La sustentabilidad debe estar en la agenda de quien gane

Sin importar el resultado de las elecciones, México tiene que seguir con proyectos que ayuden a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, afirman especialistas.

El programa Voluntarios Modelo es el de mayor impacto en México. (Especial)
Gabriel Bolio y Carlos Domínguez
Ciudad de México /

Desde el punto de vista de especialistas en Responsabilidad Social Empresarial, sin importar cuál sea el resultado de las elecciones, la iniciativa privada, la sociedad civil y el gobierno deben mantener un plan en el que la sustentabilidad sea el eje rector y no perder de vista los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la ONU, con los cuales el país está comprometido.

“Yo creo que México, al estar suscrito en la agenda de desarrollo de Naciones Unidas que incluye los 17 ODS, tiene que armar un plan estructurado y establecer prioridades con metas e indicadores. Para esto hacen falta ciertas reformas institucionales, deben afinarse algunas políticas públicas y abatir los rezagos, pero con una agenda alineada a la global. Independientemente de qué gobierno llegue, el país debe seguir trabajando en un plan de largo plazo pensando en esta agenda de sustentabilidad global y actuando de manera local, atendiendo tanto los avances que ya logramos, como los ámbitos en los que no estamos tan adelantados”, señaló en entrevista Mariuz Calvet, directora de Sustentabilidad e Inversión Responsable de Banorte.

Al respecto, Marcela Cristo Vaca, directora de Sustentabilidad y de la Fundación de Grupo Modelo, coincidió en la importancia de hacerle frente a los desafíos de la sustentabilidad. “Tiene que estar en la agenda de trabajo de todos los sectores, se tiene que lograr con el nuevo gobierno, al interior de las empresas y en organizaciones de la sociedad civil. En Grupo Modelo esto es parte de nuestro negocio, apoyamos y diseñamos programas que estén orientados en los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y la agenda 2030. Nos interesa que exista un esquema de reporte donde se puedan cuantificar estas acciones y se sumen a las que el país está haciendo para enfrentar esos desafíos. Estamos enfocados en impulsar a México y listos para trabajar con cualquiera de los candidatos que sea el ganador”.

CONTRA LA CORRUPCIÓN

Al preguntar cuáles son los retos de la iniciativa privada para contribuir con el desarrollo sostenible, la directiva de Banorte destacó: “Hay temas como el combate a la corrupción y la ética en los negocios que son transversales a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 2030. Esas metas están relacionadas con un actuar responsable. Una parte esencial del combate a la corrupción reside en la transparencia de las empresas, tanto en su estructura, como en reportar sus actividades con los resultados económicos, sociales y ambientales, alineadas con los parámetros internacionales”.

Calvet agregó que “esta transparencia con indicadores, metas y seguimiento es lo que puede generar confianza hacia el sector privado. Desde el lado de los negocios ese es el factor necesario para el combate a la corrupción, porque es la falta de transparencia la que permite que haya actividades corruptas, malos manejos de fondos y acciones contrarias a la ley. Nosotros solicitamos a los clientes documentación y pedimos que las empresas en las que invertimos tengan reportes e información pública, y esa transparencia a nosotros nos la exigen nuestros inversionistas y nos la exige México”.

Por ello, explicó, una de las principales acciones que ha implementado la entidad financiera es hacer una revisión de los créditos que otorgan y las inversiones. “Un ejemplo interesante es lo que hacemos en Banorte, porque, por ejemplo, uno se puede preguntar cómo contribuimos con los objetivos medioambientales. Cuando prestamos (dinero) a nuestros clientes, lo que hacemos desde 2012 es revisar detenidamente cada uno de los créditos que se solicitan en el portafolio; pasan por un sistema minucioso de análisis de impactos sociales y ambientales, de esta manera cualquier proyecto que esté cerca de un área natural protegida o que pueda afectar los océanos, una fuente hídrica o un ecosistema terrestre, lo analizamos para cuidar que en cada financiamiento se hagan las recomendaciones determinadas para que no haya impactos negativos”, detalló.

Respecto a cómo funciona ese sistema, explicó que “como somos firmantes de los Principios de Ecuador, nos piden clasificar los proyectos dependiendo de su posible impacto. Hay tres clasificaciones: A, B y C. Los A son los que presentan más riesgo y los C aquellos con menos; les hacemos recomendaciones a los clientes para evitar o mitigar los impactos negativos y les damos un periodo de cumplimiento. Las recomendaciones son diversas, como pedirles una certificación, hacer un estudio de impacto social o ambiental, implementar prácticas internacionales o hacerles sugerencias para que se apeguen a ciertos reglamentos o leyes”.

Para ese trabajo Banorte cuenta con un equipo de especialistas. “En el caso de las solicitudes de crédito que están en la primera categoría, hacemos una visita anual en sitio a la que llevamos un checklist de las sugerencias para revisar su cumplimiento. Los clientes aprecian esta interacción, porque es un acompañamiento para que implementen las mejores prácticas internacionales en todos los sectores, como el turístico o el de construcción. A través de esas visitas anuales en sitio, además de todo el papeleo y las certificaciones que pedimos, hacemos toda una revisión durante los años de la vigencia que tenga cada crédito”.

La directiva de Banorte comentó que revisan y otorgan financiamiento a diversos tipos de proyectos en todos los sectores empresariales, pero “los que son muy visuales son los turísticos que están cerca de áreas naturales protegidas, por ejemplo, en la Riviera Maya, que es donde hay más de esas zonas. Ahí hemos hecho recomendaciones no solamente para evitar impactos ambientales negativos, sino también sugerencias que ayuden a las comunidades donde se desarrolla el proyecto, por ejemplo, de contratación de personal local, así como consumo de productos y contratación de proveedores de la zona para incentivar el desarrollo económico y social.

Para concluir, Clavet destacó que “en esta cultura de la sustentabilidad empresarial, los negocios tienen un papel definido y una responsabilidad ante el desarrollo nacional... Para poder decir que son sustentables y contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades donde operan, las empresas tienen que cumplir con tres áreas principales, que son la social, la ambiental y la de gobierno corporativo, por eso tienden a redefinir su rol en las operaciones; tienen, por supuesto, un factor de orientación de negocio y rentabilidad, pero han cambiado sus prioridades para ser un actor de generación de valor compartido para todos los grupos de interés que los rodean. Bajo ese enfoque, la rentabilidad es una consecuencia del buen actuar y de generar valor para colaboradores, clientes, comunidades en las que opera y accionistas”.

PLAN DE LA CERVECERA

La directiva de Grupo Modelo también resaltó la importancia de los ODS y destacó las iniciativas que ejecutan para contribuir con la sustentabilidad a escala global: “Tenemos metas ambiciosas alineadas a los ODS, en torno a las acciones climáticas buscamos que ciento por ciento de la energía que usemos en nuestras plantas venga de fuentes renovables y reducir en 25 por ciento las emisiones de carbono a lo largo de nuestra cadena de valor. En México firmamos un convenio con Iberdrola y a finales de 2019 será una realidad. Atendemos la gestión del agua, trabajamos porque todas las comunidades en las que operamos tengan una mejora medible sobre disponibilidad y calidad de ese líquido. En Ciudad de México colaboramos con Agua Capital, el primer fondo de agua de la capital, donde realizamos proyectos para la conservación y recarga de mantos acuíferos de manera sostenible y de largo plazo”.

Marcela Cristo señaló que también trabajan “en hacer consciente a la población sobre el consumo inteligente del agua. Estamos migrando a la economía circular, es decir, que ciento por ciento de nuestros productos vayan en empaque con formato retornable o hechos a base de un contenido reciclable. En agricultura inteligente, buscamos que los agricultores con quienes trabajamos estén capacitados y empoderados, además de que por segundo año toda la cebada para elaborar cerveza que se venden en México y el mundo es comprada a productores mexicanos.”

La directiva también destacó las campañas que hacen para que se practique un consumo responsable de alcohol: “Trabajamos en la reducción de 10 por ciento del consumo nocivo de alcohol en siete ciudades piloto alrededor el mundo; Zacatecas es la primera donde lanzamos este programa. Colaboramos con la Comisión Nacional contra las Adicciones y otras organizaciones para logar esa meta de aquí a 2020. Por un Buen Camino, es un programa nacional que se replica en Honduras y El Salvador, el cual promueve que la gente no maneje cansada, use el cinturón de seguridad, respete las señales de tránsito, que no usen el celular al conducir y que si beben no manejen. Lanzamos un llamado para unirnos entre las cerveceras y los gobiernos a fin de promover acciones de seguridad vial con nuestros colaboradores. En 2017 logramos sumar a más de 277 empresas y a finales de este año tendremos listo el reporte sobre el impacto. En Zacatecas tenemos el proyecto ciudad Modelo, donde de 2017 a la fecha logramos reducir en 38.9 por ciento los accidentes y en 81 por ciento las muertes relacionadas con percances de tránsito”.

Marcela Cristo destacó que seguirán impulsando el voluntariado de la empresa, ya que beneficia a las comunidades y al medio ambiente. “El programa Voluntarios Modelo es el de mayor impacto en México. Al principio era voluntariado corporativo y después invitamos a la sociedad. A la fecha llevamos más de 600 mil participaciones, se hacen actividades de reforestación, recoger basura de playas, pintar escuelas, limpiar parques, ir a refugios de animales y visitar asilos. Fundación Modelo compra todos los materiales y pone a la disposición toda la logística, y los voluntarios ponen su tiempo y trabajo para apoyar distintas causas”.

En cuanto a los desafíos de la compañía para lograr la sustentabilidad, comentó: “El reto más grande es encontrar programas que sean escalables y replicables; si esto no se logra, no tendrá tanto impulso y la suma de esfuerzos de los aliados adecuados. Creemos que gobierno, empresas y sociedad civil lo vamos a lograr trabajando de la mano”. 

BANCA, A FAVOR DE LA DIVERSIDAD

Con el objetivo de promover la inclusión y diversidad en ambientes laborales, Scotiabank izó la bandera del Orgullo LGBT en la explanada de la empresa, reconociendo los valores fundamentales que simbolizan la necesidad de dar transparencia, tanto a la comunidad como a sus empleados.

Miguel Lozano, director general Adjunto de Recursos Humanos, dijo a MILENIO que un grupo de empleados que son parte de la comunidad LGBT se acercó para ofrecer actividades y pláticas sobre diversidad: “Ellos nos ayudan a educar a las personas que no comprenden que existe gente con gustos diferentes; la diversidad es parte de nuestra cultura, por lo que es importante que el personal se desenvuelva en un ambiente de respeto e incluyente, en donde todos se sientan seguros, valorados y respetados”.

Durante el mes del orgullo gay y el resto de año incluirán jornadas de concientización.

“Me siento orgullosa de saber que según datos de la Encuesta de Discriminación de CdMx de 2017, ha bajado la percepción de discriminación; el año pasado tres de cada 10 personas se sentían discriminadas dentro de sus lugares de trabajo, ahora son 2 de cada 10 y eso es gracias a acciones que diversifican las empresas”, detalló Jacqueline L’Hoist Tapia, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).

Con información de César García/México


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