Este mes, cuando John Gerspach, director financiero de Citigroup, anunció los resultados del primer trimestre, le dijo a los analistas de Wall Street: “Lo mejor está por venir” de la revisión de impuestos corporativos de Estados Unidos que aprobó en diciembre el Congreso con dominio republicano.
Un análisis del Financial Times sobre cómo la Ley de Recorte de Impuestos y Empleo (TCJA, por su sigla en inglés) afectó la contabilidad de 100 de las empresas estadunidenses que cotizan en bolsa muestra la verdad de ese sentimiento, para Citigroup y la mayoría de los pares de grandes empresas.
Si bien los inversionistas y analistas se centraron en el impulso a largo plazo para las empresas por los fuertes recortes a la tasa base de impuestos corporativos, la mayoría de las grandes corporaciones de Estados Unidos registraron cargos de única ocasión, y la pregunta de qué ocurrirá después no es tan directa.
En total, el análisis de FT muestra que 61 de las 100 principales compañías que cotizan en bolsa reportaron un gasto inicial en el impuesto de ingresos netos, que suma un total combinado de 168 mil millones de dólares. Las 39 restantes reportaron beneficios impositivos netos extraordinarios por un valor total de 150 mil mdd, lo que significa que la mayor reforma del código fiscal en una generación redujo 18 mil millones de dólares del valor actual de los libros de sus principales compañías que cotizan en bolsa.
Es probable que esa cifra neta cambie: la Comisión de Bolsa y Valores de EU (SEC, por su sigla en inglés) le otorgó a las empresas un año para finalizar los ajustes contables, mientras tratan de averiguar las implicaciones de una nueva ley compleja y ambigua.
Mientras tanto, los primeros efectos de las reformas sobre las facturas reales de impuestos comienzan a surgir en la temporada de presentación de resultados trimestrales.
Citigroup recibió el mayor impacto contable en el análisis del FT porque las reformas fiscales redujeron el valor de las enormes pérdidas que registró en la crisis financiera, que puede compensar contra ganancias futuras.
Sin embargo, la tasa efectiva de impuestos del banco cayó de 31 a 24 por ciento en el primer trimestre, con lo que sus ganancias aumentaron dramáticamente. La reforma fiscal es “el impulso que necesita la economía de EU”, dijo Gerspach.
De manera similar, JPMorgan Chase redujo su factura de impuestos del primer trimestre en 240 millones de dólares, incluso cuando sus ingresos gravables subieron 2 mil mdd. Los desembolsos por impuestos de Bank of America tuvieron una reducción de un cuarto y la tasa efectiva de impuestos de Omnicom cayó de 29.2 a 24.3 por ciento. “Por mucho que todos estamos ansiosos por ver los beneficios... creo que debemos reconocer que la reforma fiscal aún se encuentra en las primeras etapas”, señaló la directora financiera de JPMorgan, Marianne Lake.
La legislación de gran alcance se aprobó en diciembre después de una fuerte acción de cabildeo por parte del sector corporativo estadunidense.
La ley incluyó varios cambios importantes con el recorte a la tasa base de impuestos corporativos de 35 a 21 por ciento. Una reforma que podría aumentar las facturas de impuestos para algunas compañías es el nuevo gravamen sobre los ingresos globales intangibles de bajos impuestos, el llamado impuesto Gilti, que probablemente aumentará la tasa que pagan las empresas con altos ingresos en el extranjero en jurisdicciones de bajos impuestos.
También existe un impuesto único sobre las utilidades pasadas en el exterior, que afecta a muchas multinacionales con grandes cuentas mancomunadas en el extranjero. Los cargos contables de única ocasión que se han registrado hasta ahora, y que contabilizó el FT, incluyen el costo de ese impuesto, aunque las compañías pueden distribuir los pagos en los próximos ocho años.
Los cargos difieren ampliamente de una compañía a otra, dependiendo de las disposiciones de impuestos que hicieron antes de las reformas. Los ajustes más significativos reflejan una revaluación de los saldos de impuestos diferidos bajo la nueva tasa base más baja. Una empresa que difirió los impuestos sobre las utilidades pasadas registraría una ganancia porque ahora pagará la nueva tasa más baja; por el contrario, un grupo que adelanta las pérdidas anteriores para compensar los futuros cargos de impuestos podría registrar un golpe a su valor.
Sandra Peters, del CFA Institute, dijo que los ajustes contables aparentemente no monetarios reflejan las verdaderas implicaciones de las reformas. “Estas amortizaciones son verdaderas reducciones en el valor de la empresa en el valor contable y el valor económico”, dijo. Las compañías “esperaban obtener una deducción en sus declaraciones de impuestos futuras, y todavía la obtendrán, pero no tiene tanto valor”.
Pfizer muestra cómo los ajustes que hizo hasta el momento reflejan el equilibrio de diferentes factores. La farmacéutica reportó un beneficio fiscal neto de la TCJA, un resultado inesperado porque tenía cerca de 200 mil millones de dólares de ganancias en el extranjero en 2016. Si bien pronosticaba una factura de impuestos de 15 mil mdd sobre ese dinero en el extranjero, ese costo se ahogó por el beneficio de 24 mil millones de dólares de pagar sus impuestos diferidos a una nueva tasa más baja.
El mayor beneficio de única ocasión fue de 28 mil mdd para Berkshire Hathaway, la compañía holding de Warren Buffet, que pagará la tasa de impuestos más baja por décadas de plusvalías no realizadas, si alguna vez vende sus inversiones. Si bien las ganancias contables “no provienen de nada que logró Berkshire”, no dejan de ser reales, aseguró Buffett a los accionistas.
El gasto contable neto de 22 mil 600 millones de dólares de Citigroup fue más o menos el equivalente a su utilidad operativa antes de impuestos del año pasado.