Las compañías que tienen dificultades para encontrar trabajadores, a medida que la economía estadounidense se reabre de los peores efectos de la pandemia, culpan a los mayores beneficios del seguro de desempleo, la inmigración limitada y las dificultades para el cuidado infantil.
Ahora, algunos señalan otro factor: Amazon. El gigante del e-commerce tuvo una campaña agresiva de reclutamiento el año pasado, contratando a 500,000 personas en todo el mundo para satisfacer la demanda de los clientes confinados en sus casas, en un momento en el que millones de trabajadores perdían sus empleos.
En Estados Unidos (EU), Amazon pagó al menos 15 dólares por hora antes de beneficios, una tasa que introdujo en 2018, antes de la pandemia, y que es el doble del salario mínimo federal.
Empleadores tan grandes como Walmart y Target siguieron su ejemplo durante la pandemia de covid-19, señalan rivales más pequeños, lo que cambió las expectativas de la fuerza laboral de bajos salarios y le dio al segmento de la economía, que tradicionalmente tiene un bajo poder de negociación, un momento poco habitual de ventaja sobre las cadenas de comida rápida y fabricantes por igual.
Chip Bergh, director ejecutivo de Levi Strauss, dijo a Associated Press recientemente que el fabricante de pantalones de mezclilla estaba considerando aumentar los salarios debido a que “tenemos personas que están a la vuelta de la esquina de los almacenes de Amazon, que no teme pagar 20 dólares por hora” en algunos lugares.
El salario por hora promedio de los trabajadores de almacén subió en 2 dólares desde antes de la pandemia, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés).
Dave Gitlin, director ejecutivo de Carrier, registró una presión competitiva similar, y le dijo al FT que el fabricante de aires acondicionados tuvo que ajustar el sueldo en las fábricas desde Tennessee hasta Minneapolis, para responder a los aumentos de Amazon y FedEx. “Hay absolutamente un efecto Amazon”, mencionó Aaron Cheris, jefe de la práctica del sector minorista para el continente americano de Bain & Company.
No se debería culpar a la compañía de Jeff Bezos por la escasez de mano de obra, afirmó, pero “la mayoría de mis clientes minoristas la podrían culpar de elevar las expectativas salariales”.
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Las nuevas reglas del juego
Los puestos sin subordinados han registrado un fuerte aumento salarial en los últimos meses, mientras que las encuestas de la Reserva Federal de Nueva York muestran que el salario mínimo promedio, que los trabajadores sin estudios universitarios dicen que aceptarían para un nuevo empleo, subió 19% desde antes de que golpeara la pandemia, el incremento más marcado desde al menos 2014.
Esto podría reflejarse en que los cheques de estímulo del gobierno tengan más probabilidad de persuadir a los trabajadores de baja remuneración a quedarse en casa, mencionó Aaron Cheris, pero agregó que los aumentos de las empresas como Amazon y Walmart establecen un cambio duradero en la forma de pensar de los trabajadores con respecto a lo que otras compañías deberían pagarle a los empleados.
“Es realmente difícil para las grandes empresas explicar a sus trabajadores por qué les pagan menos que a alguien que labora en Walmart o McDonald’s. Para cada empresa grande, el piso lo establece Walmart”, dijo Cheris.
Chris Kempczinski, el director ejecutivo de McDonald’s, hizo eco de ese argumento, al decir a los analistas este mes que estaba aumentando los salarios en los restaurantes de EU, “eso es justo lo que se necesita para ser competitivo cuando un Walmart o un Target o un CVS o quien sea también ofrecen 15 dólares la hora o está en camino de eso”.
Después de que Chipotle movió el sa- lario promedio por hora de la cadena de burritos a 15 dólares, su director ejecutivo Brian Niccol de igual manera mencionó a los analistas que simplemente se estaba moviendo “hacia donde creemos que se dirige el juego”.
El cambio de las expectativas ahora es visible más allá de las cadenas más grandes: 15 dólares se convirtió en el nuevo mínimo en la estación de esquí de Vail en Colorado, en el parque temático de Universal en Orlando y en la planta avícola de Tyson Foods en Pine Bluff, Arkansas.
El efecto indirecto
Para Holly Wade, directora ejecutiva de la Federación Nacional de Empresas Independientes, esta es solo la última forma en que Amazon aprieta a los pequeños empleadores “familiares”. Aproximadamente 1 de cada 10 pequeñas empresas compite directamente con un centro de distribución de Amazon por los empleados, segúnuna encuesta reciente de la Federación Nacional de Negocios Independientes (NFIB, por sus siglas en inglés), y el éxito del gigante del e-commerce durante la pandemia simplemente fortaleció su posición, dijo Wade.
“La competencia aumenta las presiones de compensación y, a menudo, pueden dominar los mercados en los que las pequeñas empresas tienen que competir”, mencionó Wade. En su última encuesta, en mayo, la NFIB encontró que 34% neto de las pequeñas empresas estaban aumentando los salarios, pero casi la mitad aún tenía vacantes sin cubrir.
El propio Amazon pregona el “efecto indirecto” de sus aumentos salariales en los mercados cercanos a sus centros, promoviendo un artículo académico donde encontró que un aumento de 10% en los salarios por hora de Amazon llevó a otros empleadores a ofrecer un aumento promedio de 2.6% en la misma zona de desplazamiento al trabajo.
Mark Mathews, vicepresidente de análisis de la industria de la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés), advirtió que no se debe culpar demasiado a Amazon por las presiones del personal, señalando la “crisis demográfica” que enfrentaba el mercado laboral de Estados Unidos incluso antes de la pandemia, ya que los baby boomers se jubilaron y menos jóvenes estadounidenses comenzaron a trabajar. Pero señaló que Amazon fue uno de los grandes empleadores que recibió un trato como negocio “esencial” durante los confinamientos en los primeros meses del covid-19, lo que le permitió continuar operando mientras otros se vieron obligados a cerrar y desprenderse del personal.
Las empresas que no se consideraron como esenciales ahora se apresuran a recuperar al personal, “compitiendo en un mercado laboral caliente para que los empleados vuelvan a trabajar”, dijo.
La administración Joe Biden fracasó en un intento de insertar un aumento del salario mínimo federal en la última ronda de legislación de estímulo económico, y el nivel ahora no ha cambiado desde hace 12 años.
Los que se oponen argumentan que cualquier aumento costaría empleos y obligaría a aumentos en los precios, pero el alcance nacional de compañías como Amazon y Walmart significa que los 15 dólares se está estableciendo como salario por hora, esperado independientemente de la ley federal estadounidense.
Eso tiene diversas implicaciones en diferentes partes de EU, dicen los analistas. Hay grandes variaciones en el poder adquisitivo de un salario de 15 dólares en todo el país, y grandes diferencias en la comodidad de las empresas para pagarlo.
“Hay áreas del país donde 15 dólares la hora apenas es suficiente para sobrevivir y áreas donde esa misma cantidad te llevarían mucho más lejos”, dijo Mathews.
“Especialmente para las pequeñas tiendas familiares que operan en mercados más pequeños, donde el costo de vida es mucho más bajo, 15 dólares por hora es un factor limitante”.