Los jefes de los principales bancos centrales del mundo se mostraron dispuestos a seguir subiendo las tasas de interés y a mantenerlas altas, al tiempo que advirtieron que la rigidez de los mercados laborales sigue presionando al alza los salarios y los precios.
Los jefes de la Reserva Federal de Estados Unidos, del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra advirtieron en una conferencia celebrada en Sintra, Portugal, que puede ser necesario adoptar más medidas para reducir la inflación hacia objetivos en torno a 2 por ciento, a pesar de las predicciones de algunos economistas de que nuevos aumentos de las tasas pueden desencadenar una recesión o una crisis financiera.
“Aunque la política es restrictiva, es posible que no lo sea lo suficientemente restrictiva y no lo ha sido durante el tiempo suficiente”, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell.
“El mercado laboral realmente está jalando a la economía”, agregó, con lo que dio a entender que la Fed puede subir las tasas de interés en sus dos próximas reuniones después de la pausa de este mes.
El mercado de futuros valoraba en 79 por ciento la probabilidad de un alza de tasas en julio por parte del banco central estadunidense, frente al 74 por ciento antes de la intervención de Powell.
La subdirectora del Fondo Monterario Internacional, Gita Gopinath, advirtió que los bancos centrales tendrán que sacrificar su lucha contra la inflación si unas tasas más altas desencadenan una crisis financiera sistémica.
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Los inversionistas esperan que la Fed, el BCE y el Banco de Inglaterra suban sus tasas de interés un par de veces más en los próximos meses.
La inflación va a la baja en EU y en la eurozona pero, excluyendo los precios de la energía y los alimentos, su descenso ha sido más lento. Powell dijo que, si bien los precios de los bienes y la vivienda cayeron, la Fed todavía no ve “ninguna mejora real” en el sector de los servicios, con un uso intensivo de fuerza laboral.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo que en los próximos meses pueden producirse “grandes saltos a la baja” en la inflación general, pero añadió que la tasa de inflación subyacente es “mucho más rígida”, y que la reducción de la población activa en Reino Unido, debido a que la gente dejó de trabajar desde la pandemia.
Incluso el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo que el crecimiento de los salarios y los precios está repuntando en su país, después de décadas de casi estancamiento, algo que le permitía a los funcionarios empezar a considerar la posibilidad de abandonar su política monetaria ultralaxa.
“Los salarios empezaron a subir a un ritmo de 2 por ciento más o menos por primera vez en más de tres décadas: estamos empezando a ver cambios en las expectativas de inflación y cambios en el comportamiento a la hora de fijar los salarios”, señaló Kazuo Ueda.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, dijo que su institución “no ve suficientes pruebas tangibles de que la inflación subyacente se estabilice y descienda”.
En la actualidad, la inflación de la eurozona es de 6.1 por ciento, frente a 4 por ciento de Estados Unidos y 8.7 por ciento de Reino Unido.