Los conductores de scooters eléctricos podrán utilizar las calles de Inglaterra bajo las pruebas del gobierno en cuatro zonas específicas, como parte de un impulso al transporte ecológico.
El uso de los llamados e-scooters, que se convirtieron en una imagen común en las ciudades europeas, es ilegal bajo una ley que se remonta al siglo XIX, pero los ministros están listos para poner en marcha una consulta para buscar formas de hacerlos seguros. Las medidas incluirán una edad mínima para conducirlos y las normas sobre los vehículos, así como requisitos de seguro.
La medida es parte de la revisión de la legislación de transporte por parte del gobierno que tiene el objetivo de hacer que los viajes sean más inteligentes y ecológicos a través de las nuevas tecnologías.
El gobierno reservó 90 millones de libras para estudiar varias opciones, entre ellas los scooters eléctricos, en cuatro de las llamadas zonas de transporte futuras, que cubren Portsmouth y Southampton; Derby y Nottingham; West Midlands, y la West of England Combined Authority (Autoridad Combinada del Oeste de Inglaterra), que incluye Bath y Bristol.
Otras formas de transporte que también son parte del estudio incluyen una prueba de drones en Portsmouth y Southampton. La nave se utilizará para transportar suministros médicos y muestras desde la Isla de Wight a hospitales en la zona continental con el objetivo de tratar de acelerar los diagnósticos.
Grant Shapps, el secretario de transporte, dijo que la iniciativa marcó la mayor revisión de las leyes de transporte “en una generación”, y agregó que ayudará a “informar cualquier decisión sobre la legalización”.
Bird, la startup californiana de scooters eléctricos compartidos, que opera en 15 países, comenzó una prueba a finales de 2018 en caminos privados en el Parque Olímpico, en el este de Londres, ya que buscaba convencer a los legisladores de Reino Unido para que legalicen los scooters en las calles públicas. La prueba se lleva a cabo hasta finales de marzo, de acuerdo con la página web del parque.