El gobierno de Reino Unido, al parecer, se prepara para terminar la transición después del brexit sin un acuerdo a finales de este año.
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Esto parecería inconcebible si Boris Johnson no encabezara el gobierno. La idea parece ser que, en medio de la pandemia, nadie se dará cuenta de la disrupción adicional impuesta por una ruptura de un día para otro en las relaciones económicas con los socios más importantes y eternos vecinos del país. A continuación siete razones de por qué es una idea vergonzosa.
En primer lugar, no es lo que realmente prometió la campaña Leave (Salir de la Unión Europea). Al país se le dijo repetidamente que sería fácil asegurar un excelente acuerdo de libre comercio, porque tenía “todas las cartas”. Una salida sin acuerdo está lejos de ser un tratado de ese tipo.
En segundo lugar, la idea de algunos economistas de que el brexit conduciría al libre comercio unilateral también resultó ser una fantasía. Reino Unido publicó un programa de aranceles que está lejos del libre comercio. Esto era algo predecible (y se predijo). La economía política del comercio y la necesidad de preservar algunos aranceles para utilizarlos como fichas de negociación en futuros acuerdos comerciales hicieron que este resultado fuera casi inevitable
En tercer lugar, Reino Unido no está cumpliendo con su palabra. Para llegar a su acuerdo de salida en octubre pasado, Johnson acordó que Irlanda del Norte permanecería en el espacio aduanero de la Unión Europea y el mercado único. Sin embargo, se deben imponer controles aduaneros y reglamentarios estándar en el Mar de Irlanda para que la zona aduanera de la Unión Europea y el mercado único no sean vulnerables al transbordo a través de Reino Unido. O Johnson no entiende esto, lo que sería tonto, o lo hace, lo que significa que ha mentido a sabiendas.
En cuarto lugar, la declaración política que acompañó al acuerdo de salida de octubre declaró que: “Dada la proximidad geográfica y la interdependencia económica de la Unión y el Reino Unido, la relación futura debe garantizar una competencia abierta y justa, que incluya compromisos sólidos para garantizar la igualdad de condiciones… al hacerlo, deberían basarse en normas adecuadas y pertinentes de la Unión adecuados e internacionales, e incluir mecanismos adecuados para asegurar una implementación efectiva a escala nacional, su cumplimiento y la solución de controversias (énfasis mío)”. Por lo tanto, Reino Unido conocía y aceptaba las demandas de la Unión Europea.
En quinto lugar, la globalización de la economía mundial que asumió el campo Leave en la campaña del referéndum ya no existe. El sistema de comercio mundial está bajo amenaza mortal, dada la ruptura en las relaciones entre Estados Unidos y China y la neutralización de la Organización Mundial del Comercio (OMS) en sus funciones judiciales como legislativas. No surgirá una “Gran Bretaña global”, sino una que busque las migajas de las mesas de las potencias comerciales más poderosas, que en este momento participan en disputas despiadadas.
Sexto, estamos en las garras de una depresión inducida por una pandemia de gran magnitud y duración desconocida. Es casi seguro que, a finales de 2020, la economía de Reino Unido todavía estará muy deprimida, con empresas dañadas y un desempleo terriblemente alto. Difícilmente será un buen momento para aumentar las conmociones que ya están paralizando la economía.
Por último, los resultados a largo plazo de la pandemia probablemente van a incluir una producción permanentemente más baja, como sucedió después de la crisis financiera de 2007-08. Más allá de eso, ahora vendrá una gran conmoción comercial de un brexit ultraduro. El consenso de la opinión de los profesionales es que las oportunidades comerciales perdidas van a conducir a reducciones sustanciales a largo plazo en los niveles de productividad y producción. Estas pérdidas ahora se sumarán a las de la pandemia.
Sabemos que el gobierno es incompetente. Con la significativa excepción del Tesoro, bajo el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, la respuesta de Reino Unido a la pandemia ha sido desconcertante, con graves consecuencias. Tiene la cuarta tasa de mortalidad más alta reportada de covid-19 en el mundo (excluyendo los micropaíses), por encima de las de España e Italia, a pesar de la ventaja de que la pandemia llegó más tarde.
CLAVES
PACTO
Lo más inteligente es llegar a un acuerdo integral de libre comercio con la Unión Europea en los mejores términos disponibles y luego seguir adelante.
EXTENSIÓN
Algo sensato es aceptar que ahora no es el momento de otra conmoción y pedir una extensión de la transición hasta que termine esta crisis.
PROMESAS
La cosa menos sensata sería romper sus promesas y arrojar al país a un mundo peligroso en medio de la peor recesión de la economía británica en tres siglos.