La domiciliación bancaria, que es la orden que se le da a un banco para que pague recibos de servicios recurrentes, impuestos, contribuciones, entre otros, con cargo automático a una tarjeta de débito, ofrece grandes beneficios, como evitar recargos o intereses por no pagar oportunamente, ahorrar tiempo y, en estos tiempos de contingencia por la pandemia del covid-19, evitar contagios al no tener que estar en contacto con otras personas.
De acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM), el servicio de domiciliación no tiene costo y participan prácticamente todas las instituciones del país; sin embargo, cada banco tiene convenios con ciertos proveedores de servicios y quizá, en algunos casos, se tiene que hablar con el proveedor que se requiere para poder hacer la domiciliación.
¿Qué tipos de servicios se pueden pagar?
No cualquier servicio se puede domiciliar porque se necesita que la empresa solicite al banco que active el servicio para los clientes; por tanto, es necesario revisar con la institución bancaria qué compañías ofrecen el servicio.
No obstante, generalmente, están incluidos los servicios públicos, como pago de agua y luz, así como servicios de grandes corporaciones, como el teléfono o gas.
Diferencia entre domiciliación y pagos recurrentes
La diferencia entre domiciliación y pagos recurrentes (también conocidos como periódicos) es que la primera es una orden hacia una tarjeta de débito y la segunda hacia una tarjeta de crédito.
Específicamente, la periodicidad en la domiciliación es fija y en los pagos recurrentes pueden variar las fechas; además, en este último caso, es más fácil que no se pueda girar la orden de pago directamente.
¿Cómo contratar el servicio de domiciliación?
Es necesario tener una cuenta de débito en una institución bancaria, llenar un formato de alta del servicio y tener una identificación oficial. El servicio no necesariamente se tiene que solicitar físicamente en la sucursal, la operación se puede hacer desde una computadora o un dispositivo móvil.
Recomendaciones para el buen uso de la domiciliación
Tener el nombre del proveedor del bien o servicio que se desee pagar; revisar con qué periodicidad es el pago (semanal, mensual, bimestral, trimestral, anual, etcétera); tener a la mano número de cuenta, CLABE o tarjeta a la que se realizarán los cargos; revisar el vencimiento de la domiciliación si es por un plazo determinado.
MRA