La unión de dos grandes empresas en diseño para interiores, Herman Miller y Knoll, se dio en un tiempo perfecto, cuando había muchas incógnitas en los mercados internacionales sobre el rol de las oficinas, “la experiencia en el trabajo es el nombre del juego”, así lo considera Mario Espinosa, vicepresidente de Herman Miller en Latinoamérica y Caribe.
Fue en julio de 2021 cuando Herman Miller anunció que después de terminar la adquisición de Knoll, la empresa se llamaría MillerKnoll, holding que abrigará a 19 marcas distintas que tienen vida propia dentro del grupo.
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Esta sinergia, reflexiona Espinosa, fue una “extraordinaria sorpresa” para reconstruir muchas cosas en medio del home office por la pandemia y la califica como un “viaje en proceso” donde “en la cocina aún se siguen desarrollando muchas cosas como la integración de sistemas, identificación de posicionamiento de producto, precio, performance, seguimos trabajando pero ya estamos en el mercado como MillerKnoll”.
En entrevista con MILENIO, el directivo, sentado en una silla ergonómicamente diseñada, explicó que “no sólo se trata de las oficinas sino de todos los espacios en donde las personas realizan su trabajo y básicamente en donde nos desenvolvemos como seres humanos”.
Entre libreros, escritorios, archiveros, mesas, sillas y sillones de diferentes colores, texturas y tamaños, e incluso de una cápsula que aísla el sonido exterior y permite trabajar y hablar con total privacidad, Espinosa dice convencido: “pasamos una tercera parte de nuestra vida en la escuela o trabajo, y si éste ocurre en un lugar que nos facilite una gran experiencia, estamos mejorando la vida de las personas”.
Remarca que la unión de ambas empresas se dio en un momento en el que hay muchas cosas por redefinirse en ideas y visiones de diseño en interiores “centrado en el ser humano”.
“Por eso se unieron para tratar de ayudar y crear nuevos productos y soluciones para las personas donde sea que realicen sus actividades, su trabajo, ya sea en hospitales, universidades, centros corporativos, la casa, en todo lugar”, explicó.
La compañía invierte 5 por ciento de sus utilidades en investigación y desarrollo.
Mercado corporativo
Mario Espinosa comenta que el mercado natural para MillerKnoll es el corporativo, pero también están creciendo muy fuerte en estilo de vida, business to consumer (con tiendas en línea), retail; además de hospitalidad como hoteles, restaurantes, entretenimiento; de atención a la salud como hospitales, clínicas, laboratorios con productos especializados para los estándares que se deben cumplir en el sector salud y también en el educativo.
“Algunos de nuestros clientes históricamente más importantes en América Latina son organizaciones que se dedican a la educación como escuelas y universidades”, enfatiza.
'Nearshoring' una oportunidad más
El vicepresidente de MillerKnoll en Latinoamérica y Caribe considera a México un mercado maduro y educado. “Es un país en vías de desarrollo y el factor de economía, presupuesto, siempre es un tema, principalmente en empresas familiares, pero a nivel de educación, de conciencia del bienestar, de mejores prácticas, el mexicano es de clase mundial, incluso adelantado en algunas prácticas de trabajo a Estados Unidos”.
Para la compañía, los tres principales y más grandes mercados del país son Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara; como bloque está el Bajío que tiene mucho crecimiento con organizaciones que se están estableciendo ahí (Querétaro, León y San Luis Potosí).
Mérida, Yucatán; Cancún y la Riviera Maya, en Quintana Roo, también crecieron en el sector de la hospitalidad y vivienda.
“Lo relacionado con el turismo de bienestar creció fuerte en el corredor de Tulum, Akumal hasta Playa del Carmen. En el norte creció Torreón en industria, y hay mucha expectativa de crecimiento en el corredor de Monterrey, Coahuila y todos los estados fronterizos porque México se puede beneficiar mucho de los desacuerdos que están habiendo entre Estados Unidos y China y las fracciones arancelarias que están imponiendo como castigo entre ambos”.
“México se puede beneficiar porque muchas firmas chinas están moviendo su manufactura a la frontera con Estados Unidos para atender el mercado estadunidense que es el más grande del mundo y que sigue siendo el comprador más grande del mundo".
“Entonces el desarrollo industrial en la franja fronteriza entre ambos países está creciendo de forma importante. Estamos hablando del nearshoring y es una buena oportunidad porque tenemos mobiliario para ayudar a las organizaciones back office y también tipo industrial para todas las áreas de supervisión dentro de una planta industrial”, destaca.
Finalmente Espinosa revela que el espacio disponible industrial es de 2 por ciento a escala nacional, es decir, casi nada, entonces viene mucho desarrollo al respecto en el norte del país.
AMP