisfacer sus necesidades.
Para el titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Juan Pablo Graf Noriega, ampliar la infraestructura de sucursales, cajeros automáticos y corresponsalías de los bancos debe ser el centro de la discusión, pues aseguró que las cuentas bancarias entre los migrantes y sus familias favorece el envío de remesas, ya que coloca los costos y las comisiones en las mejores condiciones, además de buscar facilitar los mecanismos de otorgamiento de cuentas.
Agregó que desde marzo del año pasado, el gobierno federal puso en marcha la Política Nacional de Inclusión Financiera misma que busca incrementar el porcentaje de municipios del país en los que exista al menos una sucursal bancaria, un cajero automático o un corresponsal bancario en 90 por ciento al 2024, lo que detonará la apertura de cuentas entre migrantes y sus familias.
En los últimos 10 años, dijo Graf Noriega, solo 1.6 por ciento del total de las remesas se ha recibido en efectivo y en especie; ejemplo de ello es que en 2007 los bancos, casas de bolsa y casas de cambio mexicanas recibieron 24 mil 675 mdd en efectivo, cifra que cayó a 6 mil 273 mdd en 2020.
Solo de enero a noviembre del año pasado, las remesas que recibió México del exterior sumaron 36 mil 946 millones de dólares (mdd) y de ese monto apenas 0.6 por ciento fue en efectivo.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, en 2020 las transacciones con dólares en el mercado negro, donde el dólar se compra a un menor precio, provocó que turistas y migrantes perdieran hasta 3 mil 200 millones de pesos.
“En pocas palabras, las personas que nos visitan o que ganaron su dinero en dólares americanos vieron demeritado el valor de su trabajo arduo y honesto. Este es precisamente el problema social que estamos obligados a resolver”, afirmó Niño de Rivera, de la ABM.