Los fondos de cobertura que buscan beneficiarse de las empresas afectadas están disfrutando de su mejor año desde las secuelas de la crisis financiera, ya que la recuperación del mercado impulsada por los estímulos aumenta el precio de la deuda que estuvo en el límite del incumplimiento de pagos.
Los fondos de deuda en dificultades —especialistas en la captación de bonos y préstamos emitidos por compañías en dificultades— alcanzaron su décimo mes consecutivo de ganancias en julio, extendiendo los rendimientos del año hasta finales de julio a 11.45 por ciento.
La racha es la más fuerte durante el mismo periodo desde 2009 y marca el mejor desempeño de cualquier estrategia importante de fondos de cobertura de 2021, de acuerdo con el proveedor de datos Eurekahedge.
Los extraordinarios resultados subrayan la velocidad de la recuperación económica desde lo peor de la pandemia, que recibió la ayuda de un enorme estímulo de los bancos centrales aliados con rápidos programas de vacunación en el mundo rico.
Los fondos de deuda generalmente suelen colocar apuestas a corto plazo en bonos que casi se encuentran en el incumplimiento de pagos o en impagos, otorgan préstamos de emergencia o incluso toman el control de los solicitantes de préstamos afectados a través de los tribunales.
“Tuvimos el comienzo de un ciclo de empresas en dificultades cuando llegó el covid, con un gran aumento en las tasas de incumplimiento, pero este ciclo corporativo se está desarrollando de manera muy diferente a como ocurrió en el pasado”, dijo Giuseppe Naglieri, subdirector de inversiones de Värde Partners, un fondo de deuda en dificultades de 15 mil millones de dólares.
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Las empresas en este espacio, incluidas Oaktree Capital, Strategic Value Partners, Apollo y Elliott Management, suelen meterse de lleno cuando las economías están en recesión y los mercados están turbulentos, y luego esperan aprovechar la recuperación, una apuesta lucrativa aunque arriesgada.
La estrategia se desarrolló rápido en el último año y medio, gracias a la dramática recuperación del mercado diseñada por la acción agresiva de los bancos centrales y las fiebres de gasto público.
Además, los grupos de capital privado intensificaron sus acciones, utilizando su dinero para reforzar a las empresas a las que dedican su tiempo, ayudando de manera indirecta en el camino a los fondos de deuda en dificultades, señaló Naglieri.
Los grupos de capital privado suelen cargar compañías con una gran cantidad de deuda para elevar sus rendimientos, pero eso puede generar problemas cuando llegan las recesiones. A veces, se alejan de una inversión en lugar de inyectar más dinero, pero eso ha cambiado recientemente, dijo Naglieri.
“La gran diferencia está en la inyección de liquidez, y no solo en términos de bancos centrales y gobiernos”, dijo. “La disposición de los accionistas de apoyar a sus empresas ha sido mayor que en ciclos anteriores, quizá impulsada por el hecho de que fue causada por un virus, por lo que se asumió que era temporal”.
HFR, otro proveedor de datos de la industria, fija el rendimiento promedio de la deuda en dificultades en 13.9 por ciento en el año hasta finales de julio, en comparación con el rendimiento promedio de los fondos de cobertura de 9.5 por ciento. El año pasado, los jugadores de deuda en dificultades tuvieron un rendimiento de 11.8 por ciento.
Entre los ganadores se encuentran Mudrick Capital Management, de Jason Mudrick, y Strategic Value Partners, de Victor Khosla, cuyos fondos de cobertura de deuda en dificultades registran rendimientos de 26.2 y 15.5 por ciento en el año hasta finales de mayo, según documentos de inverionistas que pudo ver Financial Times.
Los retornos se vieron impulsados por un repunte notable en los mercados de deuda corporativa, que redujo los costos de endeudamiento en todos los ámbitos e incluso ayudó a empresas como líneas de cruceros, aerolíneas y grupos hoteleros a recaudar miles de millones de dólares para superarlos.
El rendimiento promedio de los bonos basura de Estados Unidos se desplomó desde un máximo de más de 11 por ciento en el apogeo de las crisis del mercado por el covid el año pasado a menos de 4 por ciento por primera vez en registro este verano, según datos de ICE. Incluso el mínimo anterior a la crisis financiera fue de alrededor de 7 por ciento.
El rendimiento promedio de los bonos corporativos con calificación triple C o inferior por las principales agencias de calificación crediticia —una deuda muy riesgosa que ya está al borde del incumplimiento— cayó desde un máximo de marzo de 2020 de casi 20 por ciento a casi un mínimo histórico de alrededor de 7 por ciento este verano. Oleg Melentyev, jefe de estrategia de bonos de alto rendimiento de Bank of America, describe el entorno actual como un “nirvana crediticio”.
Sin embargo, el repunte del mercado crediticio ayudó a muchas empresas que pudieron caer en las garras de los fondos de deuda en dificultades, limitando la gama de nuevas oportunidades. Algunos inversores también buscan rendimientos en otros lugares, pensando que es posible que ya quedaron atrás las mejores épocas de la estrategia de deuda en dificultades.
La unidad de inversión de fondos de cobertura de UBS indicó en su perspectiva de estrategia para el tercer trimestre que planeaba reducir su exposición a la deuda en dificultades, “dada la importante recuperación del crédito corporativo y oportunidades más atractivas con sesgo largo en otros segmentos del mercado crediticio”.
Preqin, un proveedor de datos en los mercados privados, también señaló que “los inversionistas calmaron su interés en la deuda en dificultades y situaciones especiales en comparación con el año pasado, ya que las oportunidades resultaron ser más difíciles de encontrar de lo esperado”.
“Hay más cosas por hacer de lo que parece”, aseguró Naglieri, y agregó: “Cuando observas el promedio del mercado, no parece muy interesante, pero cuando profundizas en empresas y sectores individuales, en realidad están pasando muchas cosas”.