Los principales bancos apelaron a la ayuda de los reguladores cuando solamente alrededor de 10 por ciento de sus clientes devolvió el papeleo que les permite operar sin problemas en el caso de un brexit sin acuerdo.
Los bancos pasaron meses pidiendo a sus clientes inversores que firmen acuerdos comerciales con sus nuevos corretajes con sede en la Unión Europea, para que de esta manera puedan operar de manera impecable y eficiente en toda Europa si Reino Unido sale del bloque sin un acuerdo. Los mayores problemas están en los derivados, donde los contratos son complejos y hechos a la medida.
Pero la adopción ha sido lenta. En Goldman Sachs, JPMorgan y Morgan Stanley solamente 10 por ciento de clientes afectados devolvió los documentos necesarios, declararon al FT personas familiarizadas con la situación.
En Citi, entre 15 y 20 por ciento de los clientes que el banco trata de migrar a su corretaje en Fráncfort devolvieron los documentos, mientras que los bancos suizos también registraron bajos niveles de adopción, indicaron personas familiarizadas con esos procesos.
“Los clientes no se han apresurado a volver a presentar los documentos”, comentó el jefe de un banco de inversión, quien cree que no responden con urgencia debido a que no tienen previsto un brexit sin acuerdo.
Las entidades financieras también creen que un periodo ordenado de transición es el resultado más probable, pero deben tener un plan para cualquier eventualidad, sobre todo porque el parlamento de Reino Unido rechazó de manera abrumadora el acuerdo de retiro que negoció la primera ministra, Theresa May.
La lenta tasa de respuesta por parte de los inversionistas causa preocupación en los bancos debido a que puede darse una avalancha de papeleo que llegue al mismo tiempo en marzo, algo que tal vez no se pueda procesar a tiempo para la fecha de salida de Reino Unido el 29 de ese mes.
Si eso sucede, los abogados temen que puede haber restricciones a servicios relacionados con alrededor de 18 billones de libras de swaps existentes. Es posible que los clientes también se enfrenten a costos más altos de las operaciones bursátiles y requisitos de informes cuando abran nuevas posiciones de derivados a partir de abril.
Con el reloj que sigue su marcha, al menos tres bancos le pidieron a la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido (FCA, por sus siglas en inglés) que vea si sus atribuciones le permiten intervenir para acelerar la respuesta de los inversionistas.
“Nos quejamos ante la FCA, le pedimos si por favor puede alentarlos a que lo hagan, y nos respondió que todos los bancos dicen lo mismo”, dijo un ejecutivo de alto nivel en un gran banco. “La FCA tiene la obligación de cuidar a los clientes”.
LA FCA no quiso hacer comentarios. Tampoco Morgan Stanley, JPMorgan, Citi, Goldman Sachs, Bank of America, UBS ni Credit Suisse.
Monica Gogna, socia del bufete de abogados Dechert en Londres, que representa a gestores de activos grandes y medianos, dijo que había “cierta inercia en ambas partes debido al punto muerto en el brexit”. “Los clientes se enfocan en asegurarse de que toda su documentación sea correcta”, agregó.
Un experto en políticas que trabaja en gestión de activos de Reino Unido dijo que una razón probable de los retrasos es la falta de recursos especializados. “Los gestores de activos tienen una acumulación de documentos para trabajar y, a veces, no tienen suficientes abogados especializados”, dijo.
Agregó que cuando se requieren nuevos acuerdos ISDA (International Swaps and Derivatives Association) para derivados y swaps, los corredores a veces lo ven como una oportunidad para disminuir aumentos de precios y cambios en las condiciones de protección. “Esos cambios requieren una negociación entre el corredor y el gestor de activos y eso causa demoras”.
Uno de los banqueros agregó que el hecho de que no hubo un proceso estandarizado en toda la industria para revisar los acuerdos comerciales no ayudó a las tasas de respuesta de los inversionistas. El resultado de esto es que los inversionistas tienen que leer muchos documentos, que varían ligeramente de un banco a otro, dependiendo de sus estructuras después del brexit.
Por ejemplo, Barclays no tiene la obligación de hacer que sus clientes firmen nuevos documentos porque transfirió la propiedad de sus sucursales con sede en la UE a una filial en Dublín.
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Se acerca el límite
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Jóvenes, por seguir
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Oferta a Nissan
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Laura Noonan, Philip Stafford, David Crow, Stephen Morris, Chris Flood y Peter Smith