Por: Paola Palacios
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
Durante la emergencia el tiempo apremia. La etapa de alerta y de búsqueda, requiere celeridad para salvar vidas y para evitar más víctimas, que es la prioridad número uno. Normalmente, la emergencia es un periodo corto: días o semanas, cuando mucho un par de meses. En estos primeros momentos es cuando surge una solidaridad invaluable entre las comunidades, y también cuando hay mayor cobertura y visibilidad por parte de los gobiernos, los medios y la sociedad en su conjunto. En periodos de emergencias, la sociedad civil organizada —y no-organizada— ha participado buscando personas, donando provisiones, atendiendo personas enfermas, organizando trabajos, verificando información, dando refugio y atención psicológica, por mencionar solo algunos ejemplos. Las y los mexicanos nos hemos caracterizado por dar apoyo a las personas afectadas en estas situaciones. Es vital seguirlo haciendo, no podemos perder ese ímpetu de ayuda y solidaridad cuando más se necesita.