Altos costos de envíos tradicionales de remesas impulsaron a las fintech

FT MERCADOS

Impulsados a conquistar clientes con envíos veloces y hasta ocho veces más baratos.

Wise afirma que sus transferencias de pago son más baratas que las de los bancos tradicionales.
Jonathan Guthrie
Ciudad de México /

En los últimos años, Pedro Coelho ha enviando periódicamente entre 400 y  500 libras a Portugal. El emprendedor que vive en Londres, se encuentra entre los 170 millones de expatriados en el mundo. Su efectivo recorre las venas del sistema financiero, fortaleciendo los vínculos familiares y nutriendo a economías más débiles. 

Cuando inició a enviar remesas, Coelho usaba bancos. “No había alternativa”, dice. “Cobraban una comisión fuerte y un tipo de cambio alto”. Ahora utiliza el servicio de transferencia de dinero que opera Revolut. El nuevo banco digital, con una valoración de 33 mil millones de dólares (mdd) en una ronda de financiamiento, le permite a los clientes una transferencia gratuita al mes. 

Las fintech finalmente tienen un poco de éxito en su misión de disrumpir la banca. Para muchos de ellos las remesas han sido un excelente punto de entrada a los servicios financieros. Los altos cargos de los bancos y los agentes de dinero tradicionales alentaron a los clientes conscientes de la tecnología a buscar en otra parte. Los convulsionados sistemas tradicionales están listos para la disrupción por parte de los servicios basados en aplicaciones. 

Las empresas especializadas organizan una gran cantidad de compras más amplias en los pagos. La industria transfiere un estimado de 18 billones de dólares a través de las fronteras cada año. El paisaje está muy fragmentado, lleno de negocios tradicionales y sus sistemas. Eso crea una oportunidad para que los compradores bien financiados adquieran a los rivales. Al atender a bases de clientes más grandes con mejor tecnología, pueden reducir costos y mantener la rentabilidad. 

“Se trata de escala”, dice Ron Kalifa, asesor del gobierno del Reino Unido y presidente de Network International. La urgencia de consolidación desató más de 54 mil mdd en adquisiciones transfronterizas en 2020 y 2021, según Dealogic. 

El capital de inversión inunda una industria que alguna vez fue descartada por los banqueros como “plomería”. “En el pasado, la gente se alejaba de ti en una fiesta si decías que trabajabas en remesas”, menciona Michael Kent, fundador y presidente ejecutivo de Azimo. 

La revolución de las remesas desafía a los agentes tradicionales como Western Union y MoneyGram, que alguna vez se consideraron como franquicias operativas sólidas. También existe una amenaza para los bancos. 

Wise vs. el mundo 

Es casi un héroe de cómics. La historia que cuenta Kristo Kaarmann es una de autoayuda que se convirtió en Wise, la compañía de transferencia de dinero que cofundó. Él trabajaba en Londres para Deloitte. Taavet Hinrikus, un amigo del Reino Unido, trabajaba en Estonia como consultor financiero. “Enviaba dinero a Estonia y él enviaba dinero al Reino Unido”, dice Kaarmann. “Así que nos propusimos hacer transferencias sin bancos. Todos los meses buscamos el tipo de cambio. Depositaba en la cuenta bancaria de Taavet en el Reino Unido y él despositaba en mi cuenta de Estonia la cantidad equivalente”, agrega. 

La belleza del arreglo era que no se necesitaba que el dinero cruzara fronteras. El contraste era con la corresponsalía bancaria, la ruta tradicional cargada de fricciones para que los pagos minoristas crucen las fronteras. En este caso, una remesa que envía un cliente de un banco puramente nacional puede pasar por otras tres instituciones antes de llegar a un destinatario en el extranjero: un proceso que Leon Isaacs, un consultor de pagos, describe como “absurdo”. 

Wise afirma que sus transferencias de dinero son hasta ocho veces más baratas que las de los bancos comerciales del Reino Unido. Una transferencia de mil libras cuesta solo 3.75 libras. Wise también tiene el objetivo de ser más rápido, con 4 de cada 5 pagos que llegan en un día o menos. Las remesas a través de la red de corresponsalía bancaria pueden tardar de dos a cinco días. 


Kaarmann y Hinrikus originalmente esperaban que su “compensación” fuera la base de su negocio. En la práctica, representó solo alrededor de 15 por ciento de los 74 mil mdd en transferencias a través de Wise el año pasado, porque los flujos entre dos países suelen ser desiguales. El director de tecnología, Harsh Sinha, dice que las eficiencias que hacen que los precios de Wise sean competitivos provienen del comercio masivo de divisas y de la conexión de los sistemas de pagos nacionales en cada país donde opera. 

Para los inversores, la capitalización de acciones de Wise es más llamativa que su plomería financiera. La empresa se unió recientemente a la Bolsa de Valores del Reino Unido a través de una salida directa que le dio una valoración de casi 12 mil 600 mdd. Eso significa que la startup vale alrededor de un tercio más que Western Union. 

Remesas para el desarrollo 

Para el Banco Mundial, la disrupción tecnológica de los pagos globales es algo para celebrar. Las cifras que recopiló el banco muestran que el cargo promedio global cayó de alrededor de 9 por ciento en 2011 a 6.4 por ciento en la actualidad para una transferencia transfronteriza de 200 dólares. 

Eso sigue siendo alto en comparación con los servicios baratos o gratuitos que ofrecen las empresas emergentes como Wise y Revolut en el mundo desarrollado. 

Los cargos por debajo de 5 por ciento en cinco años, un objetivo que adoptó el G8 en 2009, se logran cuando se miden como un promedio ponderado por el valor de las transacciones. Esto cayó al 4.5 por ciento. Un objetivo para 2030 de 3 por ciento o menos está “al alcance”, según Mayada Elzoghbi, CEO del Centro para la Inclusión Financiera

Sin embargo, los bancos corresponsales arrastran el ancla. En promedio, cobran 11 por ciento por una transferencia de 200 dólares. Los operadores de transferencia de dinero como Western Union son cerca de 50 por ciento más baratos. Los servicios basados en teléfonos móviles suelen costar dos tercios menos que los bancos. 

Los menores costos benefician a los países pobres al aumentar las sumas que los beneficiarios pueden invertir en atención de salud y educación. Las remesas son un salvavidas para el mundo en desarrollo. Tuvieron un valor de 584 mil mdd en 2019, un poco más que la totalidad de la Inversión Extranjera Directa. 


La tecnología puede al menos reducir la exclusión financiera en países pobres pero relativamente con mucha gente donde la penetración de los teléfonos móviles es alta. “Los servicios de transferencia móvil redujeron significativamente el costo del dinero para las personas no bancarizadas, y lo han hecho a gran escala”, dice Mahesh Uttamchandani, gerente de práctica para la inclusión financiera en el Banco Mundial. 

Pequeños incrementos, grandes totales 

Lo mismo se aplica a la industria de pagos globales en general, de la cual las remesas son solo un subconjunto. Los pagos transfronterizos ascienden a 18 billones de dólares anuales, de los cuales, alrededor de 2 billones caen en la categoría “personal”, según estimaciones de la consultora Edgar, Dunn & Co. 

La implicación es que los bancos y los agentes monetarios tradicionales siempre tendrán dificultades para competir, limitados por amplias promesas de servicio al cliente respaldadas por grandes redes de distribución física. 

Los pagos son un negocio en el que los bancos dependerán cada vez más de proveedores de servicios especializados y empresas de redes para mover el dinero de los clientes. Los bancos permanecerán en el corazón del sistema, recibiendo depósitos y adelantando créditos. La mayoría de los nuevos participantes no quieren asumir los costos de capital regulatorio que conlleva. Pero el alcance de los bancos se reducirá. 

El Dato...

18 billones de dólares

Se estima que son transferidos a través de pagos transfronterizos al año

Esa tesis desató una carrera entre las empresas de pagos para aumentar los pagos con poco capital. Worldpay es el ejemplo más llamativo —y para los bancos, desconcertante— de una oportunidad perdida en los pagos. Después de una inversión de mil 500 millones de libras y seis adquisiciones complementarias, Advent y Bain sacaron a bolsa a Worldpay a una valoración de 6 mil millones de libras en 2015. 

Dos años más tarde, el rival estadunidense Vantiv compró Worldpay por un par de miles de millones más. Otro grupo de pagos estadunidense, Fidelity National Information Services, adquirió el negocio combinado a una valoración de 43 mil mdd en 2019. 

Todavía se ve pequeña en comparación con los operadores tradicionales no bancarios en pagos. A la cabeza está Visa, capitalizada en más de 500 mil mdd. El especialista en pagos en línea PayPal con un valor de mercado de 350 mil mdd. 

Los recién llegados están en una mala posición para desafiar a estos gigantes. Pero hay mucho territorio que todavía pueden arrebatar a los bancos tradicionales, como ilustran los cambios en el sector de las remesas.


srgs

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