La filtración de datos al interior de organizaciones cuesta 4.45 millones de dólares y, en los últimos tres años, la frecuencia de los incidentes subió 15 por ciento, dijo Silent4Business (S4B), empresa de ciberseguridad.
Layla Delgadillo, CEO de la firma, enfatizó en comunicado la necesidad de adoptar una gestión de vulnerabilidades orientada al riesgo para fortalecer la seguridad informática de las empresas.
Filtración de datos en organizaciones
Layla Delgadillo apuntó:
“Los datos que proporcionó IBM en el ‘Reporte del Costo de Brechas de Datos’ fueron alarmantes, ya que tras explorar las experiencias de más de 550 organizaciones que se vieron afectadas por este fenómeno, se encontró que el costo promedio por filtraciones creció 15 por ciento en tres años, significando 4.45 millones de dólares por incidente”.
Informó que con base al estudio de IBM, sólo un tercio de estos eventos fueron detectados por equipos de seguridad internos, mientras que las actividades de los ciberdelincuentes alertan el 66 por ciento restante.
Destacó la importancia del impacto empresarial en la priorización de vulnerabilidades y señaló la necesidad de considerar el contexto comercial, financiero e industrial, gravedad y probabilidad de las amenazas.
“Los elementos fundamentales para mantener la operatividad y evaluar las vulnerabilidades de alto riesgo incluyen: análisis de riesgos, asignación adecuada de recursos basada en un seguimiento constante del entorno de amenazas y la cooperación entre los equipos de seguridad y otras unidades de negocio para mejorar la comprensión de los impactos y contextos”.
Enfatizó que mediante criterios bien establecidos, algoritmos inteligentes y un enfoque centrado en el riesgo, las organizaciones pueden combatir amenazas cibernéticas y asegurar la continuidad operativa. Indicó:
“Las empresas que incorporan inteligencia artificial (IA) y automatización en sus sistemas de seguridad pueden ahorrar hasta 1.7 millones de dólares; es notable que los analistas de amenazas, gracias a estas tecnologías, identifican las infracciones más rápidamente que aquellas empresas que no han invertido en inteligencia avanzada”.
EDD