La guerra de divisas

FT Mercados

Un enfrentamiento monetario entre EU y China provocaría una volatilidad extrema en los mercados mundiales.

“El evidente escenario de la pesadilla sería utilizar como armamento las reservas oficiales de divisas chinas contra EU”(Shutterstock).
John Plender
Ciudad de México /

Pasar de la guerra comercial a la guerra monetaria es peligrosamente simple. A medida que aumenta la amenaza de aranceles entre Estados Unidos (EU) y China, y el yuan se hunde frente al dólar, también se incrementa el riesgo de que el presidente Donald Trump dé ese paso.

La preocupación más específica en los mercados es que la administración estadounidense podría intervenir directamente para debilitar al dólar. Mientras que el yen, el euro y la libra esterlina son objetivos potenciales, la mayor posibilidad de inestabilidad financiera mundial se relaciona con EU y China.

En una frase sorprendentemente vívida, Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal (Fed), se refirió una vez a los estrechos vínculos financieros entre EU y China como un “abrazo potencialmente fatal”. Como parte de esa relación, el país asiático posee más de 1,000 millones de dólares (mdd) de valores del Departamento del Tesoro de EU.

 Con el telón de fondo de las fuertes fricciones comerciales entre ambos países, el evidente escenario de la pesadilla sería utilizar como armamento las reservas oficiales de divisas chinas contra EU. Hay señales en el horizonte. 


En los últimos tres meses y hasta finales de mayo, las tenencias que tiene China de pagarés del gobierno estadounidense se redujeron en 20,700 mdd para llegar a 1.1 mdd. Esta sigue siendo la mayor participación extranjera en el mercado del Departamento del Tesoro de EU, aunque se redujo en 81,000 mdd desde junio del año pasado. 

Pero a largo plazo, la propiedad china de los bonos estadounidenses en circulación cayó de un pico de 14% en 2011 a 7% en el último recuento. Claramente, la disposición de Beijing para financiar el creciente déficit fiscal de EU está disminuyendo.

 La pregunta es cuán siniestra es la interpretación de esta evacuación del mercado de deuda soberana más grande del mundo, y si todos son demasiado complacientes con la amenaza del emplazamiento de armas. El temor de que China use el apalancamiento financiero para influir en la política estadounidense no carece por completo de fundamento.

 En 2011, Ding Gang, editor senior del People’s Daily, argumentó que Beijing debía usar su influencia financiera para dar una lección a EU, en respuesta a sus ventas de armas a Taiwán. Sin embargo, esta amenaza no preocupó al Departamento de Defensa de EU.

 En un informe de 2012, el organismo respondió que la amenaza no era creíble, porque el uso de valores del Departamento del Tesoro como herramienta coercitiva tendría un efecto limitado, y haría más daño al país asiático que a EU. El Pentágono tenía un punto: China no podía deshacerse de los bonosestadounidenses sin aumentar los rendimientos, lo que llevaría a grandes pérdidas en sus tenencias. Si se repatriaban los ingresos, las pérdidas se verían agravadas por un aumento del yuan y una caída del dólar.

 Ahora, los rendimientos del Tesoro de EU están cayendo, mientras Beijing vende. Eso sugiere que es tan grande el conjunto de ahorros nacionales y extranjeros, los cuales respaldan lo que se percibe como la colección de activos más segura del mundo, que la desinversión china no es más que un parpadeo.

De igual importancia, los paraísos alternativos para las reservas oficiales chinas son menos que atractivos. Existe un límite sobre cuánto puede absorber el mercado del oro, mientras que el mercado de deuda soberana de la zona euro está fragmentado y relativamente no tiene liquidez. Además, una parte cada vez mayor de la deuda pública de la eurozona muestra un rendimiento negativo, a diferencia de la deuda de EU.

No obstante, hay una importante advertencia en cualquier análisis de los flujos de capital chinos. Las publicaciones de datos de capital internacional del Departamento del Tesoro no capturan todos los cambios en la cartera de reservas oficiales de China. Las participaciones pueden trasladarse a cuentas en Luxemburgo o Bélgica. También es posible que Beijing esté tratando de mejorar el rendimiento de sus reservas, al cambiar a otros activos en dólares de mayor rendimiento.

La verdadera pregunta es: ¿cómo percibe el liderazgo del Partido Comunista en Beijing sus intereses, particularmente en esta etapa tensa de las negociaciones comerciales con Trump? La única certeza es que cualquier decisión abrupta de vender los valores del Tesoro de EU que tiene China precipitaría una volatilidad extrema en los mercados mundiales. Al final, la verdadera fuerza de la referencia de Volcker a un abrazo mortal yace en una consecuencia no deseada de la interdependencia. 

Antes de la crisis financiera mundial en 2008, el exceso de ahorro de China fue un factor importante que contribuyó a la burbuja crediticia de EU, cuyo colapso en 2007-2008 estuvo cerca de provocar una depresión al estilo de la década de 1930. 

Pero para ser justos con los chinos, su enorme bombeo fiscal y monetario, que llegó a su plenitud entre 2009 y 2010, ayudó a poner de nuevo en el camino al espectáculo económico mundial. Lo que se desprende de esta historia, con el riesgo de afirmar lo obvio, es que todo lo relacionado con la interdependencia económica es de doble filo.



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