Por: Elizabeth V. Leyva
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
Los partidos políticos reciben recursos públicos para promover la participación del pueblo en la vida democrática, obtener votos en las elecciones y capacitar o promover temas específicos como, de entre otros, los derechos políticos de las mujeres. La distribución de estos recursos funciona bajo una lógica anual; es decir, el financiamiento que reciben los partidos políticos se determina año con año. De esta manera, los partidos políticos empiezan el año con cierta cantidad de dinero y, al finalizar el año, tienen la obligación de devolver a las tesorerías los recursos públicos que no utilizaron.1 A esto se le conoce como el principio de anualidad. Este mecanismo garantiza que los partidos políticos reciban recursos públicos de manera que se genere una cancha pareja en la que sigan las mismas reglas para su ejercicio, utilizando el dinero público de acuerdo con los escenarios políticos de ese año. Ahora bien, para entender cómo un partido nacional ejerce su financiamiento, es necesario conocer su estructura. Morena es un partido político nacional que tiene acreditación en las entidades federativas. Esto se traduce en que tiene un Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que funciona a nivel federal y diversos Comités Ejecutivos Estatales que funcionan en cada entidad federativa.