Vehículos voladores son parte de nuestro futuro

FT MERCADOS

Un siglo después de que Henry Ford visualizara el sky flivver, los autos aéreos se preparan para despegar como taxis a mediados de esta década.

Flying cars.
John Thornhill
Ciudad de México /

Combina algunos avances tecnológicos ingeniosos, mercados de capitales con volumen y sin sustancia, y las imaginaciones de las personas durante el confinamiento que sueñan con escapar y ¿qué obtenemos? Coches voladores. 

Cualquiera que haya visto o esté familiarizado con el concepto. Los coches voladores son tan parte de nuestro futuro imaginario como los robots parlantes o los viajes interplanetarios. Pero algo que ha estado atrapado durante mucho tiempo en el ámbito de la ciencia ficción se acerca rápidamente a la realidad. Los inversionistas están inyectando dinero en compañías de movilidad aérea urbana (UAM, por sus siglas en inglés) con la expectativa de transportar pasajeros por las ciudades a mediados de esta década. 

El mes pasado, Lilium, la startup alemana de taxis voladores, anunció que recaudaría 830 millones de dólares (mdd) a una valoración de 3 mil 300 mdd mediante una fusión inversa en Nueva York con una compañía de adquisiciones de propósito especial (SPAC). Lilium planea volar desde una red de vertiports alrededor de Orlando, Florida, para 2024 y tiene el objetivo de construir 10 más en Europa. 

A principios de año, Joby Aviation, una startup estadunidense de taxis voladores, respaldada por Uber y Toyota, también recaudó dinero a través de una SPAC con una valoración de 6 mil 600 mdd, mientras que su rival Archer se fusionó con otra compañía por 3 mil 800 mdd. Estas empresas parecen candidatos ideales para inversiones especulativas de SPAC: proyectos futuristas emocionantes que aún carecen de un producto totalmente viable o de un modelo de negocio probado. 

Sin embargo, compañías automotrices más antiguas y serias, como General Motors, empiezan a unirse al juego. En enero, Mary Barra, directora ejecutiva de GM, presentó el concepto de un “Cadillac volador” —un dron de despegue y aterrizaje vertical— que podría saltar entre los tejados de la ciudad. La compañía dijo que el proyecto da una “idea de cómo podrían verse la autonomía y el lujo de Cadillac en un futuro no muy lejano”. 

Para que se adopten de manera generalizada, los coches voladores tendrán que los vehículos voladores son parte de nuestro futuro pasar de ser tecnológicamente viables a comercialmente viables y luego a socialmente aceptables. Dada la previsible hostilidad pública hacia los cielos repletos de latas de metal que vuelan bajo, sigue siendo una pregunta abierta si alguna vez llegará ese destino final. Pero no hay duda de que la tecnología está evolucionando rápidamente en ese camino. 

En un informe reciente de Morgan Stanley sobre el mercado de la movilidad aérea urbana se argumenta que varios avances aceleraron el futuro, lo que significa que los inversores deberían estar prestando atención al sector actualmente. 

Lo Dice...

"A pesar de que los coches voladores pronto será operativos, parece que aún carecen de un argumento comercial convincente en comparación con los helicópteros”

Las fuertes inversiones en tecnología de baterías transformaron los ratios de potencia peso, prometiendo un costo más barato, mayor recorrido y menor ruido. Los sistemas de conducción autónomos desarrollados para uso terrestre podrían funcionar bien en cielos menos congestionados. Y el despliegue de las redes 5G y constelaciones de satélites en la órbita terrestre baja, también promete comunicaciones más seguras y confiables con los vehículos aéreos. 

Aunque reconocieron que la economía de la movilidad aérea urbana tardará décadas en desarrollarse por completo, los analistas sugieren que los vehículos aéreos algún día podrían viajar más kilómetros y vender más unidades que los automóviles tradicionales. 

A pesar de que los coches voladores pronto serán operativos, parece que aún carecen de un argumento comercial convincente de venta en comparación con los helicópteros tradicionales. 

Los entusiastas de los taxis aéreos dicen que mientras que una milla (aproximadamente 1.6 kilómetros) en un automóvil tradicional solo puede llevarte por una ruta fija de A a B, una milla en un automóvil volador puede llevarte a cualquier parte. Pero eso no es estrictamente cierto. Los vehículos voladores, al igual que los helicópteros, estarán estrictamente regulados y tendrán que depender de una infraestructura terrestre segura para el despegue y el aterrizaje (lo que limitará las rutas). 

Las grandes cantidades de dinero empiezan a fluir hacia los centros aéreos urbanos para administrar los taxis voladores y los drones de reparto. China parece estar liderando el camino, pero también se espera que se abra un centro aéreo urbano experimental en Coventry, en Reino Unido, a finales de este año. 

Como es el caso de otras nuevas tecnologías, uno de los mayores riesgos podría ser una implementación prematura y una reacción negativa del público. Un informe publicado en febrero pasado por la División de Investigación de Accidentes Aéreos de Gran Bretaña criticó duramente un prototipo de una aeronave no tripulada fuera de control que entró en el espacio aéreo controlado cerca del aeropuerto de Gatwick en julio de 2019, poniendo en peligro los vuelos. 

Pero las compañías de voladores son muy conscientes de los riesgos de seguridad y están decididas a afrontar el reto. Ya en 1926, Henry Ford presentó un “sky flivver”, un coche-avión monoplaza de 159 kilogramos. El flivver no pudo entrar en producción luego de un vuelo de prueba fatal. Pero el sueño de Henry Ford nunca se desvaneció. Unos años antes de su muerte en 1947, todavía decía: “Recuerden mis palabras: se acerca una combinación de avión y automóvil. Sonrían si quieren, pero vendrá”. 

Un día no muy lejano, tal vez un siglo después de que presentó su prototipo flivver, el fantasma de Ford posiblemente sea el último que ría.

srgs

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