Aunque México debe continuar con la consolidación fiscal, tiene que hacer lo imposible por mantener la inversión pública, especialmente en infraestructura, al ser un elemento indispensable para mejorar la competitividad, señaló el Banco Mundial.
En entrevista con MILENIO, el economista para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Carlos Végh, resaltó que el país es uno de los pocos en la región que ha empezado con un ajuste fiscal gradual, favorecido por los remanentes de operación del Banco de México, y eso es justamente lo que el organismo internacional ha recomendado; “ha hecho las cosas bien”, señaló.
Explicó que en México ese ajuste gradual no ha provocado shocks y es muy bueno, puesto que de lo contrario el costo sería muy alto; sin embargo, en ese proceso el punto más difícil es el recorte a la inversión, y en América Latina no se puede descuidar, así como tampoco deben dejarse de lado las transferencias sociales.
TLC, más importante
El economista del Banco Mundial indicó que para México es más importante el impacto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) que el de la reforma fiscal de Estados Unidos, pues si bien puede reducir la tasa corporativa, el tratado es un núcleo entre los tres países que forman el acuerdo comercial.
No obstante, ante el avance de las renegociaciones se muestra más optimista que unos meses atrás, ya que los equipos negociadores están por completar cuatro capítulos y con esto sumarían 10.
“Creo que la negociación, en particular en los últimos meses, ha tenido un aspecto de colaboración de llegar a buen puerto respecto a lo que se empezó; creo que también está contando el hecho de que los negociadores estadunidenses se han dado cuenta de que su sector agrícola depende mucho de lo que pueda exportar”, expresó Végh.
Abundó que en la televisión estadunidense han salido muchos avisos de los estados agrícolas sobre la necesidad de exportar, demandando que no les corten sus mercados, aunado a que también ha sido importante que Estados Unidos ya no está siendo tan exigente en cuestiones de la industria automotriz.
Es así que el funcionario del Banco Mundial consideró que la renegociación va a llegar a buen puerto y que se va a tener un TLC más moderno que el de hace 24 años, cuando ni se pensaba en temas como la tecnología.
Sin embargo, aunque reconoce que el panorama luce mucho mejor, que México ha negociado con mucha sabiduría y también está conversando con la Unión Europea y con países asiáticos, también tiene otros mercados, “todo un continente debajo”, y si se trabaja en ello el comercio intrarregional se podrá multiplicar.
Pocas implicaciones
Pese a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó sobre el impacto que la reforma fiscal en Estados Unidos puede tener en la inflación de ese país y en mayores alzas de tasas de interés, en un momento en que la economía no necesita estímulos, al transitar por la senda del crecimiento, el Banco Mundial consideró que en realidad las implicaciones no serán tan importantes.
Carlos Végh explicó que en la reforma lo realmente importante es la reducción de la tasa corporativa y eso no considera que tenga alcances en los mercados emergentes, como México.
Explicó que una política fiscal “un poco más expansiva” tendrá impactos en la inflación, pero en realidad eso le vendría bien a Estados Unidos porque aún no alcanza la meta de 2 por ciento y el alza que, en consecuencia, tendría las tasas de interés sería “un poquito mayor.
Las tasas de interés internacionales tenderán a aumentar, no por la política fiscal en el vecino país del norte, sino por la normalización de la política monetaria, y esa será la razón más importante de su incremento.
Pese a ello, aclaró el economista para América Latina, “la noticia buena es que la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y Europa está sucediendo de forma sumamente gradual”, y el efecto se empezará a sentir hasta el primer semestre de 2019, con un debilitamiento en las monedas de la región.
Al preguntarle si la reforma fiscal en Estados Unidos no hará más frágil a México, respondió que la nación tiene ventajas comparativas importantes y eso se va a mantener, a lo que se suma que la mano de obra en la Unión Americana es la más cara del mundo.
No a los modelos pasados
Instrumentar políticas similares a las de hace 50 años, caracterizadas por una economía cerrada y una industria protegida con bajo nivel competitivo, conducirá al país a serios problemas, asegura el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis ejecutivo destaca que si se optara por regresar a modelos antiguos traerá un retroceso al país, que puede concluir en mayor pobreza y fragilidad económica.
“De concretarse ideas que atenten contra los avances logrados, el próximo sexenio estaremos expuestos a que la confianza de los inversionistas pudiese mermar y perder interés en México, con un consecuente impacto negativo tanto en materia de crecimiento como de bienestar de los hogares”, asevera.
Con información de: Eduardo de la Rosa.