Llaman a acelerar uso de litio mexicano en baterías

Potencial. El director de CIMA del Tec de Monterrey advierte que pueden llegar firmas extranjeras para explotar y llevarse el mineral por falta de legislación en la materia.

Especialistas coinciden en que México puede ser una gran potencia de litio. Especial
Pilar Juárez
Ciudad de México /

Con el reciente descubrimiento de un yacimiento de litio en Sonora, la Industria Nacional de Autopartes (INA) promueve la instalación de una planta de baterías del llamado “petróleo del futuro” en el país.

De concretarse, México tendrá ventaja sobre otros productores del mineral por el desarrollo de su industria automotriz y contribuirá con el cumplimiento de las nuevas reglas de origen del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“El rey de litio es Chile, pero el yacimiento en este país facilita la instalación de una planta de baterías”, dijo el director de Comercio Exterior y Estandarización en INA, Alberto Bustamante. Comentó que se busca que la planta esté a cargo de los fabricantes de baterías establecidos en México, pero se debe tener certidumbre y políticas públicas que apoyen el desarrollo de la factoría.

Comparado con otros países con amplias reservas de lo que algunos llaman también el oro blanco, México tiene un ecosistema industrial aunado al megayacimiento con reservas probadas en Bacadéhuachi, Sonora, que le da ventaja respecto a otras naciones, comentaron especialistas consultados por MILENIO.

Bacanora, el inversionista

El consorcio Bacanora Lithium tiene en Bacadéhuachi una mina de 100 mil hectáreas, en la que prevé una inversión total de 420 millones de dólares, para que una vez que esté construida pueda producir 17 mil toneladas anuales de carbono de litio, señaló ayer en su informe anual Peter Secker, CEO de la firma de capital chino-británico.

Según Secker, aún falta por completar el financiamiento que se prevé concluir este año. Una vez que se tenga listo, comenzará la fase de construcción de 24 meses en Sonora.

Bacanora Lithium tiene ya una línea de deuda senior de 150 millones de dólares con RK Mine Finance, firmada en julio de 2018, y quedan por extraer 125 millones de dólares para financiar el desarrollo; aunque, advirtió Secker, el logro está sujeto a las condiciones del mercado y a que el reciente brote de coronavirus concluya, indicó el CEO de Bacanora Lithium.

El megaproyecto es uno de los más grandes del mundo y su meta es aprovechar el auge que traerán las baterías para autos eléctricos, que se sumarán al actual uso en teléfonos celulares, electrónicos y otros. 

El potencial automotriz

Actualmente la industria automotriz genera la mayor derrama económica al país, y más de un millón de empleos. México debe preocuparse por ser competitivo en el futuro, concentrarse y atender cada uno de los componentes que serán importantes en la industria del automóvil, como es el litio, expuso Hans Kohlsdorf, socio fundador de Energy to Market (EM2).

“La industria automotriz está viviendo un fuerte cambio tecnológico, de autos de combustión a híbridos o eléctricos. A medida que aparecen más eléctricos se crea un efecto de redes, demanda de baterías de mayor duración y más sitios se carga”, expuso Kohlsdorf.

El reto con este mineral es hacer las baterías en México, pero también habrá que incluir al grafeno, un conductor de electricidad.

“El interés sobre el recurso es altísimo, el reto que enfrentamos es saber si vamos a exportar la materia prima y luego a importar el producto terminado, o vamos a traer la industria de fabricación de baterías para tener todo aquí”, apuntó Kohlsdorf.

Retos y ventajas

Se estima que la demanda del oro blanco se incrementará ocho veces hacia 2030. Con una tasa de crecimiento anual compuesto de 14 por ciento, el litio puede representar 25 nuevas minas con una producción promedio de 25 mil toneladas por año cada uno hacia 2025, según las estimaciones de Bacanora Lithium.

La empresa estima que tendrá un costo de explotación de 4 mil dólares por tonelada, lo que la colocará como uno de los más bajos en la industria. La compañía se basa en que en cuatro años, en su planta piloto, se logró una producción continua de carbonato de litio de grado batería de 99.9 por ciento con pruebas en curso para producir hidróxido de litio.

El director del Centro de Investigación Mecatrónica Automotriz (CIMA) del Tec de Monterrey, Alejandro Rojo Valerio, dijo que uno de los retos es que en el país no existe una industria que desarrolle baterías de iones de dicho mineral; “para el procesamiento de litio no tenemos en México ni la tecnología ni la experiencia y en las universidades solo se ha hecho a nivel laboratorio”.

Otro reto es que no se cuenta con el recurso humano para la transformación del mineral, dijo Rojo Valerio, por lo que existe la posibilidad de que “en los próximos tres años lleguen compañías extranjeras para explotarlo y llevárselo. Va a suceder porque no hay legislación al respecto y tal vez no había esa visión de que México puede ser una gran potencia de litio”.

El Tec del Monterrey busca detectar oportunidades y generar la infraestructura para formar el recurso humano que necesitará la industria automotriz; por ahora, y en opinión de expertos de mecatrónica y mecánica, entre otras disciplinas, se necesita incorporar el punto de vista químico.

Rojo Valerio apuntó que México se está moviendo hacia la producción de vehículos eléctricos y la mitad de costo de éstos son las baterías. Aunque es más sencillo el armado de vehículos eléctricos, lo preocupante es que se requieren menos proveedores, y la cadena pasará de 350 a alrededor de 180 proveedores.

La geopolítica del litio

Cerca de 85 por ciento de los productores de baterías de litio a escala mundial están en Asia, debido a las inversiones públicas y privadas para desarrollar esta industria, señaló un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés).

La mitad de la capacidad de producción de esas baterías estaba en China; Japón y Corea tenían 15 y 20 por ciento, respectivamente.

Aunque la capacidad de Estados Unidos era pequeña en comparación con esos tres países, esta nación fue líder en capacidad de producción de baterías de iones de litio específicas para automóviles, representando 20 por ciento de la capacidad mundial.

La mayoría de los fabricantes de autos incorporaron planes para usarlas en las generaciones actuales y futuras de vehículos eléctricos e híbridos, por ejemplo, Bavarian Motor Works AG (BMW), BYD; Daimler AG (Mercedes-Benz), Ford Motor, General Motors, Mitsubishi Motors, Tesla Motors y Grupo Volkswagen.

Los fabricantes se asociaron con productores de estos productos para construir plantas de baterías para HEV y EV y comenzar la producción en masa de baterías de iones de litio.

La ventaja logística

Las nuevas operaciones de minerales de litio en el mundo que fueron diseñadas específicamente para producir carbonato e hidróxido de ese mineral de grado batería, demuestran la viabilidad económica potencial de estos recursos.

Hans Kohlsdorf, de Energy to Market, refirió que una de las ventajas para que México sea productor de baterías es la cercanía con Estados Unidos y la infraestructura de puertos. “No es lo mismo enviar litio desde Sonora que a 3 mil metros de altura, como sucede en las reservas de Bolivia, donde no hay esta infraestructura”.

La ventaja logística de Sonora y todo el norte de México es que se trata de una región perfectamente desarrollada, con vías de transporte, fuertes puertos, ferrocarriles y sobre todo clientes potenciales de la industria automotriz.

“La industria está tan enfrascada con las preocupaciones de la producción tradicional de autos y combustibles que de pronto no tenemos tiempo para pensar en lo nuevo; debemos mirar lo que será importante en 10 o 15 años, no lo que fue hace 20”, finalizó Kohlsdorf. 


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