Inversionistas deberían vigilar a los siete magníficos

FT MERCADOS

Los siete magníficos no es la única concentración en los mercados de valores que debe preocupar a Estados Unidos.

El Nasdaq se desplomó después de que Barclays rebajó sus perspectivas para Apple. Foto: Shutterstock
Gillian Tett
Ciudad de México /

Hace dieciocho años empecé a reflexionar sobre los riesgos de concentración en los mercados de valores de Estados Unidos (EU). El problema eran los bancos: por aquel entonces, el optimismo en torno a la innovación financiera era tal que la capitalización del sector creció hasta el punto de representar casi una cuarta parte del Índice Standard and Poor’s (S&P).

Muchos inversionistas asumieron que este panorama asimétrico era normal y que continuaría indefinidamente.

Pero entonces estalló la burbuja crediticia en 2007, y el sector financiero se marchitó, creando un mundo de capitales más equilibrado en el que la atención de salud, la industria, las tecnologías de la información y otros sectores empresariales tenían pesos similares, haciéndose eco de la economía.

¿Podría repetirse esta saga en 2024? Es una pregunta que ronda en algunos inversionistas, pero en esta ocasión en el sector tecnológico, no en el financiero. El año pasado, la capitalización de mercado de los llamados siete magníficos, valores del sector de tecnología —Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla— se disparó 72 por ciento, en medio de un entusiasmo desenfrenado por la innovación tecnológica en general y la inteligencia artificial en particular.

Torsten Slok de Apollo calcula que esto les dio una capitalización de mercado de 12 billones de dólares, equivalente a todas las bolsas de valores canadienses, británicas y japonesas juntas. También significa que el sector de tecnología de la información representa alrededor de 30 por ciento del S&P.

Algunos inversionistas piensan que este patrón desbalanceado continuará. Tal vez sea así. Sin embargo, los nervios están empezando a desgastarse: el Nasdaq se desplomó la semana pasada después de que Barclays rebajó sus perspectivas para Apple. Y la historia de 2007 —y 2001— sugiere que si algo hace que el entusiasmo en torno a la innovación tecnológica se resquebraje, podría haber una pérdida de fe contagiosa que perjudique a muchos inversionistas.

Después de todo, como señala Alliance Bernstein, la concentración del mercado en los siete magníficos “distorsionó las exposiciones a los índices”. Si se incluye este grupo en el índice Russell 1000, subió 23 por ciento en 2023.

Al mito nacional le gusta presentar la economía política estadounidense como una economía basada en el capitalismo democrático de accionistas. En cierto sentido, esto es cierto: 61 por ciento de la población actualmente posee acciones, a menudo a través de planes de jubilación 401K.

Pero el sucio secreto detrás de este mito es que, si bien el acceso a las acciones está generalizado, la propiedad se concentra más.

En la actualidad, el 10 por ciento más rico posee 92.5 por ciento del mercado: una “concentración récord”, según cálculos del estratega Lyn Alden. Este nivel cada vez mayor de concentraciones merece un debate público mucho más intenso, ya que cuestiona la imagen que Estados Unidos tiene de su economía política y su democracia financiera.

Dudo que se hable mucho de esto en las campañas electorales de 2024; la Casa Blanca de Joe Biden no suele hablar mucho del mercado de valores. Pero a los políticos les corresponde preguntarse cómo pueden crear un mundo bursátil en el que el mayor número posible de personas sienta que participa en el juego. Y los inversionistas, por su parte, deberían vigilar a los siete magníficos y recordar lo que ocurrió en 2007 y 2001.

​PRL


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.