Ubicadas en aguas turbulentas a 315 millas (aproximadamente 507 kilómetros) al noreste de Aberdeen, no hay muchos lugares tan extremos para que los trabajadores se mantengan en aislamiento como la plataforma petrolera North Cormorant en el Mar del Norte.
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Sin embargo, a principios de este mes, Taqa, la compañía energética de Abu Dabi, se vio obligada a mantener a más de una docena de empleados que presentaban síntomas de coronavirus separados del resto de sus equipos en la instalación de 40 años de antigüedad y en otra en la misma región, en Cormorant Alpha.
Los grupos de gas y petróleo, entre ellos Royal Dutch Shell, BP y Chrysaor, también informaron casos sospechosos de covid-19 entre su fuerza laboral en alta mar, presentando grandes obstáculos logísticos para una industria que depende del personal que trabaja y vive en espacios cerrados en instalaciones remotas donde el espacio es escaso.
El virus ya provocó estragos en el mercado de petróleo a medida que se desplomaba la demanda de crudo. Esta disrupción se vio agravada por una avalancha de suministros que asestó un fuerte golpe al precio del petróleo, y los productores se ven obligados a recortar miles de millones de dólares de gastos y, en muchos casos, a congelar la recompra de acciones.
Las compañías de energía ahora tienen que descubrir la mejor manera de proteger a sus trabajadores, muchos de los cuales no pueden trabajar desde sus hogares y son considerados “trabajadores clave”, esenciales para garantizar la seguridad del suministro.
“La dotación de personal realmente será un problema”, dijo un ejecutivo de la industria. “La realidad es que las personas que trabajan en estos sitios lo entenderán. No se puede bloquear el mundo entero, hay que mantener estos proyectos en funcionamiento tal como lo han estado”.
El martes pasado, Taqa transportó a algunos de los trabajadores en sus plataformas del Mar del Norte que tenían síntomas leves de regreso a la costa usando un helicóptero especialmente adaptado —al que denominaron “corona copter”— al que varias compañías de gas y petróleo, como el Equinor de Noruega, Shell y Total de Francia comisionaron para tratar casos sospechosos de covid-19.
Los operadores en alta mar han estado evaluando con urgencia los niveles mínimos de personal seguro en plataformas y posponiendo actividades planeadas que no son críticas, para que no desplegar trabajadores de forma innecesaria ni iniciar proyectos para después suspenderlos.
En circunstancias normales, 11 mil 500 personas, en promedio, estarían trabajando en alta mar en proyectos del Mar del Norte en cualquier momento, pero hasta ahora se redujo alrededor de 7 mil, según OGUK, un organismo comercial de la región.
Dijo que esto se debe a lo que la industria llama “reducción de plantilla”, o recortar solo para tener el personal esencial, en lugar de la pérdida de empleos, aunque los sindicatos temen recortes generalizados debido a las condiciones en el mercado.
Phil Kirk, director ejecutivo de Chrysaor, uno de los mayores productores del mar del Norte de Reino Unido, dijo: “Estamos entrando en lo que normalmente sería un periodo de alto mantenimiento en toda la industria y la gente está viendo qué trabajo han planeado, cuál es el riesgo asociado con la movilización de personas o equipos y personas clave o piezas clave de equipos que no están disponibles”.
“Creo que por el momento, todo el mundo está buscando eso y estabilidad. La estabilidad de la producción es lo más importante para el país”.
Ineos, la compañía de petroquímica y energía del multimillonario sir Jim Ratcliffe, dijo la semana pasada que retrasaría lo antes posible un cierre previsto del Forties Pipeline System —que transporta gas y petróleo desde más de 80 campos en el mar del Norte— para mantenimiento de junio a agosto para evitar reunir a un gran número de personas.
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SE SUMA OTRO PROBLEMA
A medida que Reino Unido despliega oficiales de policía en las estaciones de tren para hacer cumplir una prohibición de cualquier cosa menos los viajes esenciales, OGUK dijo que también existe preocupación dentro de la industria sobre cómo movilizar una mano de obra dispersa por todo Reino Unido. Especialistas aseguran que el gobierno necesitan enfocarse en que la industria en alta mar sea parte de la infraestructura crítica para poder mantener la operación.