Si México mantiene con el mismo rumbo su industria química, no sólo erosionará el valor y competitividad de los activos químicos de la nación, sino que también perderá oportunidades entre 78 mil a 130 mil millones de dólares (mdd), hacia 2035.
"Actualmente solo abastecemos 32 por ciento de las necesidades del país, el resto son importaciones. Además por la falta de insumos básicos, la industria opera actualmente al 69 por ciento de su capacidad, lo cual es un desperdicio", dijo Edmundo Rodarte, presidente de Asociación Nacional de la Industria Química, ANIQ.
Un estudio realizado por la consultora McKinsey junto con la (ANIQ), apunta que la industria tiene tres caminos para crecer: el primero es enfocarse a especialidades y productos de valor agregado; el segundo rejuvenecer la base del sector; o bien reimaginar toda la industria nacional y sacar su mayor potencial.
Existe un cuarto escenario: que permanezca sin cambios, la estructura actual del sector, aunque esto significaría aumentar la dependencia de las importaciones de petroquímicos, que crecería de 27 mil millones a 40 mil mdd, es decir, un alza de 48.1 por ciento en los próximos 13 años.
"Las fortalezas de México pueden permitirle capturar las siguientes tendencias globales. Pero la ventana de oportunidad se cerrará dentro de diez años, dada la velocidad global del cambio y los movimientos de las empresas y los inversores para captar las tendencias de sostenibilidad y transición energética", destacó Rodarte.
En todas las opciones, en opinión de Edmundo Rodarte, se requiere la colaboración del gobierno, porque si no colaboran en conjunto se perderán oportunidades como el nearshoring, la modernización de las refinerías, la construcción de Dos Bocas y el desarrollo de cadenas de reciclaje.
Primero, especialidades
En esta vía, la industria podría desarrollar capacidades para suministrar productos químicos especializados, formulaciones y aplicaciones personalizadas aguas abajo para apoyar la fabricación nacional y las industrias de proximidad orientadas a la exportación, al tiempo que importa la mayoría de los productos petroquímicos e intermedios.
Las industrias con potencial de nearshoring (como automotriz, de fabricación eléctrica, farmacéutica y de atención médica y de transporte) impulsarían la demanda local y la inversión en productos químicos especiales, incluidos pigmentos y colorantes, productos químicos electrónicos, ingredientes activos y fibra de carbono.
Este camino requeriría una inversión total de 30 mil a 40 mil millones de dólares durante los próximos 15 años.
Además construir un sector de especialidades químicas competitivo requeriría modelos comerciales diferentes de los empleados por las empresas de productos químicos básicos.
Segundo, rejuvenecer
México abordará los desafíos dentro de la infraestructura existente, maximizará la utilización y fortalecería aún más las cadenas de valor de los productos químicos. La materia prima juega un papel vital en la operación y producción diaria de los productos petroquímicos.
Asegurar las materias primas sería un requisito previo para mejorar las tasas de utilización de los activos existentes y rejuvenecer los activos petroquímicos. México necesitaría invertir significativamente en infraestructura upstream y midstream para asegurar suficiente materia prima (como etano, propano y nafta) para la industria química.
El camino del rejuvenecimiento requerirá inversiones de 45 mil a 55 mil millones de dólares durante los próximos 15 años. Los sectores público y privado tendrían que colaborar estrechamente para ayudar a fomentar el crecimiento de la producción.
Tercero, reinventarse
En este camino, la industria química de México podría maximizar su potencial a través de inversiones en descarbonización y circularidad para expandir su base química; infraestructura para permitir un transporte amplio y económico de materias primas desde los mercados internacionales; y nuevos activos químicos para capturar oportunidades de futuros desequilibrios de hidrocarburos domésticos.
En este camino, México necesitaría invertir 60 mil mdd a 75 mil mdd en la industria química durante los próximos 15 años.
Sería un nivel de inversión sin precedentes para México, pero países como India y Brasil lo han logrado en las últimas décadas.
Esta inyección de capital requeriría esfuerzos concertados entre varias partes interesadas en la industria, un mecanismo de colaboración sólido podría fortalecer los lazos a largo plazo entre los actores de la industria y las autoridades nacionales y fomentar la inversión.
"Sería necesario alentar las actividades de I+D tanto públicas como privadas para promover la inversión en productos químicos especiales, productos químicos bajos en carbono y productos ecológicos a base de hidrógeno", afirma McKinsey & Company.