Verónica Madrigal es una diseñadora mexicana enamorada de Japón, le apasionaba tanto investigar su cultura que usó todos sus conocimientos nipones y de diseño para lanzar su propia línea de indumentaria textil que une la historia y los símbolos de México y Japón.
“La marca tiene 3 años y se vende en línea a través de Kichink, ahorita tenemos chamarras para niños y pashminas simples o con gorro que además puedes convertir en un moño o un accesorio para complementar tus outfits”.
Verónica bautizó su proyecto como Mekishico porque así pronuncian México los japoneses, para ella crear esta marca es una motivación para viajar constantemente a Japón e imprimirle esa experiencia a cada una de sus piezas.
Su red de producción son costureras que por alguna circunstancia necesitan trabajar desde casa.
“Quiero abordar esa parte social desde Mekishico y que el consumidor sepa que está pagando un precio justo y ayudando directamente a este segmento de la población”, explica.
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El objetivo de la marca es consolidar su tienda en línea y tener un sitio web funcional donde el usuario tenga una navegación amigable y se anime a comprar por internet. Entre sus clientes están personas de Estados Unidos y Guadalajara, ciudad donde radica.
“Al comprar una de mis piezas adquieres algo más que un accesorio, me interesa explicar el por qué se usó cierta tela o símbolo y eso te hace aprender más de México y Japón, es unir a través de la moda a los amantes de ambos países”, puntualiza Verónica.
Durante el proceso de creación de marca, Verónica ha estado asesorada e inspirada por la comunidad de mujeres en la tecnología Geek Girls Mx, organización que cofundó hace 6 años.
“Mi intención es que Mekishico llegue a Japón, que vean toda la historia que tenemos, que no sólo es la Ciudad de México y Cancún. He preguntado a varios japoneses si saben dónde está Guadalajara y no tienen idea de su existencia”.
Su plan a corto plazo es crear una colección nutrida y con piezas más variadas como playeras y vestidos que complementen la marca.
“Me gusta conectar con las personas y viajar. Emprender y crear este negocio para mí fue cerrar el círculo virtuoso de hacer lo que te apasiona y venderlo a gente que también disfruta lo que haces”, finaliza Verónica.
REPL