La libertad de correr

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Los banqueros buscan en los maratones, la resistencia para seguir adelante y tomar el control en al menos un área de sus vidas.

Los ejecutivos financieros que corren maratones (Cortesía).
Laura Noonan
Ciudad de México /

"Te debe encantar correr”, me dicen a menudo las personas cuando escuchan que me inscribí a otro maratón o me ven salir de la oficina, para trotar por el camino junto al río Hudson de Nueva York. Sin duda hay muchos a los que les gusta. En el peor día de mi vida, corrí dos veces, salí tan rápido y fuerte como pude para sentir algo más. Troté en el pavimento con furia después de que me ganaron historias y no logré entrevistas. Salvé los días malos con buenas carreras más veces de las que puedo recordar.

Esto puede parecer una locura, y podría compartir esa opinión si no pasara tantas horas cubriendo la fuente financiera, una industria llena de almas gemelas que comparten mi relación con una de las formas de ejercicio más simples del mundo.

 La mitad de los banqueros parece estar entrenando o recuperándose de un maratón, o intentando un desafío más arduo. El entusiasmo del sector financiero por correr no es solo anecdótico, en la línea de salida para el Maratón de Londres en abril pasado, tuve 1 oportunidad entre 10 de tropezar con alguien de la industria. 

Entonces, ¿qué une a los maratones y al sector financiero de manera tan estrecha? La respuesta es que ambos atraen personalidades de “tipo A”. La intensa preparación que exige un maratón no es tan diferente de la que se necesita para ganar un gran cliente. De igual manera, la resistencia para seguir adelante cuando tus piernas no dan más, es la misma que impulsa a los analistas de inversión durante 16 horas al día. 

Brad Hu, director de riesgos de Citigroup, tenía 49 años cuando descubrió la pasión por correr. Ahora practica streak running —carreras diarias con distancias mínimas—. Como mínimo corre 4.82 kilómetros, pero algunos días hasta ocho.

“Si tengo una carrera o un objetivo, quedó atrapado, comprometido totalmente con el programa de entrenamiento”, dice. ¿Cómo encaja eso con las demandas y la imprevisibilidad que conlleva manejar riesgos? “No hay excusa”, dice Hu. 

Por su parte, John Wraith, jefe de la estrategia de las tasas del Reino Unido de UBS, corrió un maratón todos los meses de 2018, incluso cuando su tarea de predecir el costo futuro de la deuda del Reino Unido se hizo más difícil gracias al Brexit.

 Sin embargo, el entusiasmo y la determinación solo pueden explicar parcialmente por qué los banqueros corren. También deben querer hacerlo. Desde mi sitio con una perspectiva privilegiada sobre los grandes bancos globales, puedo ver muchas razones.

 “Algunos de mis mejores clientes corren conmigo”, dice Ricardo Mora, socio de Goldman Sachs. Como alguien que tiene algunas reuniones de carrera con clientes, puedo ver cómo el esfuerzo compartido forja vínculos más profundos que una bebida o una comida.

Mora también corre con colegas, y es uno de los organizadores del evento anual de Goldman para los pasantes de verano y otros corredores en el banco. “Para un junior que salió de la universidad y busca trabajo, es otra manera de conectar”, dice Mora. Entre 40 y 50 personas se unen a la carrera anualmente.

Correr también se divide de manera más o menos equitativa entre los participantes, como lo demuestra la última encuesta anual de Running USA, que señala que 54% de los deportistas son mujeres. Una consideración importante, ya que la industria financiera se encuentra bajo una creciente presión para mejorar su diversidad de género. 

Todas estas cualidades de unión se exhibieron en la carrera de Rochester, en Nueva York cuando 8,000 personas salieron a las calles para ayudar a la organización benéfica United Way. La carrera fue parte de la serie Corporate Challenge de JPMorgan. 

Después del evento, los edificios de Rochester se iluminaron con el característico color azul de la compañía para marcar su sello en la ciudad, en un momento en que sus rivales, Goldman y Bank of America buscan una porción más grande del negocio en la región central de EU. 

Bank of America es igual de efusivo sobre su propiedad en el Maratón de Chicago. “De lo que se tratan en las altas y bajas del entrenamiento para una carrera es de establecer un objetivo y hacer lo necesario para alcanzarlo”, dice Joe Smith, supervisor de la relación del banco con la competencia. 

Correr ofrece beneficios para la salud y las oportunidades de crear una red de contactos, pero los banqueros con los que hablé se veían más apasionados al referirse a los beneficios intangibles.

 Kelly Crowe, una maratonista que trabaja en la división de mercadotecnia de Brown Brothers Harriman, dice que correr le brinda “claridad y felicidad”, refiriéndose al “éxtasis de los corredores”, una sensación sublime de euforia que experimentan al ejercitarse. 

Algunos empleados de finanzas que inician sus profesiones y se sienten sujetos a los caprichos constantes de sus jefes. Dicen que corren para tomar el control en al menos un área de sus vidas. 

Mora, un socio de Goldman Sachs, da una respuesta sorprendentemente similar cuando se le pregunta por qué corre. “Libertad”. ¿Libertad de qué? “Es una reflexión personal”, dice. “Es la libertad de tu rutina diaria…. en una hora al día tengo un momento que es solo mío, puedo salir y correr”.





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