China obligó al personal local a renunciar a sus trabajos en varias organizaciones estadunidenses de medios que operan en el país, con lo que asesta otro golpe a los grupos de noticias atrapados en un enfrentamiento diplomático entre Pekín y Washington.
Al menos cinco ciudadanos chinos que trabajan para el New York Times y Voice of America fueron despedidos esta semana por el Departamento de Servicio de Misiones Diplomáticas de Pekín, de acuerdo con dos personas con conocimiento de la situación.
La ley china prohíbe a sus ciudadanos trabajar como periodistas para medios extranjeros en el país y exige que todos los contratos sean mantenidos por el departamento, que está afiliado al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Casi todas las organizaciones de noticias contratan de manera independiente al personal chino como investigadores o asistentes de noticias, que proporcionan conocimientos especializados, contactos e investigación a profundidad para periodistas extranjeros.
La medida se produce pocos días después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que revocaría las credenciales de prensa de casi todos los ciudadanos estadunidenses que trabajan para New York Times, Washington Post y Wall Street Journal.
Los investigadores chinos a menudo enfrentan mayor presión de las autoridades que los extranjeros debido a la sensibilidad de trabajar para organizaciones de medios internacionales. Esto puede incluir acoso a miembros de la familia o citatorios periódicos por parte de la policía o la seguridad del Estado.
Las leyes también amenazan con castigos severos por delitos con una definición vaga como “filtrar secretos de Estado”, lo que deja a los investigadores en riesgo de ir a prisión si informan sobre temas considerados sensibles por el Estado.