La digitalización del dinero va más allá de plásticos y apps bancarias. Ha permitido el progreso de comunidades enteras.
Entre 2014 y 2017, la empresa de energía Mobisol llevó electricidad limpia a más de medio millón de personas en el este de África, y su meta es tener una cobertura de 20 millones en 2023. Pero llevar paneles solares a las lejanas comunidades rurales subsaharianas no sería posible sin la ayuda de las finanzas digitales.
El problema era este: un sistema solar básico cuesta en promedio 1,000 dólares, más de 60% de lo que un africano gana al año. Claramente la solución estaba en ofrecer créditos a las personas de la región, pero era impensable en territorios donde la banca tradicional solo llega a 35% de los habitantes, que tienen una cuenta de ahorro.
Entonces llegó Mobisol con un modelo comercial basado en microcréditos a 36 meses, con pagos incrementales a realizarse a través de la banca móvil y la posibilidad de utilizar la energía obtenida para generar ganancias que amorticen esos pagos. Atractivo, ¿cierto?
La inclusión financiera llegó a la región empujada por la imparable avalancha de la tecnología móvil. Hoy, más de 12% de los adultos en África subsahariana tiene una cuenta de dinero móvil —contra 2% en el resto del mundo—, y existen tres monede¬ros electrónicos por cada uno que hay en Estados Unidos.
Como beneficio adicional, el dinero móvil trajo desarrollo económico y acceso a servicios básicos en la región, los cuales incluyen electricidad y agua potable.
El Dato.79.1
millones de usuarios activos se conectan a internet
Mercado en transformación
De acuerdo con el Instituto Global McKinsey, hay estudios que indican que un mayor uso de servicios financieros digitales podría aumentar el Producto Interno Bruto (PBI) de México en 90,000 millones de dólares (mdd) para 2025, aunque es necesaria una titánica labor de educación financiera y tecnológica para incluir a los mexicanos en el sistema financiero formal.
¿Cuáles podrían ser los alcances de la inclusión financiera? Si bien es un tema que va lento, las finanzas digitales, entendidas como la prestación de servicios financieros a través de teléfonos móviles, internet o tarjetas, se ven como un catalizador para el suministro y el uso de créditos, seguros, ahorros, pensiones, dinero móvil y educación financiera. Esto es especialmente útil para aquellas personas que se encuentran en la base de la pirámide.
29 millones de personas adultas aún no tienen una cuenta de banco, existen 79.1 millones de usuarios activos que se conectan regularmente a internet, y de ellos, casi 80% tiene un teléfono inteligente con el que podría acceder a cualquier servicio financiero a través de la banca electrónica, los portales de servicio de intermediarios financieros, como aseguradoras, bancas de inversión o afores, o alguna empresa del entorno fintech.
Bye bye efectivo
La digitalización de los servicios financieros tiene ventajas adicionales a la inclusión. En opinión de Gonzalo Alonso, CEO de CuentasOK, permite el reordenamiento de las finanzas para transparentar la economía.
El uso del dinero como lo conocemos —en billetes o monedas—tiende a desaparecer lentamente, algo deseable porque “lo que más genera guerras, hambruna y problemas sociales en el mundo es la concentración de dinero en efectivo, legal e ilegal. Una vez que entra a un banco, se fiscaliza y baja a ritmo acelerado la curva de violencia, fraudes y extorsiones”, dice el directivo de CuentasOK.
En ese sentido, el World Economic Forum ha publicado diversos estudios que demuestran que, mientras menos efectivo utilizamos, se concentra mayor riqueza social.
“Somos más educados, más seguros y cívicos; ahorramos, invertimos y prestamos correctamente, lo que a su vez genera riqueza de manera transparente, porque hay estados de cuenta que tienen valor legal y te dicen de dónde viene y a dónde va ese dinero”, comenta Gonzalo Alonso.
El avance de la banca electrónica y la banca móvil ha permitido que cada vez más personas utilicen los servicios financieros en nuestro país, aunque de manera acotada.
“Ya no hay que ceñirse a un horario o formarse por horas. Hay cajeros electrónicos y otros medios digitales para que hagas transferencias y pagos sin necesidad de usar efectivo. El uso del dinero es más responsable y seguro”, explica Alonso.
El reto es compartido
En un país donde 56% de la población adulta no guarda relación con algún banco, la inclusión financiera requiere el apoyo de empresas pequeñas y medianas que ofrecen diversos servicios financieros a través de plataformas digitales, a las que se accede por medio de dispositivos móviles con conexión a internet.
Estas empresas son las llamadas fintech, que por lo general se limitan a ofrecer algún servicio en específico, por ejemplo, bancos enteramente online, pero son más abundantes las plataformas de compras, pagos, préstamos entre pares, inversiones, créditos, finanzas personales y seguros.
¿Dinero seguro?
Uno de los principales frenos en la digitalización del dinero ha sido la seguridad. Las primeras transacciones digitales en popularizarse fueron las compras por internet.
El ecommerce nació a finales de los años 70 con el concepto EDI (Electronic Data Interchange), y aunque hoy los millennials compran con naturalidad casi cualquier cosa con un clic, los adultos mexicanos de más de 55 años todavía disfrutan de pasearse por las tiendas, según datos de la Asociación de Internet.mx.
Con todo y que el ecommerce ha crecido a doble dígito en México durante los últimos años, los compradores siempre están preocupados por la protección de sus datos e información personal por parte de los sitios de compra en línea.
Según la Encuesta Global de Consumo 2017 de KPMG Internacional, en México esta preocupación toca a 71% de la generación de Baby boomers, 66% de la generación X y 56% de los millennials.
Mario di Costanzo, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), explica que “la gente debe conocer las herramientas digitales que usa: los tokens, sus claves, sus números de seguridad y los
plásticos son de uso personal, no deben entregarse a terceros”.
El presidente de la Condusef dice que mientras la banca avanza en la oferta de servicios digitales, también crecen las quejas sobre ella. “En el ámbito virtual se dan el phishing, vishing y todo tipo de fraudes, ya sea por mail o teléfono, para obtener las claves privadas o los números
confidenciales de los plásticos del usuario.
En este sentido, Di Costanzo menciona que las instituciones financieras “inducen a sus clientes a utilizar sus aplicaciones sin asegurarse que están familiarizados con ellas y además descuidan su propia identidad, a veces te llaman o envían mensajes de números que en apariencia son de la línea institucional del banco”.
En cuanto a las empresas de finanzas digitales no bancarias, la Condusef no tiene injerencia por ahora; sin embargo, en cuanto se publiquen las normas secundarias de la Ley Fintech, que fue aprobada en marzo de este año, estas empresas deberán convertirse en Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) de crédito, consumo, inversión o medio de pago, por lo que quedarán reguladas y serán consideradas entidades financieras.
Entre otras cosas, la ley propone el uso de la firma electrónica y sistemas de autenticidad en estas plataformas tecnológicas. “Es un buen paso para regular a las empresas que han surgido, las cuales complementan muy bien los servicios que otras entidades ofrecemos”, dice Rodrigo García Estebarena, director general para México de Western Union México.
“Es recomendable que los usuarios solo traten con las instituciones que obtengan la autorización como ITF, estén reguladas y operen con garantías, ya que solo así estarán protegidos”, añade Mario Di Costanzo.
Tres básicos de las finanzas digitales
1-En la palma de tu mano
Una de las maneras más fáciles de familiarizarse con las finanzas digitaleses utilizar la banca electrónica y móvil de tu banco. Aunque hoy todos los grupos financieros tienen una amplia oferta de servicios digitales, BBVA Bancomer es el más avanzado, luego de invertir 1,500 mdd en cinco años, para su programa de transformación digital y de sucursales.
En su oferta actual, BBVA no solo tiene apps con las que sus clientes pueden realizar transacciones o contrataciones, también ofrece productos nativos digitales como BBVA Wallet, que permite a sus clientes administrar tarjetas de crédito o débito y generar tarjetas digitales para realizar compras en línea con seguridad, o BBVA Send, con la que se pueden enviar o recibir transferencias a los contactos del celular sin necesidad de un número de cuenta o tarjeta.
Los canales digitales también impactan positivamente en la operación de las instituciones, ya que “nos permiten ahorrar dinero en la llegada de los clientes y acercarnos a segmentos de menores ingresos, que antes no podíamos atender”, explica Carlos López-Moctezuma, director de Nuevos Negocios Digitales e Inclusión Financiera de BBVA Bancomer.
Aunque considera que las nuevas generaciones tienen una mayor facilidad para adaptarse a estas plataformas, López-Moctezuma dice que “es una tendencia en todos los grupos de edad. Vemos con gusto cómo la digitalización avanza cada vez más rápido”.
De igual forma, nunca debes reenviar un mensaje de texto que recibas por parte del banco, en especial si tiene algún código de activación, y nunca realices operaciones en sitios de internet que parezcan dudosos. La dirección URL de la página del banco tiene un candado verde, que significa que la página es segura. También es importante evitar hacer transacciones en computadoras públicas.
Recomendación de seguridad
Recuerda que ningún banco solicita datos confidenciales, números de identificación personal (NIP), códigos de seguridad o contraseñas.
No importa si la solicitud la recibes por algún medio remoto, como llamadas telefónicas,chat, mensajería celular o correo electrónico, ya que puede tratarse de un intento de fraude.
De igual forma, nunca debes reenviar un mensaje de texto que recibas por parte del banco, en especial si tiene algún código de activación, y nunca realices operaciones en sitios de internet que parezcan dudosos. La dirección URL de la página del banco tiene un candado verde, que significa que la página es segura. También es importante evitar hacer transacciones en computadoras públicas.
2- Inversión online
La digitalización también ha abierto el mercado de inversión. Ya no necesitas ser un acaudalado o experto economista para poner a trabajar tu dinero. Hay opciones digitales que simplifican el proceso, tanto para inversiones bancarias como de entidades especializadas (llamadas operadoras de fondos) y, por supuesto, empresas fintech que sirven como puente entre los inversionistas y los proyectos de inversión, es decir, personas o empresas que requieren financiamiento.
Cualquiera que sea tu nivel de inversionista: conservador, moderado, agresivo; con mucho o poco capital, el entorno digital ofrece posibilidades seguras para poner a trabajar tu dinero. “Las plataformas digitales hacen accesible y simple el proceso”, comenta Eduardo Yglesias, gerente de estrategia en GBM Fondos.
Tanto GBM HomeBroker como Piggo, los dos servicios de inversión y ahorro que ofrece GBM, hacen que la experiencia sea más sencilla. “Cualquiera puede abrir su contrato en línea en minutos. Además, al ser un proceso digital, se reducen los montos mínimos de entrada solicitados y las comisiones son menores”, dice.
En la plataforma de GBM se pueden abrir cuentas de inversión desde 10,000 pesos, en comparación con la banca patrimonial tradicional, en la que los montos de apertura de cuenta son en promedio de 100,000 pesos.
Yglesias explica que “Piggo es para el inversionista joven, que está empezando a invertir. Es 100% digital. Por su parte, la plataforma de GBM Homebroker es una herramienta para que nuestros clientes se sientan más cercanos y en control de sus inversiones, aunque tenemos oficinas físicas por si quieren un trato directo”.
Según Yglesias, aunque los millennials son la generación más familiarizada con la tecnología, los clientes de GBM Homebroker son en su mayoría adultos de más de 50 años, “que ya han trabajado sus excedentes y tienen un volumen de activos más grande”.
Otra opción para poner a trabajar el dinero son las plataformas de crowdlending y crowdfunding; ambos esquemas están conformados por un proyecto o una persona que requiere financiamiento y un grupo de personas que invierten a cambio de un rendimiento. En ocasiones se invierte para obtener ganancias económicas (crowdlending) o para ayudar a cambio de un beneficio que puede ser real o simbólico (crowdfunding).
Pero también hay plataformas de crowdfunding dedicadas al negocio inmobiliario, en las que los rendimientos prometidos son interesantes.
“Los bienes raíces son un buen negocio, seguro y fuerte, pero es difícil acceder a estas inversiones porque se requiere mucho capital. Con el crowdfunding inmobiliario se vence esa barrera porque la inversión se hace en conjunto y las ganancias se dividen”, dice José Enrique González, director de M2Crowd.
La plataforma con la que opera M2Crowd es fácil de usar. Solo debes registrarte y elegir el proyecto en el que quieres invertir.
“El seguimiento a la inversión se hace en la plataforma, la seguridad del dinero se garantiza a través de un fideicomiso bancario”.
El modelo de crowdfunding de M2Crowd ofrece diversos esquemas de inversión: el patrimonial, para obtener ganancias mensuales (renta) y un ingreso al final del plazo (tras la venta del inmueble); el de deuda, donde se le presta al desarrollador para completar su financiamiento y se reciben pagos bimestrales, y el equity, donde se compra un inmueble en precio de preventa para venderlo cuando esté terminado y tener un retorno en pocos meses.
3-Dinero viajero
Con más de 160 años de operaciones, la empresa Western Union (WU) ha tenido que adelantarse a cada avance tecnológico para adaptarse o innovar, según sea el caso.
En un entorno digital, esta empresa de envíos internacionales de dinero es la jugadora principal en el mercado de remesas digitales en el mundo; “casi duplicamos a nuestro competidor más cercano y hemos crecido a un ritmo de 20%”, explica Rodrigo García Estebarena.
En nuestro país, el tema digital todavía no ha permeado entre las personas que realizan envíos de dinero. “El efectivo es y seguirá siendo el método preferido en el segmento de clientes que utilizan remesas”, advierte el director general de WU México.
De cualquier forma, la empresa ofrece los mismos servicios que en los otros 200 países en los que opera, debido a que en México “también hay clientes más bancarizados, para quienes las transacciones digitales tienen un rol importante. Para nosotros, el cliente siempre está en el centro de nuestras operaciones y si en algún momento tiene necesidad de hacer una transacción digital, queremos que la haga en WU”, agrega García Estebarena.
Contra lo que pudiera pensarse, México envía más remesas de las que recibe; la prueba es que en el primer segmento creció 20% y solo 5% en el segundo, según el último reporte de WU. En este contexto, la seguridad y el cumplimiento de las prácticas antilavado de dinero cobra gran relevancia.
La empresa tiene el sistema de cumplimiento más robusto del mundo, en el que invirtió más de 200 millones de dólares; particularmente en nuestro país “tenemos implementado uno de los sistemas más estrictos, porque vamos más allá de lo que la regulación pide en cuanto a reglas de monitoreo de transacciones en tiempo real y en el backoffice”.
Esta empresa, cuya aplicación móvil opera en 50 países y ofrece una plataforma web en el resto del mundo, puede enviar dinero, en segundos, a más de 4,000 millones de cuentas bancarias en 140 diferentes monedas, y a más de 100 millones de cuentas en México.
Las finanzas digitales son una realidad para todos. Aprovecha los beneficios que ofrecen, con seguridad y sin salir de casa.
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