En un entorno mundial en el que las desigualdades de género persisten, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacó que México ha llevado a cabo políticas para empoderar a las mujeres; sin embargo, le falta mucho para alcanzar la equidad y una prueba de ello es que 33 por ciento de los jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis) corresponde a mujeres y menos de la mitad de la fuerza laboral está compuesta por ellas.
“Las madres y las mujeres jóvenes mexicanas enfrentan grandes dificultades para realizar un trabajo remunerado, la tasa de mujeres jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis) es de 33 por ciento, el promedio de la OCDE es de 15 por ciento”, indicó el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría.
Durante el diálogo Igualdad de género para el crecimiento incluyente en México, añadió que las mujeres mexicanas tienen cuatro veces más probabilidades de ser ninis que los hombres; además, México es uno de los países de la OCDE donde la violencia en contra de las mujeres alcanza niveles más altos, pues 63 por ciento de ellas declaró haber sido víctima de algún acto violento, lo que afecta su capacidad de participar en la vida económica del país.
Indicó que sólo 44.9 por ciento de las mujeres en edad de trabajar está empleado, lo que representa la tasa de empleo femenino más baja de la OCDE, después de Turquía (28.7 por ciento) y Grecia (41.7), mientras que los hombres tienen una tasa de empleo de 78.5 por ciento.
Gurría aseguró que si México reduce la brecha de género, se añadirían mil 100 dólares al producto interno bruto (PIB) per cápita, lo que generaría una mayor igualdad.
Sin embargo, expuso, las brechas de género tienden a aumentar durante los años de formación de la familia, ya que la maternidad tiene efectos negativos sobre la participación de la mujer en la fuerza de trabajo, su remuneración y su progresión profesional; y esto ocurre, sobretodo, cuando la oferta de servicios públicos de calidad para el cuidado infantil no cubre la demanda.
Reclutamiento depende de la apariencia
Por su parte, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, resaltó que aún permanece una enorme brecha de género en el ambiente laboral, pues basta ver las disparidades salariales prevalecientes entre hombres y mujeres, donde ellas reciben en promedio, un sueldo 23 por ciento menor que ellos, que no tiene que ver con el mérito ni con el esfuerzo, sino con condicionantes sociales que generan disparidades en los ciclos de vida.
En este sentido, detalló que en un estudio demostró que el reclutamiento en las empresas está influido en gran parte por la apariencia física; además, de que las mujeres destinan 25 horas a la semana a atender trabajo no remunerado, mientras que los hombres dedican ocho horas.
MRA