El financiamiento a los hogares fue lo que impulsó que el crédito al sector privado no financiero (SPNF) haya crecido 2.3 por ciento real anual en 2022; sin embargo, aun no recupera sus niveles prepandemia, estando 5.5 por ciento debajo de lo registrado en 2019.
Durante la presentación del informe Situación Banca, correspondiente al primer semestre 2023, de BBVA México, Mariana Torán Flores, economista principal de la firma financiera, comentó que debido a una irregularidad en la recuperación de saldos vigentes de las distintas carteras “todavía no alcanzamos estos saldos de crédito al SNPD que observamos antes de febrero de 2020”.
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Señaló que el diferencial más notable es en la cartera de empresas, que se encuentra 10.1 por ciento real por debajo del saldo prepandemia; sin embargo, el financiamiento a los hogares presenta un saldo mayor en 0.8 por ciento al registrado en 2019.
“En 2022 la principal fuente de impulso a esta recuperación fue la cartera de consumo, resultado de crecimientos anuales promedio en términos reales (excluyendo la inflación) de 5.3 por ciento de la cartera de consumo y de 3.3 por ciento de la cartera de vivienda”, comentó.
Respecto al crédito al consumo, Gerónimo Ugarte Bedwell, economista en la empresa financiera, destacó que alcanzó 9.1 por ciento anual en términos reales en diciembre de pasado, que se sustenta por un crecimiento arriba de lo esperado tanto de los salarios reales y el empleo formal, como del propio consumo privado de la economía.
“Los segmentos de tarjeta de crédito y nómina fueron los que más contribuyeron al incremento de la cartera de consumo, tras una aceleración en su crecimiento durante 2022 que los llevó a cerrar el año en niveles de alrededor del 10 por ciento anual, una vez descontada la inflación”, comentó.
Agregó que estos crecimientos coinciden con reducciones en términos reales de los límites de crédito, lo que sugiere condiciones más prudentes de otorgamiento ante un entorno de mayores tasas de interés.
Comentó que, hacia delante, la persistencia de la inflación podría mantener los elevados niveles de tasas de interés por un tiempo prolongado, lo que mantendría la tendencia de recomposición de las fuentes de financiamiento.
“Las perspectivas actuales señalan que esto podría ser más que compensado si se mantiene la fortaleza de los ingresos de hogares y empresas, que constituyen los principales motores del crecimiento del crédito”, finalizó.
AMP