Gabriel Aparicio, director General de Kelly México, empresa agremiada a la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), señaló que con la reforma en materia de subcontratación y todos los cambios que traerá consigo, el principal reto para las empresas será cumplir con los tiempos estipulados, tres meses, para su implementación; así como con la capacidad que tengan para comprender cuál es la forma correcta de evolucionar y cumplir con la ley.
En la conferencia “Una vuelta de 180º en el mundo laboral”, recordó que el pasado 23 de abril entró en vigor de la reforma en materia de outsourcing o subcontratación en el sector privado y en el público del país, y las empresas deben entender que la subcontratación no se prohíbe solo se acotará y permitirá los servicios de intermediación relacionados con el proceso de contratación de personal.
“Se permite la subcontratación de servicios especializados relacionados con servicios compartidos y todas las organizaciones en México que tenían modelos de subcontratación de personal deben transformarse. A partir del 1 de agosto deben estar en total cumplimiento”.
Refirió que la duración de las relaciones laborales en México no sufrirá ninguna modificación, asimismo, las empresas no deberán promover, aceptar ni implementar esquemas agresivos laborales o fiscales, ya que implican el incumplimiento de las obligaciones obrero-patronales.
Por ello, dijo, la recomendación es que no caigan en pánico ni tomen decisiones precipitadas y conozcan cuáles son los servicios especializados que más les conviene exteriorizar hacia un contratista, para el correcto funcionamiento de la cadena de suministro, donde el entregable sea mucho más eficiente y con un mayor valor añadido del que pudiera obtener si lo realiza internamente, debido a que el contratista cuenta con una mayor competencia y conocimientos para desempeñarlo.
“Las organizaciones que en México busquen mantener el correcto ritmo de crecimiento en este nuevo panorama deben adoptar una estrategia de trabajo flexible a través de los servicios de intermediación relacionados con el proceso de contratación de personal y de la subcontratación de servicios u obras especializadas para la gestión de la fuerza laboral”.
El primer paso es definir cuál es la actividad económica preponderante del negocio, pues la empresa no podrá subcontratar o externalizar servicios especializados para realizar actividades que sean parte de su objeto social o actividad principal, una vez identificado esto podrán decidir cuál es la solución que mejor convenga.
“Todo el proceso desarrollado como parte de los servicios de intermediación relacionados con el proceso de contratación de personal o de la subcontratación de servicios u obras especializadas, para los clientes que optan por estas soluciones, está basado en su realidad operativa, sus procesos, su cultura y sus valores”.
Al respecto, Norma Godínez, directora de Recursos Humanos, indicó que tras la pandemia la mayoría de las empresas ven una recuperación económica entre 6 y 12 meses, no así las pequeñas empresas que han sido las más afectadas. Indicó que 63 por ciento de las organizaciones empresariales confían en la implementación de operaciones más eficientes, 62 por ciento confía en la flexibilidad laboral, 54 por ciento en mayor rescilencia y agilidad, y 53 por ciento en nuevas formas de atender a sus clientes.
“La flexibilidad laboral permitirá tener mayor satisfacción, incrementar el nivel de productividad, tener acceso al mejor talento disponible, mejorar los niveles de comunicación y colaboración, y facilitar el logro de las metas, especialmente, porque mucho del personal permanece en Home Office”.
MMCF