Ajustes en los tipos de cambio, otro reto para economía global

Menor participación de EU en la producción global, monedas digitales y el uso del dólar como arma hacen posible que desaparezca la fuerza del billete verde

La semana pasada, la libra cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde 1985. Reuters
Consejo Editorial
Londres /

Como si la crisis energética y las tasas de inflación más altas de las últimas cuatro décadas no fueran lo suficientemente disruptivas, la economía mundial también se ve sacudida por grandes reajustes en los tipos de cambio. Después de dos décadas de ser más fuerte que el dólar, el euro se encuentra ahora en paridad con el billete verde. La semana pasada, la libra esterlina cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde 1985, y muchos analistas esperan que siga cayendo. El yen, por su parte, sigue con su descenso vertiginoso y se prepara para su peor año en registro.

Una parte de esta historia sigue un patrón familiar: en tiempos de problemas, los operadores e inversionistas acuden en tropel al dólar como refugio seguro. Esto ocurrió así incluso en la crisis financiera mundial de 2008, cuando el propio colapso financiero de Estados Unidos fue el epicentro. En este momento, un sinnúmero de factores alimenta la demanda por la seguridad de los activos estadunidenses: la invasión a Ucrania, la crisis energética de Europa y la precariedad sobre cómo algunos mercados emergentes manejarán los altos precios del petróleo y los alimentos. EU es, en esencia, la opción menos insegura, sobre todo al tener en cuenta su posición como exportador neto de energía.

Los fundamentos económicos también respaldan la huida hacia el dólar. En la conferencia de Jackson Hole de este año, el discurso del presidente de la Reserva Federal de EU, Jerome Powell, fue breve pero muy claro: la Fed no dudará en subir aún más las tasas de interés en su intento de reducir la inflación, que aún es más de cuatro veces superior a su objetivo. Esto eleva el atractivo relativo de los valores en dólares, ya que las tasas de de los bancos centrales van a la zaga de los de otras economías avanzadas. Las perspectivas de la eurozona y de China también se oscurecieron, mientras que los datos recientes apuntan a una cierta resiliencia en Estados Unidos, junto con el apoyo fiscal del presidente Joe Biden.

Una serie de factores idiosincrásicos también contribuyen a la debilidad de algunas divisas. El uso como arma por parte de Vladímir Putin de los flujos de gas hace que la economía europea sufra un enorme choque en los términos comerciales. La incertidumbre sobre cómo superará la crisis de energía hace que los inversionistas se pongan nerviosos. En Gran Bretaña, la confianza en la credibilidad fiscal resultó mermada por las finanzas públicas del nuevo gobierno, que ya se encuentran bajo presión, los golpes a las instituciones económicas independientes y los enormes planes de endeudamiento. El Banco de Japón, por su parte, mantiene una política monetaria flexible para estimular el crecimiento y la inflación.

La fortaleza del dólar tiene profundas implicaciones. En las economías avanzadas, los bancos centrales tratan de ponerse al día con la Fed para evitar un mayor debilitamiento de sus monedas, lo que también aumenta la inflación importada. El aumento de las tasas de interés es aún más problemático para algunos, ya que el endeudamiento por la crisis de energía se suma a los ya elevados montones de deuda por la pandemia. En los países emergentes, amenaza las crisis de la balanza de pagos al aumentar la carga de la deuda con denominación en dólares y motivar las disruptivas salidas de capital. Alrededor de 20 mercados emergentes tienen deuda que está operando en niveles de dificultad, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

No hay soluciones rápidas. La única forma sostenible de que las economías avanzadas recuperen terreno frente al dólar es a través de políticas creíbles y prudentes que las lleven a superar la crisis actual y a seguir por vías de mayor crecimiento. Para el mundo emergente, es fundamental una reestructura de la deuda multilateral mejor coordinada.

La reducción de la participación de EU en la producción mundial, el auge de las monedas digitales y el uso del dólar como un arma en las sanciones contra Rusia son razones para su posible desaparición; sin embargo, la moneda aún tiene una gran influencia en la economía mundial, dado su papel dominante en el comercio y las finanzas mundiales.

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