Los constantes apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex) y los programas prioritarios como las pensiones y las obras emblemáticas, hacen 'más rígido' el control de gastos del gobierno federal, advirtió Moody’s Investors Service.
Renzo Merino, vicepresidente y senior analyst de la calificadora, dijo en un análisis que estas dinámicas de gasto le restarán espacio fiscal al gobierno en adelante.
Para el siguiente ejercicio fiscal, el gobierno federal planea un gasto neto total de 9 billones 66 mil millones de pesos, 4.3 por ciento real mayor respecto a lo aprobado para este año.
“La estructura del gasto se ha vuelto más rígida a lo largo de esta administración como resultado de recurrentes apoyos financieros a Pemex, el incremento de las pensiones, la creciente inversión en proyectos emblemáticos, y mayores pagos de intereses”, explicó el directivo.
De lo anterior, el gasto en pensiones ascenderá a 1.5 billones de pesos, sumado a 465 mil millones del Programa Pensión Universal para Personas Adultas Mayores.
En cuanto a los proyectos de inversión prioritarios del sexenio, estos prevén sumar 222 mil 667 millones de pesos, de los cuales 120 mil millones de pesos serán destinados al Tren Maya.
Preocupa déficit fiscal
Moody’s dijo que el Paquete Económico 2024 de México denota la intención del gobierno de aceptar un déficit fiscal elevado, mayor a 5 por ciento del producto interno bruto (PIB), como consecuencia del aumento del gasto destinado a proyectos prioritarios.
“De acuerdo con estimaciones oficiales, el endeudamiento estaría alineado con lo permitido por la regla fiscal, el presupuesto del próximo año implica un cambio manifiesto en la conducción de la política fiscal, ya que los déficits fiscales alcanzaron niveles promedio de solo 3 por ciento del PIB durante los años de la pandemia”, expuso.
Agregó que el aumento en la carga de intereses, tanto respecto al PIB como a los ingresos del gobierno, está presionando cada vez más la fortaleza fiscal del soberano en comparación a sus pares de calificación.
PMA