QuantumScape aceleró a una valoración cercana a 50 mil millones de dólares (mdd) el mes pasado, después de informar sobre un avance en las baterías que podría ayudar a convertir a los vehículos eléctricos en “la forma dominante de transporte en el mundo”. Su posterior caída puso de relieve los peligros de unirse a la fiebre en las acciones de tecnología, en particular en las que están en la competencia por llevar a las masas los vehículos alimentados por baterías.
Después de salir a bolsa a través de una fusión inversa en noviembre, las acciones de la startup de Silicon Valley triplicaron su valor, pero el precio de las acciones cayó casi 60 por ciento desde su punto máximo del 22 de diciembre, en medio de los temores de que QuantumScape podría ser el último grupo de baterías exageradamente promocionado que no podría cumplir con su promesa inicial.
La compañía jamás ha obtenido ingresos y solamente ha probado un prototipo de una celda. Para justificar su elevada valoración —su capitalización de mercado permanece en alrededor de 20 mil mdd— necesita ampliar su tecnología frente a la competencia de pesos pesados globales como Samsung, Toyota, Panasonic y la francesa Bolloré Group.
“Todavía no estoy muy convencido”, dijo Billy Wu, un experto en baterías del Imperial College London. “Hubo una gran cantidad de compañías de celdas de estado sólido que llegaron y se fueron en el pasado, ya que es realmente difícil hacerlo”. Hacer algo a escala, dijo, está “a un millón de kilómetros de distancia de hacerlo en un laboratorio”.
QuantumScape fue cofundado en 2010 por Jagdeep Singh, nacido en India, junto con dos científicos de la Universidad de Stanford. El exempresario de telecomunicaciones tiene el objetivo de suministrar baterías a la industria automotriz global.
La compañía dijo el mes pasado que había logrado superar los obstáculos que durante el último medio siglo impidieron el desarrollo de una batería de estado sólido, que utiliza electrolitos sólidos en lugar de líquidos en las celdas de iones de litio convencionales.
El Dato...50,000 mdd
Fue la capitalización de mercado de la startup en diciembre, aunque solo ha probado un prototipo de una celda
Reveló un material cerámico que desarrolló, con un tamaño cercano a una baraja y tan delgado como un cabello humano, que permite que sus baterías se carguen a una capacidad de 80 por ciento en 15 minutos. En la prueba de laboratorio a temperatura ambiente las celdas mantuvieron su capacidad a lo largo de mil ciclos de carga y descarga de una hora, lo que significa una vida de 300 mil millas (aproximadamente 482 mil 803 kilómetros) para un Model S de Tesla.
Un panel de debate realizado por la propia QuantumScape el mes pasado contó con destacados partidarios de su tecnología, lo que impulsó gran parte del entusiasmo por sus logros.
“No he visto datos tan buenos en otro lugar” dijo Stanley Whittingham, quien el año pasado compartió el Premio Nobel de Química por su trabajo en baterías de iones de litio. “Creo que es un gran avance. Solamente tenemos que hacer las celdas más grandes y meterlas en los coches”.
JB Straubel, cofundador de Tesla, dijo que si bien es inherentemente escéptico ante noticias sobre baterías, “para mí, esto fundamentalmente coloca a la batería química de litio en una especie de hoja de ruta diferente para la innovación”, dijo. “Ver este tipo de cifras de rendimiento es casi inaudito, una mejora de 50 por ciento, aproximadamente, en la densidad de energía volumétrica, es increíble”.
Otros científicos de baterías, entre los que se encuentra Wu, advierten que pasar de una sola celda a las docenas que se necesitan para la batería de un automóvil eléctrico requerirá mucho más tiempo, investigación y desarrollo.
Mientras tanto, los rivales están más avanzados en el camino hacia un producto viable. Solid Power, una startup con sede en Colorado, que cuenta con el respaldo de Ford, dijo el mes pasado que hizo pruebas de sus celdas de estado sólido en 22 capas y registró una densidad de energía de 330 Wh/kg.
Singh insiste en que el único riesgo que asumen los inversores es en la ejecución de la empresa y que ya está se demostró que su tecnología funciona. Volkswagen, que ya invirtió 300 millones de dólares en QuantumScape y espera desplegar sus celdas en 2025, también comprometió una suma no revelada para ayudar a construir una fábrica piloto.
Pero aunque el grupo alemán tiene derecho a comprar las primeras baterías producidas, QuantumScape puede venderlas a cualquier comprador. “No somos Tesla, somos una compañía de baterías. No veo razón alguna por la que todas las compañías automotrices no sean un cliente potencial”, dijo Singh.
Por ahora, muchos inversores mantienen la fe. Pero los observadores advierten que la valoración de QuantumScape sigue siendo exagerada.
srgs