Oro, un activo seguro

FT Mercados

Aunque el dólar fuerte le resta brillo, el oro siempre suma valor a la cartera muy bien diversificada de cualquier inversionista.

Se espera que, con la inflación estable, el oro haya recuperado su atractivo para el cierre de 2023.
Stefan Wagstyl
Ciudad de México /

Arimera vista, el oro no ha perdido su antiguo encanto. Este año, el multimillonario ruso Vladislav Doronin utilizó casi 40 kilogramos de oro para adornar el exterior del Crown Building, un emblemático rascacielos neoyorquino que alberga un hotel y departamentos de lujo.

Las joyas de oro también son tan populares como siempre: la demanda crece a pesar de las tribulaciones por el covid-19 y de la economía mundial. Statista, un proveedor alemán de estadísticas en línea, pronostica nuevos aumentos, con lo que el mercado mundial pasará de 230 mil millones de dólares (mdd) en 2020 a 307 mil mdd en 2026. Desde las novias indias hasta los clientes ultrarricos de Cartier siguen queriendo oro.

Lo que parece que no queremos es invertir en él. Al menos, no de forma sistemática. El precio del oro alcanzó un máximo histórico de 2,074.88 dólares la onza en agosto de 2020, impulsado por la preocupación de que los paquetes de emergencia por el covid-19 de los gobiernos socavarían la estabilidad financiera y se dispararía la inflación.

Pero la inflación llegó y muestra pocas señales de querer irse. También lo hicieron las múltiples agitaciones geopolíticas. Todo esto podría haber desencadenado que saliéramos corriendo por lingotes. No fue el caso.

La razón es clara: la rápida sucesión de las alzas en las tasas de interés por parte de los bancos centrales y la fortaleza del dólar. En este contexto, los inversionistas que buscan refugio seguro habrían perdido tanto ingresos como apreciación de la moneda si hubieran optado por el oro en lugar de por los bonos del gobierno estadounidense en los últimos meses. Como afirma Rory Townsend, asociado de BMO Capital Markets: “Los inversores prefieren hoy el billete verde cuando se trata de comprar refugio, mientras que en el pasado habrían buscado el oro".

El financiero espera que los vientos de inversión cambien ligeramente en este 2023. Si las expectativas inflacionarias de EU alcanzan su punto máximo, las tasas de interés no tardarán en bajar, y un activo que no genera ingresos, como el oro, se volverá un poco más atractivo. Townsend espera que el precio del oro se mantenga hasta 2026.

JPMorgan es un poco más optimista y pronostica un aumento del metal a finales de año, cuando las tasas de la Fed lleguen a su límite, los rendimientos de los bonos empiecen a bajar y el dólar pierda impulso. Aunque, incluso de esa manera, el aumento previsto hacia 1,820 dólares la onza es modesto.

Pero al menos el oro superó un reto este año. Los aficionados a las criptomonedas demostraron que estaban equivocados. Con el bitcoin que cotiza dos tercios por debajo de su máximo de 48 mil dólares, está claro que los activos digitales no son una cobertura diversificadora frente a los valores.

El oro subió alrededor de 10% durante el periodo de caída del bitcoin, y 375 por ciento en los últimos 20 años. Por supuesto, el pasado no es una guía para el futuro, como bien dicen las advertencias sobre inversiones. El oro probablemente tenga cabida en una cartera muy bien diversificada. Pero, a menos que le quieras poner chapa de oro a una torre, no dejes que el brillo te tiente y te aleje de los productos básicos de tu cartera.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

SGS

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