Es arquitecto, pero se dedica a la hotelería y a la industria restaurantera; le apasiona la historia, aunque desde adolescente se involucró en los negocios familiares del ramo servicios y turismo.
Disfruta participar de alguna manera en la historia de Veracruz, luego de involucrarse en la reconstrucción del Gran Hotel Diligencias, enclavado en el corazón del centro histórico.
Daniel Martín Lois (Veracruz, 1981), presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en Veracruz, y uno de los mayores impulsores del rescate del centro del estado, se emociona al contar que por ese hotel —abandonado por dos décadas—, rescatado y reabierto en 2004, pasó casi toda la historia de México.
Es el hijo de en medio, con dos hermanas; casado y con un hijo, Daniel Martin Lois, prefiere hablar de la historia y de la importancia de los 500 años de la ciudad de Veracruz que de sus pasatiempos o trabajo empresarial.
De familia emigrante española proveniente de Pontevedra, Galicia, forma parte de la tercera generación nacida ya en México. Sentado en una de las mesas de su restaurante-bar, platica sobre lo que ha vivido y lo que espera heredarle a su hijo: valores.
¿Por qué eligió la industria restaurantera si es arquitecto?
Me dedico más bien a la hotelería, el giro familiar en el cual me vi involucrado desde los 15 años, me tocó trabajar de la mano de mi padre, empecé a involucrarme y me puse a estudiar arquitectura, porque mi finalidad era o es remodelar y reconstruir los hoteles del grupo al que pertenezco. Ejerzo la carrera de manera privada.
¿Qué le gusta hacer?
Disfruto mucho estar con mi familia, con mi hijo, tengo una ideología bastante marcada en pro de la familia, trato de dedicarle tiempo. Me gusta muchísimo ir al cine, es algo que realmente disfruto.
¿Qué películas le gustan?
Las que están basadas en hechos reales, me gusta mucho la historia. Hay muchas cosas de la historia que no deberíamos volver a repetir, de eso aprendemos lo bueno y lo malo. Me gusta mucho la historia, practico un poco de futbol, de joven practiqué semiprofesionalmente taekwondo.
“A temprana edad me tuve que dedicar más al trabajo debido a la enfermedad de mi padre, quien falleció hace varios años, y me tuve que hacer cargo de los negocios de la familia”.
¿Participaste en la remodelación y rehabilitación del hotel Diligencia?
Sí claro, esta obra estuvo a cargo del ingeniero Eduardo Limón y fui el segundo a cargo, fue mi primera obra grande, estaba estudiando y aprendiendo.
¿Qué encontraste?
Lo más bonito era en la tarde ver los avances, nos sentábamos y la gente nos contaba las historias de cómo se enamoraban aquí, de cómo venían aquí a los famosos bailes del Diligencias, aquí llegó mucho migrante cuya primera cama en México fue en El Diligencias.
¿Te llegaron a contar historias de gente famosa?
Tengo un audio de Agustín Lara contando cómo escribió la canción de “Veracruz” en la habitación 85 de ese hotel; actualmente es la 121.
¿Cuál es la importancia de Veracruz?
Veracruz es cuna de la gastronomía nacional, aquí fue la fusión de la comida francesa, española, de la comida que venía de los países árabes, que ya había cruzado Europa; de la evangelización. Sino hubiera entrado por aquí Hernán Cortés, no tendríamos a la virgen de Guadalupe que tanto nos enorgullece; hay que ver las cosas positivas y como veracruzanos debemos de ser estar orgullosos de que por aquí entró la evangelización, por aquí inició la patria.
¿Hay que darle más impulso?
Creo que hay que ponerle más enjundia, estamos esperando que el gobierno nos arregle las cosas y no está para eso. Los 500 años son una gran celebración. Es el primer puerto de América, sede varias veces del gobierno federal, la Casa de Moneda estuvo acá.
¿Le enorgullece la historia de Veracruz?
Me enorgullece el arraigo, me enorgullece la gastronomía, quienes me conocen saben que soy un férreo impulsor del centro de Veracruz, tanto que la familia invirtió en un inmueble como este.
¿Por qué el hotel Diligencias?
Es el quinto hotel más antiguo de México y el primero del estado, todo se manejaba aquí, de aquí salían a México, por eso se llamaba Hotel Diligencias; era casa de cambio, era el bar, por aquí pasaba todo. Este hotel fue construido en 1806, Salvador Díaz Mirón tomaba café aquí todos los días y grandes artistas también pasaron, este hotel era obligatorio.
Entre sus planes está colocar una estatua del Flaco de Oro en el balcón de la habitación donde compuso “Veracruz”, que pueda ser vista desde el zócalo; también sentar en una mesa a Salvador Díaz Mirón y a Adolfo Ruiz Cortines jugando dominó.
¿Qué libro está leyendo ahora?
Diario de un nómada, de Miquel Silvestre, la increíble aventura que inspira la serie documental de TVE.