Cuando concluyan por fin las obras de renovación del emblemático estadio Santiago Bernabéu, que ya duraron cuatro años, el Real Madrid contará con dos importantes botones nuevos.
Uno de ellos es el nuevo techo retráctil, que tiene la capacidad de cerrarse en solo 15 minutos, que protegerá de las inclemencias del tiempo a los futuros asistentes a conciertos de música internacional. Taylor Swift actuará en mayo.
El otro botón inicia el proceso de cinco horas que divide el campo de futbol del estadio en seis secciones y lo envía a un enorme espacio de almacenamiento subterráneo, donde la luz, la temperatura y los controles de humedad proporcionan las condiciones óptimas para mantener el césped independientemente de lo que ocurra sobre él.
el dato...Mil 200 mde invirtióel club Real Madrid
Para la remodelación de su estadio.
Todo esto forma parte del proyecto de renovación de mil 200 millones de euros (mde) del club, que incluye restaurantes con capacidad para atender a miles de personas, un skywalk (paso elevado) con vistas a todo Madrid y un museo recién ampliado, que se espera que aumente el número de visitantes de 1.5 millones al año a 2 millones de personas. Se proyecta que los ingresos del museo alcancen los 50 mde, una cantidad similar a la que algunos clubes de la máxima categoría española obtienen por sus derechos de transmisión.
Pero el Real Madrid no es el único. Con la mayoría de los acuerdos televisivos negociados a nivel de liga y las nuevas regulaciones que vinculan el gasto a los ingresos, los principales clubes del futbol europeo están recaudando miles de millones de euros, dólares y libras para remodelar sus estadios con el objetivo de crear una fuente más diversa de flujo de efectivo.
El resultado se asemeja a una carrera armamentista, ya que los propietarios tratan de superarse unos a otros con recintos adaptables y de alta tecnología con los que puedan ganar una porción del floreciente mercado de la música en vivo, presentar lucrativos eventos deportivos como peleas de box y partidos de la NFL, y crear un próspero negocio de comida, bebidas y venta al menudeo que pueda competir con las tiendas minorista vecinas. Y lo que es aún mejor para los clubes, los inversionistas institucionales y los bancos comerciales hacen fila para financiarlo todo.
Varios de los principales clubes europeos están modernizando o sustituyendo sus estadios para no quedarse atrás. El Inter de Milán, el AC Milan y la Roma están concretando el diseño de sus nuevas instalaciones; el París Saint-Germain, el Chelsea y el Manchester United sopesan la posibilidad de modernizar o sustituir sus recintos, cada vez más viejos e incómodos, mientras que el Barcelona acaba de obtener mil 500 mde del mercado de bonos estadounidense para pagar una importante renovación de su estadio Camp Nou.
La presión por competir en la guerra de estadios empieza a poner a prueba las finanzas de algunos clubes, que normalmente tienen que cubrir ellos mismos el enorme costo de la construcción. Pero algunos miembros del sector argumentan que no diversificar sus estadios es algo que tampoco pueden permitirse a largo plazo.
“El concepto está claro”, dice un alto ejecutivo de un club que trabaja en un proyecto importante de un estadio. “Convertir un estadio de futbol, que se usa 25 días al año en un lugar de entretenimiento polivalente que esté ocupado todos los días del año”.
El modelo de los Spurs
Por ahora, el estándar de oro en los campos de futbol europeos es el estadio del Tottenham Hotspur en el norte de Londres, un proyecto de construcción de casi mil 166 mde que se completó en 2019.
Su impacto en las finanzas del club se hace cada vez más evidente a medida que los efectos de la pandemia van desapareciendo. Antes, el aficionado promedio gastaba menos de 2.3 euros dentro del estadio en un día típico de partido, pero ahora esa cifra es de alrededor de 18 euros, gracias a las nuevas instalaciones, que incluyen la barra de bar más larga de Europa y una microcervecería in situ (en el lugar). El aforo pasó de 36 mil espectadores en White Hart Lane a 62 mil.
“Estuvimos operando con uno de los estadios más pequeños de la Premier League y, en consecuencia, menores ingresos por día de partido, en lo que es un entorno fuertemente competitivo”, dice Daniel Levy, presidente del Tottenham Hotspur, en un correo electrónico al Financial Times.
“Un estadio con mayor capacidad era fundamental para satisfacer la demanda de los aficionados que no podían acceder… e impulsar mayores ingresos los días de partido y en los que no hay partido para reinvertirlos en el ámbito del futbol”.
El nuevo estadio -construido en un terreno adyacente a White Hart Lane- abrió la puerta a una amplia gama de otro tipo de eventos que ayudaron a aumentar los ingresos comerciales de 117 mde en 2018 a 215 mde en 2022. El año pasado, Tottenham recibió a la cantante estadounidense Beyoncé durante cinco noches en su gira mundial Renaissance, dos partidos de la NFL, así como partidos de rugby y pelea de boxeo de peso pesado.
El dinero que proviene del futbol también aumentó. Los ingresos por día de partido subieron de 85 mde en 2018 a 125 mde la temporada pasada, según Deloitte, en parte debido a la incorporación de hospitalidad premium como The H Club, que ofrece a sus miembros privados cocina de chefs famosos y The Vault, un lugar donde pueden almacenar su whisky y sus vinos finos.
Un ejecutivo de un club rival describió el estadio como una “obra de arte” que inspiró a propietarios de toda Europa a reevaluar sus propias instalaciones y enfocarse mucho más en la experiencia de los aficionados.
“No podemos tratar a los aficionados al futbol como a un público cautivo. Tienen opción. Vendrán al partido, pero gastarán su dinero en un pub y restaurante local si no les ofreces la calidad suficiente”, dice Christopher Lee, director general de negocios para Europa, Medio Oriente y África del diseñador de estadios Populous.
el datoMil 500 mde obtuvo el Barcelona
Para pagar la renovación del estadio Camp Nou.
Otros clubes siguen el ejemplo. En Barcelona, el proyecto de remodelación del club, que se está gestando desde hace casi una década, finalmente está en marcha. Una vez terminado, la capacidad total en el Camp Nou aumentará ligeramente a 105 mil, pero se añadirá un anillo extra de asientos VIP, así como un techo, un nuevo tercer nivel de asientos de entrada general y una pantalla de 360 grados.
Se realizarán más obras fuera del estadio, donde un nuevo edificio albergará el museo y la tienda del club, junto con un renovado Palau Blaugrana, un espacio con capacidad para 15 mil personas para conciertos y otros deportes, como el básquetbol.
Los clubes españoles también tendrán que hacer grandes inversiones en preparación para la Copa del Mundo de 2030. El acuerdo de inversión de La Liga con la firma de capital privado CVC Capital Partners incluye excepciones a las reglas de gasto de la liga, para animar a los clubes a invertir dinero en la infraestructura de los estadios en lugar de gastarlo todo en los jugadores. La Liga espera que el acuerdo ayude a desbloquear hasta mil 800 mde en inversiones.
Milos Nenadovic, consultor de infraestructura de clubes de La Liga, dice que el objetivo es dar a los aficionados una razón para llegar antes del partido y aumentar la cantidad de dinero que gastan una vez que están allí.
El trabajo en los principales clubes españoles hizo que sus homólogos italianos se apresuren para recuperar terreno. Los dos equipos de Milán comparten el San Siro, que se completó en 1926 y luego se renovó antes de la Copa del Mundo de 1990. Los feroces rivales evalúan la construcción de una nueva sede juntos, pero recientemente anunciaron planes separados para construir sus propios estadios, cada uno con capacidad para cerca de 70 mil aficionados. Ambos estarían un poco al sur de la propia ciudad de Milán.
En Italia, los problemas de infraestructura son serios. La Serie A era la liga más importante del mundo en la década de 1990, pero desde entonces ha visto caer su posición, en gran parte debido a la falta de inversión. Ahora genera menos ingresos por transmisión que las principales ligas de Inglaterra, España y Alemania, y recientemente concluyó un acuerdo de televisión nacional a un precio más bajo que su último contrato. Los ejecutivos y propietarios de clubes, incluido un grupo cada vez mayor de inversionistas profesionales, consideran que los nuevos estadios son clave para que la liga se vuelva a encarrilar.
“Italia es muy interesante porque la infraestructura frena a grandes clubes con una enorme base de aficionados y un atractivo internacional, razón por la cual estamos viendo la entrada de capital internacional”, dice Lee, quien ayudó a diseñar el estadio del Tottenham y trabaja en proyectos de estadios tanto en el Inter de Milán como en la Roma. “En definitiva, son activos muy infravalorados. El estadio es lo único que cambia eso”.
A pesar de la ventaja que conllevan los lucrativos derechos de televisión de la Premier League, los clubes ingleses no son inmunes a la necesidad de actualizar las instalaciones. El Manchester City, clasificado por Deloitte como el club con mayores ingresos en el futbol, siente la presión de mantenerse a la par de los mejores clubes de Europa. Planea añadir alrededor de 7 mil asientos al Etihad, su sede, pero también está construyendo un hotel, un museo y un nuevo espacio musical con capacidad para 23 mil 500 personas -el estadio Co-op Live- en su campus en el este de Manchester, que presentará a gente como Nicki Minaj, Eric Clapton y Barry Manilow cuando se estrene en abril.
Roel De Vries, director de operaciones del grupo propietario del Manchester City, dice que el club necesita aumentar los ingresos del estadio “si queremos seguir siendo competitivos en el mundo del futbol y estar en el grupo principal en términos de rendimiento”.
“No podemos ampliar fácilmente el estadio más allá de 60 mil”, dice. “Así que tenemos que averiguar, ‘¿Cómo podemos aprovechar mucho más el estadio?’”.
El atractivo del financiamiento
Gran parte de la inspiración para la actual tendencia de inversión proviene de Estados Unidos (EU), donde los estadios deportivos suelen formar parte de un complejo de entretenimiento mucho más grande, diseñado para generar ingresos los siete días de la semana.
Los propietarios gastaron miles de millones de dólares en nuevas instalaciones para sus equipos de béisbol, básquetbol y NFL, aunque el modelo estadounidense es distinto porque las franquicias pueden desarraigarse y buscar nuevos hogares. Las ciudades y los estados compiten por atraer a los equipos ofreciéndose a financiar o suscribir los costes de los nuevos estadios, y a menudo son los contribuyentes quienes pagan la factura.
Aunque el sistema de financiamiento estadunidense es difícil de replicar, la idea más general de crear negocios inmobiliarios diversificados con un equipo deportivo en el centro se impone cada vez más.
“Está el edificio y cómo genera ingresos”, dice Irwin Raij, copresidente de la división de deportes y entretenimiento del bufete de abogados Sidley Austin. “Luego está la otra parte, que se puso muy de moda en EU, de los propietarios que dicen: ‘Quiero controlar los bienes inmuebles que rodean el edificio’”.
No es casualidad que muchos de los grandes proyectos en marcha se desarrollen en centros turísticos. Londres, París, Roma, Milán y Barcelona se encuentran entre las 10 ciudades más visitadas de Europa, y Madrid también se encuentra entre las 15 primeras.
Los propietarios ven la oportunidad de convertir los estadios de futbol en atracciones por derecho propio, con recorridos por los estadios para los fanáticos del deporte y otras actividades para las personas que no lo son. Tottenham agregará este año una pista de karting eléctrica (go-karts) de la marca Fórmula Uno, como parte de un contrato de 15 años con el operador de deportes de motor.
Mientras que los equipos de futbol son considerados como solicitantes de préstamos relativamente riesgosos -los clubes a menudo pagan a las entidades de crédito especializadas tasas de interés muy superiores al 10 por ciento- a los estadios se les ve a través de una lente diferente. Los propietarios a menudo dividen el negocio en una empresa propietaria del club y otra propietaria del estadio, o una “stadco”.
Las stadcos tienen un perfil de riesgo mucho más bajo, similar al de una central eléctrica o un parque eólico, según los banqueros, porque generan retornos predecibles a largo plazo que no dependen tanto del desempeño del equipo en la cancha. Si bien el descenso de una liga importante reduciría drásticamente los ingresos por transmisión de un club, la venta de boletos y la hospitalidad corporativa suelen mantenerse en comparación. A pesar de tener el peor comienzo de temporada de su historia, el club francés Olympique Lyonnais pudo completar recientemente un refinanciamiento de su estadio por valor de 320 mde a una tasa de interés fija de 5.8 por ciento.
El diseño de un nuevo estadio puede tener un impacto significativo en su financiamiento. Cualquier cosa que genere ingresos futuros visibles y confiables -como palcos o suites de hospitalidad- se puede pedir prestado, a menudo a tasas relativamente bajas.
Gran parte del costo de la reconstrucción del estadio de Wembley en Londres se pagó mediante un contrato de hospitalidad a largo plazo con la agencia deportiva IMG. En Tottenham, los asistentes de hospitalidad representan ahora alrededor de 13 por ciento de los que asisten a los partidos, en parte debido a la creciente demanda de personas ricas que tienen el deseo de disfrutar de una experiencia de partido premium en lugar de clientes corporativos.
Otros clubes recurren a un puñado de grandes bancos de inversión que trabajan en el financiamiento de proyectos de estadios, como JPMorgan y MUFG de Japón, o incorporan nuevos accionistas. El acuerdo de sir Jim Ratcliffe para comprar 25 por ciento del Manchester United incluía una inversión adicional de 300 millones de dólares (mdd) destinada al estadio.
Los banqueros dicen que algunos clubes todavía pueden obtener financiamiento a largo plazo por tan solo 2 puntos porcentuales por encima de la tasa base, gracias a contratos multianuales como derechos de nombre de estadios o publicidad. Otro impulso podría llegar si la Reserva Federal de EU cumple con las señales de que comenzará a recortar las tasas este año.
“En 2024, el viento soplará a favor. Todo el mundo cree que las tasas de interés bajarán”, dice Greg Carey, codirector global de franquicias deportivas de Goldman Sachs. “La gente se siente cada vez más cómoda con el hecho de que la inflación está bajo control y nos sentimos muy bien con los proyectos que se están incorporando”.
Los ingresos menos predecibles -un concierto de Taylor Swift, por ejemplo- se convierten en una ventaja para el club. Organizar una sola noche de música en vivo de artistas de primer nivel como Rihanna o Lady Gaga puede generar hasta 4 mde, según un ejecutivos de la industria.
Barcelona pudo pedir prestados los mil 500 mde que necesita para su proyecto del mercado de bonos en abril, incluso cuando el club lidiaba con finanzas sobrecargadas y altos niveles de deuda.
El Real Madrid recurrió a inversores estadunidenses a través de colocaciones privadas, consiguiendo financiamiento a largo plazo cuando las tasas de interés aún estaban cercanas a cero. En 2022, llegó a un acuerdo con la firma de inversión estadounidense Sixth Street, que pagó 360 mde para establecer una asociación para ayudar al club a organizar eventos de música y otro tipo de eventos en vivo dentro del Bernabéu.
Mitigar el riesgo de construcción y finalización es el mayor riesgo que enfrentan estos clubes.
Pero lograr que los proyectos lleguen a buen puerto es más fácil de decir que de hacer, y no está exento de riesgos financieros. Construir en los centros de las ciudades europeas es caro y lento, mientras que los permisos de planeación suelen ser difíciles, a veces casi imposibles, de conseguir. Italia tuvo que cambiar las leyes de planeación para facilitar la inversión en estadios.
Más de un año después de su adquisición por 2 mil 500 millones de libras, los propietarios estadunidenses del Chelsea todavía se debaten el intentar una gran renovación de Stamford Bridge para aumentar el estadio con capacidad para 40 mil personas o explorar un sitio alternativo en otro lugar del oeste de Londres, uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo. El estadio actual está rodeado por líneas de tren, lo que restringe estrictamente lo que se puede hacer.
Aunque los clubes tienen una variedad de opciones de financiamiento una vez que el estadio está terminado, la mayoría debe asumir la carga de la construcción directamente, generalmente a través de préstamos comerciales estándar. Eso deja al club expuesto a crecientes costos de construcción, demoras y, potencialmente, mayores costos de endeudamiento.
“Hasta que se inaugure el estadio, tienes que asegurarte de que lo construyes a tiempo y sin superar los costos”, dice Carey. “Mitigar el riesgo de construcción y finalización es el mayor riesgo al que se enfrentan estos clubes”.
El precio de la construcción se disparó desde la pandemia, ya que la recuperación económica afectó las cadenas de suministro mundiales. El precio del nuevo estadio del Everton, por ejemplo, se disparó hasta al menos 885 mde, lo que agrava los serios y crecientes problemas financieros del club.
Aunque algunos clubes intentan firmar un contrato a precio fijo para el trabajo de construcción, las empresas constructoras son cada vez más renuentes a comprometerse a nada cuando los precios de todo -desde la mano de obra hasta los materiales y la energía- son tan impredecibles.
Para los que todavía no empiezan a construir, los días felices del financiamiento barato y a largo plazo posiblemente ya pasaron a la historia. “El momento oportuno lo es todo”, dice Levy, presidente de los Spurs. “No podríamos hacer lo que hicimos si eso lo hiciéramos hoy”.