Argentina va hacia la séptima devaluación en dos décadas

Macroeconomía. Pese al pacto para reestructurar su deuda externa, el país se ve obligado a restablecer el peso con un valor más débil ante desplomes en acciones y bonos, así como la diferencia en tipos de cambio.

Miles marchan contra el gobierno de Alberto Fernández en Buenos Aires. Juan Ignacio Roncoroni
Benedict Mander
Buenos Aires /

Argentina se encamina hacia su séptima devaluación de la moneda en 20 años, dicen los analistas, a medida que aumenta la presión sobre el peso y los inversionistas pierden la fe en la capacidad del gobierno para estabilizar la economía.

El país alcanzó un acuerdo para reestructurar 65 mil millones de dólares de deuda externa en agosto, desviando los pagos de la deuda hacia el futuro. Sin embargo, los mercados financieros aún son frágiles. Los precios de los bonos volvieron a caer a niveles angustiosos, los precios de las acciones se desplomaron y la diferencia entre los tipos de cambio oficiales y del mercado negro se amplía.

Analistas e inversionistas piensan que con solo mil millones de dólares en reservas líquidas a mano el banco central de Argentina se verá obligado a endurecer las restricciones a las importaciones y restablecer el peso a un nuevo valor mucho más débil.

“Están en curso de colisión (hacia una devaluación). La pregunta es cuánto tiempo tomará, dijo Alejo Costa, estratega del banco de inversión brasileño BTG Pactual. “Si siguen posponiendo una devaluación, el impacto inflacionario se hará mayor y desestabilizador (políticamente), pero este tipo de administración solo devalúa su moneda cuando se vea obligado”.

Los ahorradores y las empresas locales no tienen mucha fe en el valor del peso. Bajo el tipo de cambio oficial que fijó el banco central, con un dólar se compran 77 pesos argentinos, pero en el mercado negro compra más del doble, una diferencia récord.

Una devaluación plantea un problema porque impulsará la inflación en un momento en que los precios aumentan rápidamente.

El tipo de cambio oficial del peso ya cayó 22 por ciento en su paridad con el dólar en lo que va de año, en un deslizamiento que se aceleró a principios de octubre después de que se introdujeron controles de capital más estrictos.

El gobierno intenta controlar el ritmo de la caída de la moneda con medidas que incluyen controles de capital más estrictos y menores impuestos para los exportadores de soya de la potencia agrícola. Pero es poco probable que esas medidas tengan mucho impacto, afirman los analistas. Las reservas cayeron mil 200 mdd en la segunda quincena de septiembre después de que se anunciaron.

“Las medidas no crearon ningún incentivo para aumentar la oferta de dólares, por lo que el banco central claramente rasca el fondo del barril en busca de más dólares”, dijo Martín Redrado, ex gobernador del banco central. Un préstamo de 3 mil 100 millones de dólares del Banco de Pagos Internacionales (BPI) puede ayudar a ganar algo de tiempo, señaló.

Dada la crisis de confianza que enfrenta el gobierno, las autoridades solo tenían dos opciones, indicó Miguel Kiguel, ex secretario de Finanzas. Una es devaluar el peso, como la última bajo un gobierno peronista en 2014 cuando la moneda perdió una cuarta parte de su valor, aunque en esta ocasión eso puede no ser suficiente.

La segunda opción es introducir un sistema formal de doble tipo de cambio, con muchas operaciones que se muevan hacia un nuevo tipo de cambio más débil, pero una diferencia entre los dos mucho menor de la que ya existe.

“El gobierno está atrapado en una situación muy difícil donde cualquier alternativa tiene costos… pero va a ser muy difícil mantener el status quo”, afirmó Kiguel. “Pero más que eso, necesitan un plan económico integral, de lo contrario la duración (de cualquier éxito) será la de un abrir y cerrar de ojos”.

El Fondo Monetario Internacional, que desde la última crisis monetaria del país en 2018 ya le prestó a Argentina 44 mil millones de dólares, puede ayudar a la implementación de un plan económico para restaurar la calma en los mercados. Es poco probable que la institución, que envió funcionarios a Buenos Aires en una misión de investigación la semana pasada, exija estrictas medidas de austeridad a cambio de ayuda en un momento en que la pobreza aumentó a más de 40 por ciento debido a la pandemia.

El confinamiento por coronavirus en Argentina fue uno de los más largos y estrictos del mundo, lo que exacerbó el golpe económico, y se acaba de ampliar una vez más hasta el 25 de octubre.

Un ex funcionario cree que el gobierno se verá obligado a actuar a finales de noviembre porque la constante depreciación del peso de este año de aproximadamente 2 a 3 por ciento al mes ya no será sostenible.

Los ingresos de las exportaciones de soya de la nación agrícola comenzarán a llegar en marzo, algo que llevó a muchos analistas a creer que el gobierno puede “salir del paso” quizás hasta mediados del próximo año.

No obstante, con las elecciones de mitad de periodo que realizarán en octubre del próximo año, esa estrategia será arriesgada para el gobierno. Una crisis económica más profunda puede comprometer las posibilidades de reelección del gobierno peronista en 2023.

“Pueden aguantar durante mucho tiempo mediante controles de capital cada vez más estrictos”, dijo Graham Stock, jefe de Investigación Soberana de Mercados Emergentes de BlueBay Asset Management. “Pero eso mueve las políticas en la dirección equivocada… políticamente, eso es muy peligroso, ya que será un símbolo de muy poca confianza en la gestión económica”.

“Se encuentran entre la espada y la pared”, dijo Stock, y señaló el impacto de la pandemia que exacerbó una recesión que actualmente se encuentra en su tercer año. “No hay respuestas fáciles”. 


11.8% Caerá el producto interno bruto de Argentina para 2020, pronosticó el Fondo Monetario Internacional, por encima del 9.9% previsto en junio, mientras el país negocia un nuevo acuerdo crediticio con el organismo.

11% Bajará el desempleo este año y se ubicará en 10.1% en 2021, según las proyecciones del FMI. El indicador cerró en 13.1% en el segundo trimestre de 2020 de acuerdo con las cifras originales argentinas.

29% Cálculo del gobierno argentino para la inflación de 2021, según el proyecto de presupuesto;  la nación registró una inflación de 40.7% en 12 meses a agosto, según datos oficiales.

4.5% Pronóstico argentino del déficit fiscal primario (antes del pago de los intereses de la deuda); además, el gobierno previó un crecimiento de la economía de 5.5% para el próximo año.

44,000 Millones de dólares recibió el país sudamericano como parte del acuerdo suscrito en 2018 por 57 mil mdd con FMI,  mismo que actualmente busca renegociar.

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