La Unión Europea se prepara para competir con la legislación emblemática del presidente Joe Biden, que turboalimentó la inversión verde en Estados Unidos al suavizar las restricciones a las subsidios en Europa y acelerar los permisos para nuevos proyectos.
En el Foro Económico Mundial de Davos, Ursula von der Leyen anunció que Bruselas suavizará de forma temporal las regulaciones sobre ayudas estatales e inyectará liquidez en empresas estratégicas respetuosas con el clima, con el fin de contrarrestar el paquete de 369 mil millones de dólares en subsidios ecológicos de Biden.
“Para mantener el atractivo de la industria europea, es necesario ser competitivos con las ofertas e incentivos que existen actualmente fuera de la Unión Europea”, dijo von der Leyen.
La Unión Europea quiere suavizar las normas sobre ayudas estatales para “acelerar y simplificar” la aprobación de los subsidios nacionales por parte de Bruselas, añadió; sin embargo, algunos miembros temen que el nuevo régimen favorezca a Alemania y otras grandes economías en detrimento de las que no pueden darse el lujo de generosos subsidios.
Varios líderes empresariales expresaron su escepticismo sobre la capacidad del bloque para competir con los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por su sigla en inglés), mientras que las capitales de la Unión Europea siguen divididas sobre cómo responder al aluvión de subsidios de Washington.
Andrés Gluski, director ejecutivo del grupo estadunidense de energía AES, dijo en Davos que la Unión Europea necesita su propia versión de la IRA.
Larry Fink, de BlackRock, describió la IRA como un “proyecto de ley transformador” que permitirá “fábricas adicionales” alimentadas por energía verde en suelo estadunidense. El Ministro de Economía alemán, Robert Habeck, dijo que la preocupación de la región es que, debido a la IRA, “se van a esfumar los planes de inversión en Europa”.
La legislación de Biden ofrece exenciones fiscales a la tecnología verde con sede en EU y provocó en la Unión Europea la preocupación generalizada de que atraiga a las empresas europeas al otro lado del Atlántico, agravando los temores sobre el impacto de los mayores precios de la energía en la competitividad de Europa.
Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, restó importancia a la rivalidad con EU, y subrayó que los dos bloques invierten casi un billón de euros en energías limpias.
La Representante de Comercio de EU, Katherine Tai, dijo que “trabaja intensamente” para abordar las preocupaciones de la Unión Europea y que las advertencias sobre una guerra comercial son exageradas. En Bruselas, Tai dijo que los dos bloques necesitan “políticas industriales complementarias” para reducir la dependencia de China en bienes ecológicos.
Von der Leyen subrayó que la Unión Europea ya puso en marcha grandes inversiones en tecnología verde, por ejemplo a través de su fondo de recuperación de 800 mil millones de euros y uno “de transición justa” independiente; ahora la Comisión tendrá que convencer a los Estados miembros para que respalden su plan.
La Comisión también planea crear un Fondo Soberano Europeo para ayudar a las capitales más presionadas con “evaluación de las necesidades” en curso para determinar qué tanta ayuda requieren. Sin embargo, no hay consenso entre los ministros de Finanzas sobre cómo se financiará.