Un alto ejecutivo de Cargill, recientemente declaró que se lleva a cabo un cambio duradero en los mercados de materias primas agrícolas.
Cargill, con más de 100,000 millones de dólares (mdd) en ingresos, maneja y procesa decenas de millones de toneladas de cosechas y carnes al año. La compañía, con sede en Estados Unidos (EU), durante décadas dependió de una red de gran alcance de silos y puertos para mantener su ventaja como comercializador de granos y semillas oleaginosas.
“El modelo tradicional de negocios en la cadena de suministro agrícola se terminó”, dijo Gert-Jan van der Akker, presidente de la División de Cadena de Suministros Agrícolas de Cargill, en el FT Commodities Global Summit.
[OBJECT]Van den Akker dijo que Cargill y sus rivales históricamente financiaron a los agricultores y acordaron comprar sus cosechas durante la temporada de cultivo. En la recolecta ellos compraban los cultivos, los almacenaban en silos de la empresa y comercializaban el inventario. “Esperabas a que los mercados subieran y entonces los vendías. Y eso creaba los márgenes. Eso se terminó. Eso ya no existe”, agregó.
Sus comentarios pueden ayudar a resolver un debate sobre si las presiones financieras que enfrentan los grandes comercializadores agrícolas del mundo son un síntoma de un mercado de grano temporalmente flojo, o si refleja más cambios estructurales.
Gary McGuigan, presidente de comercio global de Archer Daniels Midland (ADM), un competidor de Cargill, dijo que la forma tradicional de comprar las cosechas en un origen y dejarlas en un puerto se volvió obsoleta. “Simplemente no veo cómo ese tipo de cosas vaya a sobrevivir”, dijo en una conferencia.
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En la última década, las granjas se hicieron más grandes. Los agricultores, desde Ucrania hasta EU, invirtieron en activos de almacenamiento en forma de gigantescas bolsas de plástico o silos de metal corrugado, lo que les permite decidir cuándo vender los suministros a los comercializadores.
Los datos sobre los precios de las materias primas, el clima, los rendimientos de las cosechas y los flujos comerciales también se volvieron asequibles para los agricultores y los consumidores, por lo que disminuye el valor del conocimiento interno de los comercializadores de granos.
Los grandes comerciantes de granos siguen comprando cultivos a los agricultores, pero se adaptaron a los cambios. ADM, por ejemplo, desarrolló la “mercadotecnia de destino” con la que acerca a los clientes los suministros de granos. Cargill ofrece más servicios a los agricultores, como herramientas digitales para que sean una guía para los cultivos.
Los ejecutivos hablaron mientras se daba el regreso de la volatilidad a los mercados de granos debido a una sequía en Argentina. Van den Akker dijo que, después de las expectativas iniciales de una cosecha de soya de Argentina de 57 millones de toneladas, ahora esperaba que fuera de 40 a 45 millones de toneladas, o menos de 40 millones en el peor de los casos.
Los precios de la soya volvieron a subir por encima de 10 dólares por bushel (equivalente a 27.2 kilogramos). “Las cosas ya tocaron fondo”, dijo van den Akker.