El criptoevangelista

FT Mercados

Brian Armstrong, CEO de Coinbase, habla sobre su medida de “no política en el lugar de trabajo” y por qué la solución al caos de las monedas digitales son… más criptos.

Brian Armstrong, fundador de Coinbase.
HANNAH MURPHY
Ciudad de México /

Antes de mi almuerzo con el jefe de la bolsa de criptomonedas, Brian Armstrong, su equipo me dijo que trataron de encontrar un restaurante decente en San Francisco que aceptara criptomonedas como pago. Pero, por desgracia, no hubo suerte. 

Me sorprende que este introvertido de 39 años haya accedido a reunirse. El mercado cripto se encuentra en una situación tan grave que provocó una oleada de despidos, insolvencias y su propia crisis crediticia. Después de nuestro encuentro, uno de los mayores rivales de Armstrong, el fundador de FTX Sam Bankman-Fried, sufre una espectacular caída en desgracia, después de que su imperio de criptomonedas de 32,000 millones de dólares (mdd) solicitó la protección por bancarrota en el mayor colapso que el mundo cripto ha conocido hasta ahora.

La compañía de Armstrong, Coinbase, una plataforma de compra, venta y almacenamiento de activos digitales, que hizo historia en el mundo financiero como la primera gran empresa de criptomonedas en salir a bolsa en Estados Unidos (EU), logró una capitalización bursátil de 76,000 mdd en su debut en el mercado el año pasado. Hoy solo vale 11,000 mdd. 

Pero Brian Armstrong no se siente humillado. Estamos sentados en una cabina de la Wayfare Tavern, en el distrito financiero de San Francisco, un local conocido por su comida reconfortante estadounidense y sus altos precios. Cuando solicité la entrevista por primera vez el año pasado, su equipo me dijo que no le gustaba hablar con la prensa, más específico: el FT tiene fama de ser excesivamente criptoescéptico. Pero Armstrong parece no inmutarse. ¿En dónde encaja Armstrong en el espectro que va de los farsantes a los visionarios? Un antiguo colega me dice que es “como un tipo que viaja en una alfombra mágica, que cree que él es mágico y no la alfombra”. 

Independientemente de cual sea la verdad, nadie puede dudar de la confianza que tiene en sí mismo. Mientras ojeamos el menú, nos explica cómo Coinbase encaja con su firme creencia de que la tecnología cripto y el blockchain deben utilizarse para desafiar el poder del gobierno centralizado, mejorar la infraestructura financiera y, en última instancia, permitir la “libertad económica”.

“La misión es a muy largo plazo y es casi eterna, ¿No?”, dice. La libertad económica, comenta, no solo es importante para el crecimiento, sino también para reducir la guerra y la corrupción y lograr una mayor felicidad.

Le pregunto si considera que su misión es en sí misma política. No puedo pensar en ningún otro fundador-CEO que abrace tan descaradamente a Wall Street y a los reguladores mientras persigue abiertamente desplazar a Wall Street y a los reguladores. “Es una especie de mercado libre. Es probablemente un poco libertario, en todo caso”. ¿Describirías tu política como un poco libertaria? “Me describo como independiente. Soy básicamente apolítico e independiente”

Es una afirmación que no se sostiene del todo. En 2020, Armstrong prohibió el debate político y la defensa de temas sociales en el lugar de trabajo a raíz del movimiento Black Lives Matter, argumentando que estaba creando división. Su postura fue celebrada por los capitalistas de riesgo más provocadores, pero 60 miembros de su personal se marcharon posteriormente. “Creo que la tecnología es mi forma preferida de mejorar el mundo, y no la política”, dice el CEO. 


Un mesero llega para tomar nuestro pedido. Brian Armstrong pide para la mesa los famosos popovers del restaurante, la versión más esponjosa de los Yorkshire pudding en EU. Para mí, un pan tostado de burrata seguida de ensalada de pollo a la parrilla. Para él, una entrada de ensalada y un plato principal de pollo frito orgánico.

A los fundadores de compañías de tecnología les encanta tener una historia de origen inspiradora y Brian Armstrong no es una excepción. Nacido y criado en San José, California, estudió economía y ciencias de la computación en la universidad Rice de Texas, antes de trasladarse a Argentina durante un año en 2009. 

Entonces, ¿Cómo es ser director ejecutivo de una compañía que constantemente está en el foco de atención? Él es, dice, una “persona relativamente privada” que simplemente “dirige una gran compañía pública”.

Hoy, el desafío a la búsqueda de la libertad económica de Armstrong es el devastador mercado bajista conocido como el “criptoinvierno”. Coinbase despidió a casi una quinta parte de su plantilla —cerca de 1,110 empleados— y sus acciones ya bajaron casi 80% en lo que va del año. 

ÉL DICE “Medescribo como independiente. Soy básicamente apolítico e independiente"

¿La salida a bolsa era la mejor vía para Coinbase, dado que sus ingresos están ligados a los volátiles precios de las criptomonedas? Insiste en que sí. “Estoy muy contento de haberlo hecho. Me alegro de que estemos ayudando al mercado a entender mejor los ciclos de las criptomonedas”, dice animadamente. 

Temiendo un debate sobre la verdad absoluta y relativa, le pregunto qué le gusta hacer para divertirse. Construir un centro de investigación científica e invertir en longevidad y biotecnología, responde. Todo esto suena a más trabajo, señalo.

Anteriormente en nuestra conversación, Armstrong declaró que quería que Coinbase se convirtiera en el conjunto de criptomonedas más confiable y que cumpliera con las normas. El mensaje va en contra de su reciente decisión de apoyar una demanda contra el Tesoro de EU por sus sanciones contra una plataforma de cripto de nicho famosa por facilitar el lavado de dinero y la evasión de sanciones.

Luego hubo un momento en el que se dirigió a Twitter para acusar a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) de “comportamiento realmente sospechoso” después de que advirtió que demandaría a la plataforma si lanzaba un controvertido producto de préstamo. (Coinbase acabó retirando el producto antes de su lanzamiento). 

¿A qué se refería con lo de sospechoso? Brian Armstrong ignora la pregunta y dice que Coinbase quiere ser “la más confiable para nuestros clientes, no siempre para el gobierno, aunque 95% de las veces esas cosas están alineadas”.

Vuelvo a insistir: ¿Qué quiso decir exactamente con “sospechoso”? Se ríe de mi esfuerzo, pero se pone serio. Después de este bloqueo, nunca recuperamos el hilo de la conversación; pago la cuenta y nos vamos por caminos distintos. 

Unas semanas más tarde, le llamo a Brian Armstrong después de la caída del FTX. Ha sido un castigo brutal para la esfera de las criptomonedas; abundan las preocupaciones de contagio, incluso los firmes creyentes parecen tambalearse. Pero Armstrong no. Sorprendentemente, se aferra a la narrativa.

Lo que ocurrió en FTX, “nunca podría ocurrir” en Coinbase, dice Armstrong. Cuando baja la marea, añade, citando a Warren Buffett, “se puede ver quién está nadando desnudo”. Y como cualquier verdadero criptoevangelista, tiene una solución para evitar que estas catástrofes se repitan: más criptos. 

“Parte del beneficio total de las criptomonedas es que no se debería tener que confiar en terceros”, dice, antes de promover varias características de Coinbase que son más “descentralizadas”. Esto le permite confiar en “las leyes de las matemáticas, por así decirlo, en lugar de las leyes de los hombres”, explica Armstrong. “En lugar de ‘no seas malvado’, es ‘no puede ser malvado’. Esa es la promesa de las criptomonedas”.


sgs

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.