‘El inversionista no solo busca empresas rentables, sino disruptivas’: José Oriol Bosch Par

Entrevista

Alzas de acciones de Apple, Amazon y Tesla alientan que por primera vez en 17 años emisoras extranjeras rebasen a las nacionales; en México “no puede pasar” el efecto de GameStop, dice el director de la BMV.

El directivo espera mayor auge de emisoras verdes. Juan Carlos Bautista
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

Por primera vez en 17 años los inversionistas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) prefirieron apostar por acciones extranjeras sobre las mexicanas. Para José Oriol Bosch Par, director de esa casa bursátil, es una noticia buena, pues creció el volumen; sin embargo, lo que no es tan positivo es que se deba a que no existe un sector tecnológico cotizando en México, y que tampoco ayude la incertidumbre de sectores como el energético.

El año pasado la BMV fue víctima de bajas cotizaciones por las afectaciones del covid-19, el valor de financiamiento rondó los 350 mil millones de pesos, 21.56 por ciento menos que en 2019. Para 2021, asegura Bosch Par en entrevista con MILENIO, la recuperación irá de la mano con el alza de la economía del país. 

También descarta que México pueda sufrir un episodio de volatilidad como el vivido a finales de enero en el mercado neoyorquino, en el que miles de pequeños inversionistas impulsaron exponencialmente las acciones de la compañía GameStop, desquiciando el mercado y poniendo en jaque a Wall Street.

¿A qué se debió el furor por las acciones extranjeras?

En 2003, cuando arrancamos el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC), que permite comprar acciones globales) tenía un porcentaje muy pequeño y fue creciendo. En 2020 fue el primer año que la operación de valores extranjeros fue mayor a las locales. La buena noticia es que el importe operado total creció. La no tan buena es que fue más en la parte extranjera. Las más operadas fueron Apple, que su acción subió 80 por ciento; la segunda Amazon, que creció 75 por ciento, y la tercera Tesla, con alza de 740 por ciento.

En México no tenemos un sector tecnológico. Lo que busca el inversionista hoy no son solamente empresas sólidas, rentables, también disruptivas, con productos nuevos e innovadores.

¿Afectó que hubiera cambios como en el sector energético?

Efectivamente, lo limita. Tenemos que dar más seguridad a los inversionistas, tener las reglas más claras.

¿México corre el riesgo de que ocurra el efecto GameStop?

Hay muchos problemas que hoy no tengo y en cierta forma me gustaría tener. Ése es uno de ellos.

Lo que se vio con GameStop es algo que aquí no tenemos: en Estados Unidos 60 por ciento de la población adulta invierte en bolsa; en México, con todo y que ha crecido el número de cuentas, aún no llegamos a 1 por ciento.

Lo primero por lo que no puede pasar es que no hay esa base de inversionistas minoristas que se coordine y comparta información (para hacer subir el precio de una acción); el segundo, la cultura financiera, aquí no la tenemos y, tercero, en México hay un mercado de derivados, pero poco desarrollado. Otro tema es el apalancamiento: allá existen los hedge funds, que en el caso de GameStop estaban ‘cortos’ (apostando a la baja del valor de acción). En México no tenemos hedge funds.

Por eso digo que ojalá tuviera ese problema; eso querría decir que tenemos una base más grande, un mercado de derivados de futuros y opciones mucho más desarrollado. No es el caso y veo difícil que pase en el corto plazo.

¿Entonces no se requiere una regulación preventiva?

Primero tendríamos que trabajar en una regulación para que se desarrolle el mercado. Luego impulsar los derivados que se utilizan en todos los países, con productos que usa el propio gobierno mexicano para las coberturas de petróleo, pero también es muy útil para las empresas.

¿Cuáles son las perspectivas para el mercado de capitales?

El año pasado empezamos con tasas de interés de 7.25 por ciento; iniciamos 2021 en 4.25 por ciento (y ya está en 4.0 por ciento). Creo que eso ayudará este año. En el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC) seguimos lejos de los niveles que llegamos a tener hace tres años, con niveles por arriba de 50 mil puntos, aún tenemos margen de crecimiento.

Todo va a ir muy de la mano con los datos que tengamos de la recuperación económica. Hay sectores que siguen siendo muy atractivos y una buena oportunidad para cuando veamos mejores datos tras la pandemia.

¿Prevén salidas a bolsa?

No tuvimos ofertas públicas iniciales, pero sí contamos con instrumentos como el spac (empresa de adquisición con propósito especial). 

En México hay empresas con una valuación que debería ser mayor, y creo que eso es una muy buena oportunidad para que a través del spac pueda haber adquisición de empresas que vengan a la bolsa. Creo que es uno de los productos que vamos a tener más exitosos en el mercado de valores.  

Pero también pienso que habrá un despegue de empresas de tecnología financiera, así como de fideicomisos de inversión en bienes raíces (Fibras).

¿Cuál es la perspectiva en el mercado de deuda 2021?

El año pasado el mercado de deuda tuvo una caída de alrededor de 25 por ciento en términos de monto, la más importante fue en marzo, abril y mayo, que fueron los meses de mayor volatilidad. 

En deuda lo medimos en términos de cuánto se renueva y para dar una idea, la renovación que tuvimos en abril fue de 30 por ciento, generalmente se renueva entre 90 y ciento por ciento. Eso no lo vimos ni siquiera en 2008, fue un freno total, en deuda de corto y largo plazo.

En 2021 veremos con más crecimiento la deuda con el diseño verde, con el sello social y sustentable. Los inversionistas, además del rendimiento, quieren asegurarse que los recursos se dirigirán a financiar algo que cumple con requerimientos ASG (Ambiental, Social y de Gobierno corporativo).

Ése será un cambio importante y estoy seguro que veremos nuevos emisores que buscan tener ese sello, ahí si habrá un crecimiento muy importante. 


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