La Comisión Europea aprobó la compra de Monsanto por parte de Bayer en 66 mil millones de dólares después de que prometió vender partes sustanciales de su negocio, con lo que se supera un importante obstáculo para la última de un trío de megafusiones que reconfiguran la industria mundial de agroquímicos.
La compañía alemana venderá algunos de sus negocios de herbicidas y semillas a su rival BASF con el fin de aliviar las preocupaciones de los reguladores de que el acuerdo con Monsanto llevaría a un incremento de precios, una menor calidad, y a reducir las opciones y a tener una menor innovación de productos. Bayer también prometió otorgar licencias a sus herramientas digitales agrícolas a BASF.
Margrethe Vestager, comisionada de competencia de la Unión Europea, dijo que aprobó el acuerdo porque “las soluciones de las partes, con un valor de más de 6 mil millones de euros, satisfacen por completo nuestras preocupaciones de competencia. La decisión garantiza que habrá una competencia e innovación efectiva en los mercados de semillas, pesticidas y agricultura digital después de esta fusión”.
Werner Baumann, director ejecutivo de Bayer, dijo que la aprobación es “un gran éxito y un hito significativo”.
BASF acordó en octubre comprar la operación de herbicidas no selectivos de Bayer y algunas de sus operaciones de semillas por 5 mil 900 millones de euros, y recientemente acordó una nueva compra de la operación de semillas de hortalizas de su rival por alrededor de mil 500 millones de euros. Las autoridades europeas de competencia consideran por separado las implicaciones que resulten de que BASF adquiera estos activos.
Markus Manns, gerente de cartera de Union Investment, dijo: “Estas son noticias positivas para Bayer, incluso cuando no se cumplió por completo la esperanza inicial de que la aprobación involucraría solamente pequeñas condiciones. Los inversionistas necesitan claridad de que las sinergias prometidas todavía pueden llevarse a cabo. BASF es el tercero que gana”.
La aprobación de Bruselas se produce después de menos de una semana en que las acciones de Monsanto cayeron por los informes de que los funcionarios antimonopolio del Departamento de Justicia de EU podrían tener dudas por el acuerdo. Si bien es algo poco habitual que dos autoridades lleguen a opiniones distintas, esto es posible dado que cada una se centra en su propio mercado y el enfoque de Monsanto en productos genéticamente modificados tiene significa que tiene negocios muy diferentes Estados Unidos y en la Unión Europea.
El acuerdo de Bayer para comprar Monsanto en 66 mil millones de dólares en septiembre de 2016, fue la tercera de las tres megafusiones en la industria de semillas y agroquímicos. Los otros dos acuerdos, la fusión de Dow y Dupont, y la compra de Syngenta por parte de ChemChina, lograron la aprobación de la Unión Europea el año pasado, pero solamente después de que ambos compradores prometieron vender partes sustanciales de sus operaciones para disipar las preocupaciones de que los acuerdos podrían perjudicar la competencia.
El acuerdo de Monsanto se aprobó por “sustancialmente más de la mitad de las cerca de 30 autoridades reguladoras, entre ellas las de Brasil y China”, según Bayer.
Monsanto dijo que está “muy contento” con la decisión, y la calificó como “otro paso importante” para cerrar el acuerdo.