Los precios del petróleo subieron el viernes después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) pronosticó una demanda mundial récord y una reducción de la oferta, lo que llevó al barril a cerrar una séptima semana consecutiva de ganancias, la racha más larga desde 2022.
Los futuros del crudo Brent subieron 41 centavos, ó 0.5 por ciento a 86.81 dólares el barril, mientras que los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) estadunidense ganaron 37 centavos, ó 0.5 por ciento a 83.19 dólares. En términos semanales, ambas referencias subieron alrededor de un 0.5 por ciento.
La AIE estimó que la demanda mundial de petróleo alcanzó un récord de 103 millones de barriles diarios en junio y podría escalar otro máximo este mes.
Los recortes de producción de Arabia Saudí y Rusia preparan el terreno para un fuerte descenso de los inventarios durante el resto de 2023, lo que, según la AIE, podría hacer subir aún más los precios del petróleo.
El jueves, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dijo que espera que la demanda mundial de petróleo aumente en 2.44 millones de barriles por día este año, sin cambios respecto a una previsión anterior. Según la OPEP, las perspectivas del mercado petrolero para el segundo semestre son buenas.
Los datos económicos estadunidenses de esta semana también han elevado el ánimo del mercado, alentando las especulaciones de que la Reserva Federal se acerca al final de sus agresivas subidas de tasas.
Los recortes de la oferta y la mejora de las perspectivas económicas han generado más optimismo entre los inversores en petróleo, según Craig Erlam, analista de OANDA. Sin embargo, observó señales de que el impulso se estaba agotando tras una subida sostenida.
El Brent había alcanzado el jueves su nivel más alto desde enero, un día después de que el WTI alcanzó su máximo de este año.
La última vez que el Brent subió durante siete semanas seguidas fue en enero y febrero de 2022, antes de la invasión rusa de Ucrania.
PMA