El sector de la vivienda de Nuevo León ve el 2019 como un año de claroscuros, en donde se espera crecimiento por parte de la obra privada, pero complicado en cuanto a recursos públicos, y complicaciones derivadas de políticas públicas.
Víctor Salazar, director general del Clúster de Vivienda de Nuevo León explicó en entrevista con MILENIO Monterrey que el año 2019 pinta para ser complicado, sobre todo por reducciones en temas como el presupuesto de Infonavit, el alza de tasas por parte del Banco de México, y en Nuevo León específicamente, por lo poco o nada que se destinará a la obra pública.
“Tenemos un año de retos. Antes se mencionaba que creceríamos un 4 por ciento, ahorita nos estamos alineando a decir entre 1 y 2 por ciento. Pero vemos oportunidades. En Nuevo León por ejemplo, se están dirigiendo los desarrolladores a proyectos verticales, lo que se espera impulse el primer cuadro de Monterrey, en el centro.
“Vamos a aprovechar polígonos que estaban desaprovechados, Monterrey va a tener una redefinición y creemos que vamos a crecer, (entre) uno y dos por ciento tal vez, pero vamos a crecer. También están llegando grupos industriales que tienen interés en la entidad, y no solo en la zona metropolitana, vemos que van interesados en la zona de la frontera, en Colombia”, detalló Salazar.
Sin embargo, alertó que la reducción del presupuesto para obra pública será uno de los mayores retos, y que incluso ya está afectando con la desaparición de empleos en la entidad.
La industria de la vivienda en Nuevo León genera unos 145 mil empleos (al cierre del 2018), aporta el 21 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del estado, y beneficia con una derrama económica de 65 mil millones de dólares anuales, por las empresas que tienen como sede la entidad.