Los navíos de la empresa petrolera Shell ya no transitarán por el Mar Rojo hasta nueva orden, según información publicada por The Wall Street Journal (WSJ), en un contexto de amenazas de los rebeldes yemenitas hutíes al transporte en esa región.
Según el diario, el grupo tomó su decisión la semana pasada, debido al riesgo para sus tripulaciones y el peligro de una marea negra en la región en caso de ataques.
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Consultado por la AFP, un portavoz de Shell rechazó comentar el informe.
Recientemente un navío griego fue alcanzado por un misil disparado por el grupo yemenita cuando se dirigía al canal de Suez y unos 30 navíos fueron objeto de disparos o ataques de parte de los hutíes desde fines de noviembre.
Los rebeldes yemenitas, apoyados por Irán, multiplicaron en las últimas semanas los ataques en el Mar Rojo contra navíos que sospechan vinculados a Israel. Los hutíes afirman que actúan en solidaridad con los palestinos de Gaza, en medio de la guerra entre Hamas e Israel.
Los ataques en el Mar Rojo, por donde transita 12 por ciento del comercio mundial, llevaron a Estados Unidos y el Reino Unido a atacar el viernes y el sábado a los rebeldes en Yemen, que replicaron el lunes con un disparo de misil en contra de un carguero estadounidense, sin dejar heridos ni daños mayores.
Los ataques de los hutíes llevaron a muchas navieras a evitar la zona, lo cual genera sobrecostos y plazos más largos para los fletes.
Entre las compañías petroleras, BP y QatarEnergy ya anunciaron que evitarán el mar Rojo, al igual que el gigante danés del transporte marítimo Maersk.
Shell abandonará el petróleo en Nigeria
Shell está a punto de concluir casi un siglo de operaciones en el sector nigeriano del petróleo y el gas en tierra firme, tras acordar la venta de su filial en ese país a un consorcio de cinco empresas, en su mayoría locales, por hasta 2 mil 400 millones de dólares.
El gigante energético británico fue pionero en el negocio del petróleo y el gas en Nigeria desde la década de 1930. Ha luchado durante años con cientos de vertidos de petróleo en tierra como resultado de robos, sabotajes y problemas operativos que llevaron a costosas reparaciones y demandas de alto perfil.
Desde 2021, Shell ha intentado vender su negocio nigeriano de petróleo y gas, pero seguirá activa en el sector costa afuera de Nigeria, más lucrativo y menos problemático.
La salida de Shell forma parte de una retirada más amplia de las empresas energéticas occidentales de Nigeria, que se centran en operaciones más nuevas y rentables. Exxon Mobil, la italiana Eni y la noruega Equinor han llegado a acuerdos para vender activos en el país en los últimos años.
La empresa británica venderá Shell Petroleum Development Company of Nigeria Limited (SPDC) por un importe de mil 300 millones de dólares, informó en un comunicado, mientras que los compradores efectuarán un pago adicional de hasta mil 100 millones de dólares en concepto de créditos anteriores al cierre de la operación.
"Este acuerdo marca un hito importante para Shell en Nigeria, en consonancia con nuestra intención anunciada anteriormente de abandonar la producción de petróleo en tierra firme en el delta del Níger, simplificando nuestra cartera y centrando las futuras inversiones disciplinadas en Nigeria en nuestras posiciones en aguas profundas y gas integradas", declaró Zoë Yujnovich, responsable de exploración y producción de Shell.
El comprador, el consorcio Renaissance, está formado por ND Western, Aradel Energy, First E&P, Waltersmith, todas ellas empresas locales de exploración y producción de petróleo, y Petrolin, una empresa comercial y de inversión con sede en Suiza.
La venta, confirmada por Renaissance, requiere la aprobación del gobierno nigeriano.
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Vertidos y demandas
Renaissance asumirá la responsabilidad de hacer frente a los vertidos, robos y sabotajes, declaró Shell, que en los últimos años se ha enfrentado a múltiples demandas de indemnización por los daños causados como consecuencia de los vertidos en el delta del Níger.
Nnimmo Bassey, director ejecutivo del grupo de defensa nigeriano Health of Mother Earth Foundation, afirmó: "Shell debe asumir su responsabilidad".
"Esto significa el pago íntegro de la reparación y restauración de las zonas contaminadas, así como reparaciones a las comunidades de acogida. No pueden eludir el daño prácticamente irreparable que han causado", afirmó Bassey en un comunicado.
SPDC Limited, propiedad de Shell, explota y tiene una participación de 30 por ciento en un la empresa conjunta de SPDC que posee 18 concesiones mineras en tierra y aguas poco profundas. Los recursos de Shell en SPDC alcanzan alrededor de 458 millones de barriles equivalentes de petróleo a finales de 2022.
Otros socios de la empresa conjunta son la estatal Nigerian National Petroleum Corporation (NNPC), que posee 55 por ciento, TotalEnergies, con 10 por ciento y la italiana Eni, con 5 por ciento.
Aparte de sus operaciones y participaciones en varios yacimientos costa afuera, Shell sigue teniendo una planta de gas natural licuado y otros activos en Nigeria.
SPDC, que sigue siendo el operador, se formó en 1979, incorporando activos del antiguo consorcio Shell-BP, y sus socios actuales se incorporaron en fases posteriores
GSMM