La Fed prepara reducción de estímulo ante repunte

El banco central estadunidense celebrará las conversaciones iniciales sobre ralentizar su programa mensual de compras de activos por 120 mil mdd en vista de la fuerte reactivación económica

Jerome Powell señaló que avisará con antelación sobre el plan de la Reserva Federal. Aaron Bernstein/Reuters
James Politi
Washington /

La Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para celebrar las conversaciones iniciales sobre la reducción de su programa mensual de compras de activos de 120 mil millones de dólares, en un complicado primer paso hacia dar marcha atrás al enorme estímulo monetario que se puso en marcha durante la pandemia.

Se espera que la discusión comience tan pronto como en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) de esta semana y se extienda durante los próximos meses, ya que los funcionarios sopesan una recuperación económica más fuerte y mayores datos de inflación.

Jerome Powell, presidente de la Fed, señaló que procederá con cuidado y avisará con suficiente antelación sobre el plan del banco central de EU para “reducir” las compras de bonos. 

La Fed indicó que necesitará ver un “progreso sustancial adicional” hacia sus objetivos para comenzar a desacelerar la expansión de su balance. Si bien esa norma tal vez se cumplió en la inflación, la recuperación del mercado laboral ha sido menos sólida y ha estado llena de incertidumbre.

Además, los funcionarios de la Fed no quieren repetir la experiencia del taper tantrum de 2013, una fuerte venta masiva de la deuda del Tesoro provocada por los planes de la Fed de reducir su expansión cuantitativa después de la crisis financiera.

“Si eres la persona que toma la decisión como ocurre con Powell, es probable que 2013 tenga mucho peso sobre ti, tal vez más peso de lo que debería. No vas a querer ser el autor de otro tantrum (berrinche), eso seguro está en sus mentes”, dijo Jeremy Stein, economista de la Universidad de Harvard y actual gobernador de la Fed.

El banco central de EU indicó que la reducción de las compras de activos no va a depender de ningún calendario preestablecido, sino por la evolución de la economía. Estableció una barra aún más alta para elevar las tasas de interés desde sus niveles cercanos a cero, donde se encuentran desde el inicio de la pandemia.

La Fed se encuentra en una posición relativamente cómoda de cara a la discusión de la reducción, dada la calma en los mercados financieros. Los precios de las acciones operan cerca de máximos históricos y los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años cayeron en las últimas semanas, a pesar de que los datos de inflación muestran aumentos de precios más pronunciados de lo esperado.

“Consiguieron que los mercados crean que estas cifras tan altas de inflación son transitorias. Eso es justo lo que esperaban. Y lo lograron”, dijo Randall Kroszner, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Chicago y ex gobernador de la Fed.
“Eso les da mucho espacio para tratar de construir expectativas muy, muy gradualmente (sobre la reducción), tener discusiones y debates. Y luego, cuando llegue el momento, comenzar a moverse”.

Pero Powell también será consciente de que la Fed no puede moverse con demasiada lentitud en términos de la reducción. Se corre el riesgo de que lo critiquen por su complacencia si la recuperación se acelera incluso más rápido de lo esperado y los temores de sobrecalentamiento comienzan a materializarse.

“Es solo pasar de una política acomodaticia de emergencia a una política monetaria muy relajada… es hora de comenzar el descenso”, señaló Rick Rieder, director de inversiones de renta fija global en BlackRock. “Los mercados se sentirán mucho mejor sabiendo que la señal de abrocharse el cinturón de seguridad está encendida y podemos empezar a aterrizar”.

Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics, dijo que los mercados deben ser “bastante resistentes” ante la reducción de la Reserva Federal.

“Se está volviendo mucho más difícil ahora justificar la continuación de las tasas anualizadas de billones de dólares de la expansión cuantitativa cuando la economía se está recuperando con fuerza”, dijo Shepherdson.
“Las políticas fiscales son súper acomodaticias y los fundamentos son mucho, mucho más fuertes de lo que eran en 2013, cuando los ecos de la crisis de 2008, todavía eran bastante fuertes. Así que este es otro planeta”.

Moverse demasiado agresivamente hacia una reducción acarreará sus propios peligros, advirtió Stein. Puede socavar el mensaje de la Fed de que la inflación está bajo control y que el mercado laboral está lejos de estar completamente recuperado.

“La Fed ha estado tratando de argumentar, creo que de manera razonablemente convincente, que gran parte de esta inflación es transitoria, no es nada por lo que haya que preocuparse. El riesgo es que si se acelera la reducción, el mercado lo tome como una señal de que están comenzando a ver algo un poco más permanente en la inflación, dijo.

En abril, Powell insistió en que la Fed ni siquiera estaba pensando en una discusión sobre la reducción gradual, pero en las últimas semanas los principales funcionarios del banco central señalaron que la Reserva Federal estará lista para continuar con la discusión en las próximas reuniones.

Incluso si la reducción no es un tema formal de la agenda en el FOMC de esta semana, se espera que las primeras discusiones se lleven a cabo hoy y mañana.

Hay muchos detalles que planchar, entre ellos el momento y las condiciones de la reducción, así como la velocidad y composición de la reducción en las compras de activos. Algunos economistas le piden a la Fed que reduzca el ritmo de las compras de valores respaldados por hipotecas antes de la compra de bonos del Tesoro, dado el auge del mercado inmobiliario.

Pero es poco probable que Powell revele muchos detalles del plan hasta que el panorama económico sea más claro, probablemente no antes de la conferencia de agosto en Jackson Hole.

“Se reconocerá que comenzaron a tener una conversación sobre cómo será el posible camino para la compra de activos. Pero van a reiterar que todavía pasará algún tiempo antes de que se logren avances sustanciales”, señaló Michelle Meyer, economista senior de Bank of America.
“Eso dejará claro que están siendo responsables, que están tratando de planear con anticipación”, agregó Meyer.


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