A pesar de que los recientes acontecimientos en torno a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) han generado preocupación entre los inversionistas sobre la dirección potencial de las políticas del próximo gobierno mexicano, Standard and Poor’s ratificó las calificaciones soberanas de largo plazo de México en ‘BBB+’ (moneda extranjera) y de ‘A’ (moneda local), con perspectiva estable.
En un comunicado, la agencia indicó que evaluará el impacto de largo plazo de tales políticas sobre los factores subyacentes que determinan la calificación, pero continúa trabajando bajo el supuesto de que las políticas económicas pragmáticas deben sostener la confianza de los inversionistas y la calidad crediticia del gobierno federal.
Ante esto, espera una amplia continuidad en las políticas económicas clave tras el cambio de administración en diciembre de este año, estima que la combinación de un crecimiento moderado del Producto Interno Bruto (PIB) y limitados déficits fiscales contengan la carga de deuda del gobierno.
En contraste, pasos inesperados que generen dudas sobre las políticas económicas de largo plazo podrían debilitar la confianza de inversionistas y consumidores, reducir la demanda interna y afectar el crecimiento del PIB.
Así, un menor crecimiento del PIB, combinado con déficits fiscales mayores a lo esperado, dificultaría al próximo gobierno estabilizar su deuda como porcentaje del PIB durante los próximos dos años.
De igual manera, cambios inesperados en las políticas del sector de energía, incluyendo medidas que debiliten la salud financiera de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), podrían incrementar los potenciales pasivos contingentes del soberano.
Así, la erosión gradual del perfil financiero del soberano que se derive de ello aumentaría la vulnerabilidad de las finanzas públicas antes shocks adversos, y llevaría a bajar la calificación soberana, expuso S&P.
CPR