Previo al inicio de la pandemia, Armando N ya había adquirido varios compromisos financieros. Sus obligaciones con los bancos eran por unos 90 mil pesos, que él confiaba en poder liquidar en tiempo y forma, pues tenía un buen empleo con un sueldo superior a 30 mil pesos mensuales; sin embargo, la emergencia sanitaria echó por tierra sus planes: no perdió el empleo, pero su salario tuvo un ajuste a la baja de 60 por ciento. En apenas cuatro meses, no tuvo otra opción más que dejar de pagar sus tarjetas de crédito.
Tras la suspensión de pagos, los bancos comenzaron a llamarle para cobrar una deuda que crecía sin parar. Cuando se cumplieron 60 días de impago, los despachos de cobranza entraron al juego.
Como Armando, hay muchas personas en el país que no pudieron cumplir con sus obligaciones de pago luego del cierre económico por la pandemia.
Según la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del Covid-19 (ENCOVID-19), de la Universidad Iberoamericana, para la primera quincena de abril de 2020, entre 5.2 y 8.1 millones de personas habían perdido su empleo o fueron ‘descansadas’; para junio, 2 de cada 10 habían dejado de pagar sus deudas en tarjetas de crédito.
Si estás en esta situación, existen varias estrategias para que le des alivio a tus finanzas personales y dejes atrás las deudas. Aquí algunas de ellas.
Estrategia 1: Orden y disciplina
Los casos menos complejos de deudas que dejó la pandemia son los de aquellas personas que solo necesitan ordenar sus finanzas para salir del problema, dice Ángel González, director de la Asociación Civil Defensa del Deudor (DDD).
Lo primero es conocer cuánto dinero tienes disponible para pagar. Suma tus gastos fijos y réstalos de tus ingresos. Así sabrás cuánto te queda disponible. “Necesitas hacer un presupuesto para ver cómo cubrirás tus gastos fijos como luz, agua y comida, y saber qué recursos tienes para pagar tus deudas”, explica González.
Una vez que tienes esa cantidad, ya puedes comenzar a actuar. Un buen método es el conocido como 'bola de nieve'.
Estrategia 2. Reestructura tu deuda
Si ya no puedes pagar la tarjeta, el préstamo o el crédito automotriz sin apoyo, necesitas acercarte a las instituciones financieras a las que les debes y ver qué opciones te pueden ofrecer.
La más común consiste en ampliar los plazos originales y darte mensualidades más accesibles. Se le llama reestructurar la deuda.
González refiere que el deudor debe de analizar si un convenio de ese tipo se acomoda a su situación. Si piensas que es así, ya tienes la respuesta a tu problema.
Recuerda que, sea cual sea el acuerdo al que llegues con la institución financiera, todo debe quedar muy claro y estipulado por escrito, dice Ángel González, y aconseja:
- Acércate a las instituciones que te dieron el crédito.
- Evita hacer tratos con despachos de cobranza, pues solo buscan ganar una comisión y no necesariamente ofrecerte el mejor plan.
- Si te apoyas de algún tercero, solicita que te envíen por correo electrónico la carta convenio y verifica la información con la institución a la que debes, antes de liquidar el adeudo.
Estrategia 3. Pide ayuda profesional
El director de Defensa del Deudor dice que pedir un crédito para saldar tus deudas no es recomendable, ya que la situación podría empeorar. Sin embargo, “es opción cuando de verdad el préstamo te da menores tasas de interés y te permite liquidar todas las deudas que tienes. A este proceso se le conoce como ‘consolidar una deuda’”, dice Ángel González.
Existen empresas conocidas como reparadoras de crédito que te pueden ayudar, como Renace (Recuperadora Nacional de Crédito), Cura Deuda o Resuelve tu deuda, que ofrecen préstamos a tasas menores que las de una tarjeta de crédito. Estas compañías son intermediarios entre el acreedor y las instituciones financieras. Su labor es negociar un descuento importante de la deuda, a cambio de una comisión. Nadie las regula.
También puedes acudir a Defensa del Deudor, que te brinda asesoría jurídica, representación legal, negocia tus deudas y te protege legalmente durante el tiempo que tardas en saldar tus deudas. Esta asociación civil solo te pide que te afilies y pagues una cuota de recuperación para gastos de operación. Pero si eliges a alguna reparadora, González aconseja:
- Leer qué te ofrecen, preguntar todas tus dudas y comparar entre un par de compañías. Revisa que estén dadas de alta ante el SAT.
- Si encuentras un crédito con una tasa más baja a la que te cobran actualmente, te alcanza para saldar la totalidad de tus deudas y la institución es seria, adelante.
- No entregues anticipos ni pagos previos al otorgamiento del nuevo crédito porque “seguro es un fraude”, dice González.
Estrategia 4. Busca una quita
Es un convenio que un deudor firma con uno o varios acreedores, a través del cual se compromete a pagar en un plazo corto y determinado una parte de su deuda al acreedor, quien renuncia a su derecho de cobrar el resto. Es una renegociación de la deuda. Es decir, si debes 100 mil pesos; por ejemplo, el banco te permite liquidar 40 mil en un plazo de dos meses y con eso se liquida el saldo.
González explica que la quita es un beneficio que otorga la institución a su consideración. Si quien otorgó el crédito decide que la cuenta es susceptible de ser pagada con una quita, la va a ofrecer.
Sin embargo, “antes de pactar una quita, los acreedores calculan la solvencia de cada deudor. Si la institución identifica que tienes la posibilidad de pagar según el plan original, preferirá que te regularices en el esquema que contrataste”, agrega González.
El especialista recomienda buscar la opción de la quita cuando ya no puedes pagar a través de una reestructura. Si la institución te ofrece una quita:
• Debe entregarte una carta convenio donde se estipulen las condiciones en que se realizará la quita. “Es importante porque te respalda si la institución quisiera cobrarte de nuevo la deuda más adelante”, dice González.
• Si la negociación es con un despacho de cobranza, la carta puede ser firmada por el intermediario; sin embargo, necesitas validar el acuerdo con el banco para confirmar que las condiciones sean reales. 7 de cada 10 ofrecimientos de este tipo por medio de un despacho de cobranza son falsos, dice el especialista.
Debes ser consciente de que una quita deja una nota en el Buró de Crédito que te baja la calificación crediticia por no pagar el total de la deuda y sus intereses, lo que podría afectar para obtener nuevos préstamos; no obstante, es mejor este método que dejar de pagar, y con el tiempo se eliminará de tu historial.
Ahora que ya sabes cuales son las opciones, acércate a tu institución financiera y analiza cuál te conviene más para salir de tus deudas.
En el caso de Armando, primero intentó renegociar la deuda, pero se dio cuenta de que aún así no podría pagar los más de 200 mil pesos que acumuló por no pagar en tiempo y forma, así que optó por negociar una quita y está a punto de librarse de los problemas.
srgs