Las fuertes lluvias causaron daños por 82,000 mdd en el mundo en 2019

FT Mercados

Está en duda si las aseguradoras y programas gubernamentales podrán enfrentar el riesgo.

La tormenta Dennis provocó más de 300 alertas por inundaciones en Reino Unido la semana pasada.
Oliver Ralph y Robert Armstrong
Ciudad de México /

El 8 de noviembre fue un día habitual de trabajo para Pam Webb en Truffle Lodge, su negocio de spa en Yorkshire, cerca del Río Don. Se esperaban inundaciones cerca, pero un correo electrónico de la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido le informó que Fishlake estaba a salvo.

La agencia se equivocó. A las 9:30 de la noche, el agua comenzó a entrar en el negocio y la casa de Webb. “Llegó por la parte delantera y trasera, subió a través del piso en cada habitación de la planta baja”, dice.

La inundación causó daños por decenas de miles de libras y obligó al spa a cerrar durante nueve semanas. Además del trauma, dice Webb, las inundaciones fueron excluidas de sus pólizas de seguro un año antes, por lo que tuvo que hacerse cargo de todo el costo.

Es un escenario que se ha desarrollado nuevamente en Reino Unido en los últimos días. El daño económico en el mundo por las inundaciones del año pasado fue de 82,000 millones de dólares (mdd), más que cualquier desastre natural, y solo 13,000 mdd estaban asegurados, según la plataforma de seguros Aon.


Los riesgos del cambio climático

El calentamiento global significa que, probablemente, las inundaciones serán más frecuentes. El año pasado, la NASA reveló que cada grado centígrado adicional de temperatura del océano, aumenta 20% la probabilidad de tormentas severas. Algunas estimaciones sugieren que 230 millones de personas están en riesgo de tormentas.

Esas cifras, combinadas con la falta de cobertura, deberían ser un objetivo atractivo para la industria de seguros. La consultora de riesgos Milliman estima que tan solo el mercado estadounidense generaría 48,000 mdd en ingresos anuales por primas para las aseguradoras.

Las inundaciones alguna vez se consideraron demasiado irregulares para ser rentables, pero los sofisticados modelos de catástrofes cambiaron eso. “Las compañías de reaseguros quieren el riesgo”, dice Nancy Watkins, directora y actuaria de Milliman. “Han sido los líderes y han tratando de vender reaseguros contra inundaciones durante cuatro o cinco años”.

Pero administrar el aumento de las inundaciones tendrá un costo muy alto. Los sistemas de seguros y los programas gubernamentales se han desarrollado de manera desordenada y no están en condiciones para hacer frente a los crecientes riesgos. Esto conduce a un replanteamiento sobre qué riesgos deben ser públicos y cuáles deben ser privados.

“Es cuestión de si la sociedad quiere que las personas que viven en terrenos inundables paguen el precio correcto por el riesgo, o si debe haber algún tipo de subsidio”, dice Stephen Hester, director ejecutivo de la aseguradora RSA.

El Dato.

15%

de los hogares estadounidenses tienen alguna cobertura contra inundación


Error en la planeación

El Programa Nacional de Seguros Para Inundaciones (NFIP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EU) tiene cerca de cinco millones de pólizas que brindan una cobertura de 1.3 millones de millones de dólares. Las cifras parecen grandes, pero solo 15% de los hogares estadounidenses tienen alguna cobertura contra inundación.

El seguro contra inundaciones es un requisito obligatorio para cualquier persona en EU con una hipoteca respaldada por el gobierno, si la vivienda cae en un “área especial de peligro”. Esto significa que está en riesgo de inundación al menos una vez cada 100 años.

Pero el NFIP, que se creó en 1968, nunca se diseñó o capitalizó para operar como una aseguradora privada. La idea “era fijar el precio del producto para que más personas lo tuvieran, y reduciría los costos del desastre para el gobierno”, dice David Maurstad, director ejecutivo del NFIP.

Este acuerdo funcionó hasta hace 20 años. Entre 1978 y 2003, el NFIP pagó reclamos de menos de 500 mdd al año. Desde entonces, los reclamos registraron un promedio de 3,500 mdd al año. Las primas y tarifas fueron inadecuadas para cubrir los pagos.

Que las áreas de cobertura obligatorias sean demasiado pequeñas es solo una parte del problema, dicen los críticos. También dan la impresión de que el riesgo de inundación se detiene en una línea en el mapa. El riesgo de inundación no se incluye en las pólizas de seguros de viviendas de EU, lo que crea la impresión de que el riesgo es incidental o secundario.

Estas no son las únicas distorsiones. El NFIP cobra primas que no varían con el costo de reemplazo de las casas, por lo que las viviendas caras pagan tarifas inferiores a las del mercado. Significa que los contribuyentes proporcionan subsidios para casas de playa de lujo.

El NFIP no tiene permitido retirar la cobertura una vez que esta se otorga, por lo que paga repetidamente para reparar y reconstruir miles de viviendas en áreas de alto riesgo. Según el Pew Charitable Trust, esas propiedades le costaron al NFIP más de 12,500 mdd a partir de 2016.

Las aseguradoras privadas dudan en competir contra un producto subsidiado. Un laberinto de regulaciones estatales empeora las cosas.

Varios intentos de reformar el NFIP  y ajustar las primas a los riesgos se toparon con la resistencia de los residentes de las costas, sus representantes en el Congreso y la industria inmobiliaria. 

El último esfuerzo, la “Risk Rating 2.9 (Calificación de riesgo 2.0), vincularía más estrechamente los precios y el riesgo. El programa debía entrar en vigor este año, pero se aplazó hasta 2021.

Un plan exitoso

El Reino Unido probó un modelo distinto: Flood Re, el programa que obliga a todos los compradores de seguros de vivienda a subsidiar la cobertura en áreas propensas a inundaciones. Los propietarios pagan unas 10 libras por año sobre su prima existente y, en teoría, el seguro en áreas de riesgo se vuelve más asequible.

Para desalentar nuevos desarrollos en áreas propensas a inundaciones, Flood Re no se aplica a las casas que se construyeron después de 2009.

Se supone que el programa solo dure 25 años. La intención era que actuara como un catalizador para una mejor planeación de las inundaciones por parte del gobierno, las autoridades locales y los propietarios de viviendas, para que en 2039 el seguro fuera más asequible para las personas en áreas propensas a inundaciones, incluso sin el subsidio.

Existe escepticismo en la industria sobre si esto es posible. Pero Andy Bord, director ejecutivo de Flood Re, dice que “cuatro de cada cinco personas en áreas propensas a inundaciones ya ahorraron 50% o más en su seguro de vivienda”.

Pero tienen que evitar la complacencia, dice Bord. “La gente está tomando medidas, pero no lo suficientemente rápido”, dice.

Mapear los riesgos

Los expertos en inundaciones coinciden en que, en países relativamente ricos, el precio de la vida cerca del agua debe reflejar mejor los riesgos para detener la construcción excesiva. Muchos creen que el seguro privado ofrece el mejor mecanismo de fijación de precios.

Sin embargo, hay una razón por la cual “casi no hay lugar en el mundo con un mercado de seguros contra catástrofes 100% privado”, dice Carolyn Kousky, directora ejecutiva del Centro de Riesgos de Wharton. Las inundaciones “son riesgos concentrados y correlacionados... tienes muchos años tranquilos y luego uno realmente malo”, dice.

Unos pocos pasos harían más fácil el equilibrio público-privado. Invertir en mapas detallados de inundaciones también ayudaría a aumentar la conciencia del riesgo y mejorar la suscripción.

Siguiendo el ejemplo del Reino Unido, los nuevos edificios podrían quedar excluidos de los programas de subsidios. Alternativamente, las personas podrían recibir ayuda para hacer que sus hogares sean más resistentes, de modo que las futuras inundaciones causen menos daños y su reparación sea menos cara.

Puede ser que el sufrimiento causado por las inundaciones todavía no sea suficiente como para obligar a tomar decisiones difíciles. Pero con el aumento de las aguas, es poco probable que siga siendo así.



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